El regreso a los orígenes de Kepa en su peor momento: sin sonrisas ni confianza y con un futuro incierto
El portero se reencuentra con el Athletic, del que salió como el guardameta más caro de la historia y en una situación radicalmente opuesta a la actual.

Kepa Arrizabalaga (29 años) atraviesa uno de los momentos más complicados de su carrera, por no decir el que más. El portero de Ondarroa llegó al Real Madrid para ser titular indiscutible hasta que Courtois se recuperase y, si el belga no se hubiese lesionado el menisco interno hace 11 días, habría acabado la temporada 24-25 como tercer guardameta, un rol habitualmente reservado a los canteranos y muy alejado de sus expectativas cuando aterrizó en el Santiago Bernabéu.
Lunin le ha ganado claramente la partida al vasco, que este domingo (21:00) se reencuentra con el club en el que se crio y en el que se convirtió en uno de los mejores del mundo en su posición: el Athletic. La entidad bilbaína le traspasó por 80 millones de euros al Chelsea en 2018 (después de que Zidane rechazase su fichaje) y desde entonces nada ha vuelto a ser igual para Kepa, que perdió el sitio en el conjunto blue y vio una posibilidad de relanzar su carrera el pasado verano con su cesión al Madrid.
La oportunidad parecía idónea (volver a España para ser el meta número uno del equipo de Ancelotti), pero el paso de los meses ha degradado su situación. Lleva más de dos meses sin jugar (y no recuperará el sitio salvo contratiempo de Lunin); ha dejado escapar una plaza en la Selección que parecía consolidada (Álex Remiro acudirá a la Eurocopa en su lugar); y afronta un futuro incierto, toda vez que la entidad presidida por Florentino Pérez decidió hace tiempo que no se quedará con él.
A Kepa se le genera ahora un pequeño problema contractual. El 1 de julio volverá a ser futbolista del Chelsea, pero su contrato con los londinenses termina en 2025. Aunque el club inglés tratará de buscarle una salida este verano, es consciente de que resultará muy difícil que algún equipo asuma las buenas condiciones salariales de las que goza el portero. En caso de quedarse en Stamford Bridge, el vizcaíno se arriesga a pasar un curso en blanco y ver reducido su caché a la hora de marcharse como agente libre. Pochettino ya cuenta con dos guardametas de nivel parejo (Petrovic y Robert Sánchez).
Sin la misma sonrisa
Antes de pensar en eso a Kepa todavía le restan dos meses de competición con el Real Madrid, con la obligación de estar preparado por si tuviese que participar. Las semanas de competición que se avecinan, con finales continuas en LaLiga y la eliminatoria de cuartos de Champions ante el City, serán las más importantes de la campaña. Ante una hipotética sanción o percance físico de Lunin, el canterano del Athletic deberá encontrarse listo para intervenir y no bajar el nivel del ucraniano, al que el Madrid renovará en las próximas semanas con una mejora de sueldo.

Sin embargo, cada vez son más las voces en Valdebebas que aseguran que el guardameta ha perdido la sonrisa y la confianza desde su inoportuna lesión ante el Braga. "Ahora mismo es una sombra del Kepa que llegó en agosto", aseguran fuentes internas. Como informó Relevo en febrero, en el Madrid existe la sensación de que la situación le ha superado y que su actitud dentro y fuera del campo lo denota.
Su caída empezó el 8 de noviembre, cuando salió a calentar al césped del Santiago Bernabéu junto al resto de sus compañeros para ser titular contra el Braga en Champions. Sin embargo, durante los ejercicios previos al duelo sintió un fuerte pinchazo en el aductor que le obligó a retirarse a la caseta. Sin él saberlo, aquello era el principio del fin de su sueño doble con el Madrid y con España. Lunin, que había perdido la fe del cuerpo técnico (y del club), se liberó de la tensión que le había atenazado en el pasado. Con poco que perder, el ucraniano realizó grandes actuaciones que generaron un debate en la portería y que han terminado por convertirle en el dueño de los palos. Ese ruido llegó a Kepa durante su recuperación, reviviendo fantasmas del pasado y perdiendo la seguridad. Sus propios compañeros lo notaron cuando regresó con el grupo a finales de mes: "Cuando volvió, no era el mismo".
La amistad con Iñaki
Este domingo, condenado a un rol secundario, vivirá un partido siempre especial ante el Athletic, en el que conserva varios amigos. Uno de ellos es Iñaki Williams, con el que se crio en Lezama y compartió 92 partidos en el fútbol profesional entre el Bilbao Athletic, el primer equipo y la Sub-21. De hecho, sólo Rüdiger (94), Kanté (97), Jorginho (120), Kovacic (127) y Azpilicueta (134) han disputado más encuentros en compañía del de Ondarroa que el mayor de los Williams. Cuando a Yeray Álvarez se le detectó un tumor testicular, ambos se raparon el pelo en señal de apoyo al central.

En la plantilla de Valverde continúan otros muchos jugadores que crecieron en compañía del 'jilguero' Kepa: Lekue (68 encuentros), Raúl García (49), el propio Yeray (42), Muniain (38), De Marcos (34), Vesga (32)... El reencuentro y abrazo con todos ellos supondrá un momento de alegría para él en medio de meses turbulentos.