Rodrygo, ante la coyuntura de ser titular o revulsivo

El Real Madrid arrancó la temporada 2023-24 con una composición anómala de su plantilla: sólo cuatro delanteros, de los cuales únicamente uno (Joselu) es 'nueve' puro. Los otros tres (Vinicius, Rodrygo y Brahim) están más cómodos partiendo desde alguna de las bandas o incluso por detrás del delantero. Una planificación que escondía una estrategia: esperar a Mbappé.

Esta situación despejaba el terreno para la explosión definitiva de Rodrygo, después de varias temporadas en las que había sido decisivo sin asentarse como titular. De hecho, sus momentos más recordados con la camiseta del Real Madrid son sus goles como revulsivo en la Champions de 2022, la de las remontadas históricas.

El plan del club (y de Ancelotti) pasó por no tapar el sitio a los jóvenes con algún futbolista veterano (Kane) que restase minutos a jugadores que pedían a voces una oportunidad como indiscutibles, especialmente Rodrygo. Así empezó el curso, con su puesto en las alineaciones consolidado.

Sin embargo, la temporada del brasileño hasta el momento ha estado repleta de altibajos, con grandes rachas (seis goles en cinco partidos en noviembre) y con otras épocas de sequía (apenas tres tantos en 15 encuentros en 2024). Un rendimiento irregular que le llevó al banquillo en el último partido de Champions, la vuelta de octavos ante el Leipzig, en el que Ancelotti prefirió poblar el mediocampo (cinco centrocampistas) e improvisar con Bellingham como 'falso' nueve.

Los números de Rodrygo a estas alturas son buenos (13 goles y ocho asistencias), el problema está en que ha alternado partidos sobresalientes con otros muy discretos. Su cuenta pendiente es la regularidad, algo para lo que aún tiene tiempo, porque el equipo entra ahora en la fase decisiva de la temporada.

¿Dónde va a jugar Mbappé? Esa es la gran pregunta en las últimas semanas y también la principal amenaza para Rodrygo ante el más que probable aterrizaje del francés en el Bernabéu la próxima temporada. El delantero del PSG no quiere jugar por la derecha, así que si Vinicius mantiene su rol (en la izquierda) las opciones se reducen a un 4-3-3 con Kylian en punta y Rodrygo en la derecha o por seguir con el sistema actual (4-4-2) con Vinicius y Mbappé en la punta de ataque.

Las temporadas son largas y habrá minutos para todos, como siempre ocurre en un Real Madrid que suele acercarse (a veces los supera) a los 60 encuentros por temporada. Pero Rodrygo tiene por delante tres meses en los que cuenta con la oportunidad de dar un puñetazo en la mesa y demostrar que puede tener la regularidad que exige la condición de titular en el club blanco. Después, si llega Mbappé, será problema de Ancelotti la manera en la que encajarlo… manteniendo su rol actual (titular) o volviendo al papel de revulsivo que tan bien funcionó en el pasado. Su primera oportunidad para brillar es ante el Celta, partido en el que presumiblemente será titular.