El Real Valladolid culmina su autodestrucción y se gana su etiqueta de ascensor
A falta de cinco jornadas para el final de LaLiga, el Real Valladolid confirma matemáticamente que es equipo de Segunda División. La goleada del Betis (5-1) sentenció a los de Pucela.
El Real Valladolid ha consumado matemáticamente su descenso a Segunda División tras caer derrotado ante el Real Betis (5-1) en el Benito Villamarín. A falta de cinco jornadas para el final de la temporada 2024-25, el conjunto blanquivioleta ya no tiene opciones de salvarse y confirma así su regreso a la categoría de plata tan solo un año después de haber logrado el ascenso.
Este nuevo batacazo deportivo convierte al club en un claro ejemplo de equipo ascensor, al haber alternado dos ascensos y tres descensos en apenas cinco años. Una montaña rusa de emociones que refleja la inestabilidad institucional y deportiva que ha marcado los últimos tiempos en Pucela. Volvieron a Primera en la temporada 2023-24, pero el equipo no ha logrado asentarse en la élite y ha pagado caro una campaña plagada de errores defensivos, falta de gol y decisiones cuestionables desde la directiva.
A pesar de unos pocos destellos de equipo con vida, el Valladolid nunca logró engancharse de manera sólida a la lucha por la permanencia. La derrota frente al Betis ha sido el golpe definitivo a una temporada que comenzó con ilusión por volver a luchar en la categoría de oro del fútbol español y ha terminado con un tercer descenso en cinco años.
La afición, que volvió a volcarse con el equipo tras el ascenso, ve con impotencia cómo se repite un patrón del que el club no ha sabido escapar. Como no puede ser de otra manera, las miradas apuntan a una directiva inerte y despreocupada que arde en deseos de vender del club.
En el césped, futbolistas como Raúl Moro o Luis Pérez estaban visiblemente afectados por el descenso y Javi Sáncez, entre lágrimas. Imagen completamente contrapuesta a la vivida en el Villamarín, pues los béticos estaban haciendo la ola porque su equipo vuela rumbo a la Champions League. En el feudo verdiblanco se cantó "a segunda, oe" tras el pitido final.
"Es un día muy difícil para lo que amamos y sentimos al Valladolid. Pedir perdón porque no hemos estado a la altura. Si estamos así es que no hemos hecho las cosas bien. Ahora toca recapacitar y pensar en la temporada que viene para subir a Primera", arrancó Anuar nada más acabar el partido.
"Pienso en toda la gente que ama al Valladolid, son momentos muy complicados. Pedir perdón, hemos hecho las cosas mal. No puede pasar por este tipo de situaciones", añadió.
"Es un día muy complicado. Ahora mismo el vestuario está destrozado. Nuestra situación no era nada buena, pero siempre tienes esa esperanza de mejorar las cosas. Estamos donde estamos porque nos lo merecemos. No hemos estado a la altura de esta categoría, nos ha pasado por encima. Es muy doloroso, una situación que afecta más allá de lo deportivo, también en lo personal. Pedir perdón a la afición", comentó Álvaro Rubio sobre el descenso del Valladolid.
Ahora, con cinco partidos aún por disputar, al Valladolid solo le queda intentar cerrar el curso con dignidad, comenzar a planificar el futuro inmediato y, sobre todo, reflexionar sobre cómo construir un proyecto que permita romper definitivamente con el vaivén constante entre Primera y Segunda. El objetivo vuelve a ser el mismo: regresar, pero esta vez para quedarse.