FC BARCELONA

El crecimiento táctico de Araujo, a tope tras el resbalón Champions: "Míster, ¿qué es el tercer hombre?"

Tras estar parado por una lesión y marcar en Anoeta, el central se pone como objetivo de este curso aumentar su cuota goleadora.

Ronald Araujo celebra su gol ganador en Anoeta./AFP
Ronald Araujo celebra su gol ganador en Anoeta. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El grito de Ronald Araujo en Anoeta, antes del resbalón en la Champions ante el Shakhtar, fue el de todo el barcelonismo. El uruguayo tiró de orgullo para llevarse los tres puntos a Barcelona. Fue el primer gol de la temporada para él. Sacó el alma de delantero centro con la que empezó a pelotear de pequeño para rematar un centro extraordinario de Gündogan. El charrúa tiene dos grandes retos para este curso: mejorar su cifras goleadoras y que las lesiones no le frenen la continuidad.

Desde que debutara con el primer equipo, Araujo ha sufrido lesiones musculares, perdiéndose varios partidos, en cada temporada. Es un caso similar al de Pedri. En este curso ya se ha perdido cinco encuentros con el Barça. Por primera vez esta campaña ha encadenado cuatro partidos consecutivos -Shakhtar, Real Madrid, Real Sociedad y Shakhtar de vuelta- jugando los 90 minutos, con un susto en forma de molestias que finalmente no le impedirá seguir de titular ante el Alavés.

Araujo se ha puesto como reto aumentar su cifra goleadora. "Es algo con lo que tengo que seguir progresando", dijo tras la victoria en San Sebastián. "Estoy contento porque llegó el primero y ojalá puedan venir más", añadió el central. A excepción de la temporada de su debut, el uruguayo ha marcado en todas las temporadas. Lleva mojando como blaugrana desde la 20/21.

La mejor marca de Araujo fue en la 21/22. Cerró el curso con cuatro goles. La campaña a esa anterior anotó dos. El año pasado, únicamente uno. El gol en Anoeta demostró que el charrúa tiene un instinto especial dentro del área. Emergió desde la segunda línea para presentarse en la escena del crimen. Y es que Ronald comenzó su carrera como delantero. Con el paso del tiempo fue atrasando su posición. Antes de recalar en el eje, también fue mediocentro.

«Míster, ¿qué es el tercer hombre?»

El cambio cultural a su llegada a Barcelona era vertiginoso. Por las tardes, tras el entrenamiento matinal, acudía a la ciudad deportiva por su cuenta para mejorar su tacto con el balón. En una de las primeras sesiones de Xavi, Araujo paró el ejercicio. "Míster, ¿Qué es el tercer hombre?", preguntó. En aquel momento el técnico entendió que había mucho trabajo que hacer y que se partía desde una fase muy embrionaria.

El cuerpo técnico comenzó a trabajar con Araujo para que mejorara su toma de decisión. También en gestos técnicos como el desplazamiento en largo, del que Xavi consideraba que lo hacía demasiado bombeado y consecuentemente daba tiempo a la defensa a reorganizarse mientras el balón volaba.

Xavi se lo inventó como lateral de emergencia ante Vinicius, aunque fue Koundé quien actuó durante lateral durante prácticamente todo la última campaña. El entrenador le prometió al francés que volvería a jugar como central cuando el Barça incorporara a un lateral natural. Y con la llegada de Cancelo, Xavi ahora cuenta con cuatro aspirantes a la titularidad: Ronald, Jules, Iñigo Martínez y Christensen. El buen rendimiento de todos ellos le ha llevado a probar hasta con un esquema nuevo, cerrando con tres atrás y proyectando a Cancelo y a Balde. En el filial, mientras tanto, se cultivan dos centrales con un gran futuro: Pau Cubarsí y Mika Faye.

Aprender a escuchar su cuerpo

Otra de las tareas pendientes de Araujo es aprender a rebajar el riesgo de lesiones. Fiando su juego en su físico, Ronald se siente capaz de todo. Y esto le lleva a sobrepasar algunos límites. "Debe aprender a escuchar su cuerpo", remarcan fuentes del vestuario. Piensan lo mismo sobre Pedri, que precisamente reapareció en Anoeta.

A inicios de temporada, en el trofeo Joan Gamper, protagonizó una jugada descriptiva. Sintió un dolor y pidió el cambio. Mientras se preparaba el sustituto, en la siguiente jugada, se tiró el balón largo y esprintó durante 30 metros. Xavi se llevó las manos a la cabeza. Afortunadamente, todo quedó en un golpe. De haber sido un problema muscular, se habría quedado varias semanas en la enfermería. En Hamburgo, donde fue cortafuegos durante todo el segundo tiempo, acabó el partido tocado. Afortunadamente, no fue nada serio.

A sus 24 años, Araujo todavía está en pleno proceso de maduración. A nivel defensivo, su nivel sigue intacto, impecable. En ataque, se marca el reto de sumar goles para el equipo. Y desde el cuerpo técnico, quieren -y necesitan- que aprenda a escuchar su cuerpo.