Una Real de Champions engulle a un Real Madrid que ya estaba en Sevilla
Liderada por un excelente Silva, los de Imanol se impusieron con suficiencia a los blancos. Kubo y Barrenetxea, los goleadores. El Madrid acabó con diez por expulsión de Carvajal.

Pensándolo con frialdad, lo que le sucedió en San Sebastián no es extraño. Pesaron más las ganas de ganar de la Real para seguir enganchada a la Champions que la inercia de jugar LaLiga de un Real Madrid que ya estaba en la final de Copa, en Sevilla. Sobre todo Militao, un central de época pero cuando es demasiado optimista sume a su equipo en el más profundo pesimismo. Sucedió en Girona y volvió a ocurrir en Anoeta. Un error grosero del brasileño propició el 1-0 de Kubo y por ahí fue desintegrándose el equipo blanco, que acabó con diez por la expulsión de Carvajal. Barrenetxea abrochó el marcador y llevó el delirio a la grada.
El hambre de la Real y la clarividencia y magia de David Silva, un futbolista que nunca pasa de moda, engulleron a un Madrid sin Benzema ni Vinicius, con un centro del campo de edición de bolsillo (Kroos, Ceballos y Asensio estuvieron demasiado planos) y con Mariano, titular porque no había otro, que ni compareció. Muchos se tomaron la noche como esas citas incómodas: que pase lo más rápido posible, cumplir, y a casa. En esta ocasión se marcharon sin la conciencia tranquila: si el Atlético gana este miércoles al Cádiz, los rojiblancos les adelantarán en la clasificación. Un mal, aunque menor, para este Real Madrid, que tiene todos los huevos puestos en las cestas de la final de la Copa y la eliminatoria de la Champions contra el City. Una música, la de Europa, que los donostiarras están muy cerca de escuchar.
SILVA
💯 Mis 'dieses'
A sus 37 años, Silva aglutina todo el encanto de los clásicos. Da gusto verle patinar sobre el césped con la naturalidad de los mejor dotados. Conoce al dedillo todos los misterios del fútbol: la utilización adecuada del cuerpo, los perfiles, la capacidad para descubrir zonas desatendidas de los rivales, la luz para ver pases y el oficio de los buenos centrocampistas. Contra el Real Madrid fue un ida y vuelta, sin dejar en ningún momento de dar sentido al juego ofensivo de su equipo. En esta Real Sociedad coral, pone la calidad en la transición y el peligro en la vanguardia.
En sus botas tuvo una de ocasiones más claras de la primera mitad. Recibió en el corazón del área un envío con veneno de Sorloth y prefirió la colocación a la potencia. Ahí perdió su mano con Courtois, que echó agua al fuego. Como sucedió diez minutos antes. En la segunda parte, dio un magisterio de cómo manejar los tiempos, sin ahorrar sudor, que es algo que Anoeta valora tanto como un caño. Su renovación está encarrilada y esa en tan buena noticia como la clasificación para la Champions. Salió ovacionado del estadio. Un futbolista para la eternidad.

KUBO
😎 Me reafirmo
Kubo engancha tanto verle delante de un micrófono, con una forma de hablar peculiar y magnética, como, por supuesto, sobre el verde. Atrevido y con un talento que está dejando ver cada vez en mayores proporciones, el japonés es uno de los focos de esta Real. Ha encontrado en Donosti el ecosistema adecuado para madurar y en Imanol, al entrenador que mejor le ha entendido hasta el momento. Bajo su ala, Kubo ha pasado de enigma (ni en Getafe, ni en Villarreal, ni en Mallorca dio su medida) a lujo asiático. Contra el Madrid volvió a ser pillo y definitivo. Permanentemente enchufado, supo anticiparse a Courtois tras un error de Militao (del que luego hablaremos más detenidamente) y a darle tres puntos fundamentales a la Real Sociedad para poner tierra de por medio y asegurarse más la Champions. No tiene hueco en el Madrid, pero ya está en uno de los sitios reservados en esta Liga.

MILITAO
🤔 Hay runrún
Militao es un futbolista con una condiciones descomunales. Sin embargo, ciertos aires de suficiencia y, sobre todo, algunas pérdidas de concentración emborronan su imagen y a su equipo le cuestan goles en contra y puntos. Sucedió en Girona y pasó contra la Real. Presionado por Sorloth en el amanecer de la segunda parte, el brasileño quiso regatearle, optimista, pero se le enredaron las musas, se escurrió y le envió el balón con fuerza desmedida a Courtois. Kubo, que se olió antes que el belga la tostada del central, se anticipó a la pelota y marcó el 1-0. Ancelotti, en la banda, comenzó a cabecear, tal vez con temor de que sus avisos no calen en la cabeza de sus defensas, que están haciendo aguas peligrosamente cuando la temporada se pone seria. La jugada volvió a dejar una sospecha sobre él y pesó mucho más que todo lo que ofreció. El caudal de crédito que se ha ganado se le va por cosas como la de esta noche.
En este déficit defensivo tampoco da mucha seguridad Rüdiger. Cayó de pie en el equipo por su carácter extrovertido y arrollador y en el césped está cayendo de madura una realidad: está bastante lejos del nivel que le eyectó al Real Madrid, superado con demasiada frecuencia. El alemán pierde los duelos que antes decantaba con su sola presencia, no impone en el corte y compromete con algunos pases. Está lejos de su mejor época, es una evidencia. Comenzó el partido contra la Real con un mal control que dio un susto a Ancelotti y Sorloth le dejó en miniatura en una carrera por la banda izquierda, que a punto estuvo de acabar en gol de Silva. Courtois evitó la desnudez completa del central alemán. La mala noche de la defensa acabó con Carvajal expulsado...
PULIDO SANTANA
🖥 La polémica
Los partidos entre Real Sociedad y Real Madrid no suelen tener tregua y el papel de los protagonistas suelen pasar de mano en mano casi cada minuto. Ocurren demasiadas cosas, también la polémica, que obtuvo su cuota de pantalla en Anoeta y a Pulido Santana se le acabó yendo el encuentro. Su mala actuación dio comienzo en el minuto 22, con 0-0. Los donostiarras reclamaron un penalti de Militao a Oyarzabal. La pena máxima no dejaba mucho a la imaginación porque cuando el delantero se introdujo en el área fue trabado claramente por el brasileño, que sacó la pierna como si le hubiera saltado un muelle. Inexplicable. Como tampoco tuvo explicación la decisión del colegiado de hacerse el sueco. Ni la de Iglesias Villanueva, desde la sala VOR, al no tirar de pinganillo en una de esas jugadas en las que se tiende a hacerlo. La Real se quejó en Twitter mientras el estadio estallaba contra el colegiado.
Tampoco dejó contento el arbitraje al Real Madrid, que acabó con diez tras la expulsión de Dani Carvajal por doble amarilla. La primera la vio por protestar, al reclamarle una tarjeta para Oyarzabal que no mostró. Y la segunda, pocos minutos después, tras entrar con fuerza a Aihen para arrebatarle la pelota. El lateral llegó con potencia, pero tocó la pelota, despejó y, después golpeó al jugador de la Real. Aunque al principio, Pulido Santana parecía que no le iba a amonestar, acabó haciéndolo. Carvajal estalló (Nacho le tuvo que tapar la boca al pasar junto al cuarto árbitro, pero no le pudo quitar el móvil en el vestuario), como Ancelotti, que acabó también viendo la tarjeta. Muy mal partido del colegiado.
MARIANO
❌ No me ha hecho cambiar de opinión
Sin Benzema, ni Vinicius, Ancelotti le dio la titularidad a Mariano. Prefirió alinear a un delantero natural que no seguirá en el Madrid antes que a Hazard, un falso nueve que ha acabado por convertirse también en un 'falso' crack. Tan deteriorado debe estar el físico del belga como su relación profesional con el técnico como para que el catalán, que se irá del Madrid, esté por delante de él. Mariano tuvo una actuación para el olvido. Más que nada porque ni apareció: cero remates, cero remates a puerta y sólo 13 toques de balón en 58 minutos, cuando fue sustituido por el canterano Álvaro Rodríguez.
Mariano es un jugador tan combativo como desprovisto de delicadeza y que disfruta (disfrutaba) en el cuerpo a cuerpo y en el juego aéreo. Nada de eso se vio en un jugador que apura sus últimos días como madridista después de estirar su estancia en el club sin importarle su condición de jugador residual, sin sonrojo.