Mendy se marchó tocado y Camavinga revolucionó el Clásico

La principal novedad en el once de Carlo Ancelotti para el Clásico fue la ausencia de Eduardo Camavinga. El francés, que apuntaba al lateral izquierdo, esperó en el banquillo su oportunidad. En su lugar, Ferland Mendy, quien mantiene su estatus como lateral izquierdo titular a pesar de las continuas lesiones que ha sufrido desde la temporada pasada. Ancelotti no quebranta su férrea confianza en el ex del Lyon, como avisaba en la rueda de prensa previa: "Tiene un poco de ventaja".

Se cambiaron las tornas en el 51' de la segunda parte. Mendy, con molestias, tuvo que ser sustituido antes de tiempo. Se marchó mostrando cierta cojera y preocupando a Ancelotti, que podría volver a perderlo. En su lugar, Camavinga. Las primeras exploraciones indican que no se trata del algo grave pero, si se ve obligado a descansar algún partido, podría recuperar el puesto en el que tan bien le fue el año pasado.

40 minutos muy bien aprovechados por Cama -así lo llaman en el vestuario-. Cambio la tendencia negativa del Real Madrid, superado durante prácticamente todos los tramos del encuentro. Actuando por dentro, como un centrocampista más, generó desconcierto en la defensa culé. Después, en defensa, secó a Raphinha, como en aquel Clásico de Copa del Rey de la temporada pasada.

Molesto por no poder encontrar regularidad en la participación y por tanto, en su juego, pelea por conseguir más protagonismo. Su gente le tranquiliza y le anima a seguir peleando, convencidos de que su talento le llevará a lo más alto, pero no encuentra las oportunidades. Cuenta con la confianza total del club y del cuerpo técnico, pero esto no siempre se traduce en titularidades.

Camavinga acabó como uno de los mejores en el último Clásico, aquel que se llevó el Madrid por 0-4 destrozando al Barcelona en el Camp Nou. Secó a Raphinha mostrando su mejor versión defensiva, además de aportar mucho en ataque actuando como un centrocampista más en fase ofensiva. Durante aquella época encadenó una decena de encuentros en la posición, supliendo las lesiones de Mendy, y destacó aunque a él nunca le gustó ese rol.

A pesar de sobresalir en las diferentes posiciones en las que puede jugar, Camavinga no acaba de encontrar su sitio. Como interior, ha adelantado a Modric, pero no a Kroos y Valverde. En el pivote, su "mejor posición" según Ancelotti y en la que más le gusta jugar, Tchouameni se ha convertido en indiscutible. Ni siquiera en el lateral, donde menos competencia tiene, ha podido hacerse un hueco.

Esto no quiere decir que no sume minutos. Es de los pocos futbolistas de la plantilla que ha disputado al menos un minutos de todos los partidos de esta temporada (13). Como él, Rüdiger, Valverde, Rodrygo y Tchouameni. Suma 758' minutos y está entre los nueve hombres que más han jugado.

Es uno de esos futbolistas que la directiva quiere ver sobre el terreno de juego. El presidente es el primer enamorado de su juego. Forma parte de la nueva generación blanca que ya arrebata los mandos del equipo a los veteranos, pero le está costando más que al resto ganarse la titularidad. Mientras que Bellingham, Vinicius o incluso Rodrygo empiezan casi siempre, Camavinga no tiene la misma suerte.