Rodrygo se rebela sin Vinicius y ante la amenaza de lo que está por venir en el Real Madrid

Después de liquidar al Athletic con dos golazos, Rodrygo (23 años) volvió a enfrentarse a una batería de preguntas sobre su futuro: "¿Qué vas a hacer si viene Mbappé? ¿Arriba ya sois muchos, no? ¿Qué le dices a los que te quieren vender?". El brasileño, tan elegante en el campo como dicharachero ante los micrófonos, regateó a los periodistas como antes había hecho con Vivian: "Creo que Kylian está cerca, por lo que ustedes dicen… pero yo sólo pienso en terminar bien esta temporada. El problema del año que viene, si existe, lo tendrá el míster".

Fue su manera de reafirmar de palabra que él no se mueve de Madrid. Antes ya lo había explicado sobre el campo, con un partido sublime en ausencia de Vinicius y en el que lo hizo prácticamente todo bien. En lo deportivo, con su doblete; y con detalles que cuentan, como dedicar el 1-0 con un gesto muy cariñoso a Jaime Salom (fisioterapeuta que perdió recientemente a su madre y al que también apoyó en redes sociales) y volcarse con Militao en su regreso. Tras el encuentro, de hecho, dijo estar "más contento" por su amigo Éder que por decidir la victoria del equipo.

En cualquier caso, su actuación sobre el césped sirvió a Rodrygo para rebelarse ante lo que está por venir en el club, que entre otras cosas es el fichaje de Mbappé. El paulista no marcaba desde el 10 de febrero y había experimentado un pequeño atasco antes del parón (siete citas consecutivas sin anotar), pero se reencontró con la alegría del gol cuando volvió a una de sus demarcaciones favoritas: la banda izquierda, a la que cayó más ante la baja de 'Vini'.

No parece una casualidad que el ex del Santos muestre su mejor cara cuando parte desde ese costado. Contra el Athletic inició el partido en la posición de delantero, pero protagonizó desmarques constantes hacia el lado zurdo y, en ocasiones, intercambió su puesto con un Bellingham que repitió como volante. De hecho, la gráfica de posiciones medias revela que jugó más volcado a la izquierda que el propio centrocampista inglés.

Él mismo reconoció en la zona mixta que se encuentra mejor ahí que en la derecha, su ubicación habitual. "Es verdad, es verdad… Desde la izquierda lo hago mejor, también porque el estilo del equipo beneficia al que juega por ahí, pero quiero hacer estas cosas por la derecha", aseguró. Y lo cierto es que no le va a quedar más remedio, porque ya sabe que la izquierda es de Vinicius… y del monstruo que llegará.

A falta de ver cómo encaja Ancelotti al 7 y al francés, parece claro que ambos se repartirán el dominio de esa banda y cohabitarán. En el PSG, Kylian suele actuar como delantero 'mentiroso' en el 1-4-3-3 que ha implantado Luis Enrique. Sale desde el centro, pero sin obsesionarle la posición de partida y con tendencia a volver a la izquierda, la posición en la que juega con Francia y desde la que de verdad amenaza. Con dos gigantes deseando adueñarse de ese sector, Rodrygo tendrá que amoldarse a la derecha... aunque sus cifras sean sensiblemente mejores si está en la izquierda: de sus 10 dianas en Liga este curso, ha producido siete cuando ha jugado en el ala zurda y sólo tres desde la derecha.

Ancelotti, uno de sus grandes aliados, le echó un capote refiriéndose al tema: "Todo el mundo puede decir que se encuentra mejor en la izquierda, pero para mí juega bien en cualquier sitio. Marcó dos goles en una semifinal de Champions desde la derecha. Con Vini puede convivir bien, y convive". Por la mente del italiano no pasa la salida del brasileño (tampoco por la del club) y sabe que tendrá que volver a agitar la varita para buscarle encaje.

Rodrygo, mientras tanto, ya piensa en mantener su mejor nivel mirando al City. Saca su versión más killer cuando huele la primavera y desea asumir la responsabilidad de eliminar otra vez a los de Guardiola, que todavía sueñan con él desde que liderase la trama de las remontadas imposibles en 2022. Ese es, ahora, su único objetivo, sin importarle su demarcación ni lo que opinen desde fuera. De hecho, su preferida no es la de extremo izquierdo, sino de la mediapunta, pero sabe que es propiedad de Jude; la única que detesta, la de '9' puro, la abandonó desde que el Madrid juega con dos referencias.

Como informó Relevo el pasado 20 de febrero, la contratación de Mbappé no obligará al Real Madrid a vender a ninguna estrella. De hecho, desde las oficinas de Valdebebas consideran a Rodrygo (también a Vinicius) como un intocable y no se plantean hacer caja con un hipotético traspaso a la Premier. Salvo que algún club quiera tirar la casa por la ventana -que puede suceder-, y el propio futbolista afectado acepte cambiar de aires, no saldrá nadie de peso o que sea indiscutible. Se hará así por política deportiva, en primer lugar, y porque la estrategia económica de ahorro en las contrataciones, trazada en los últimos años con la intención de acometer sin problemas el fichaje de Kylian, permitirá que se pueda hacer hueco a un galáctico como este sin necesidad de tener que prescindir de nadie o ingresar para equilibrar las cuentas.

Rodrygo siempre ha sido el ojito derecho de Florentino Pérez, que no quiere que el aterrizaje de Mbappé frene al paulista y anhela que Ancelotti dé con la manera de encajar a todas las piezas. También a Endrick, que marcó la semana pasada en Wembley y en el Bernabéu y cuenta las semanas para mudarse a Valdebebas. No será sencillo, pero si alguien puede hacerlo, confían desde la entidad, es Carletto.

Para armar su plan resultará clave poder adaptar a distintos roles a Rodrygo, que viene de jugar en tres posiciones diferentes en los últimos ocho días entre Brasil y el Madrid. Destacó en todas y ayer alcanzó los 15 goles esta temporada. Sumados a sus nueve asistencias, ha participado en 24 tantos en 42 partidos. Son números positivos, pero que confía en mejorar para seguir ganándose un sitio en el Madrid del futuro. Este domingo, Mbappé volvió a poner "carita" y a protagonizar el último y "agotador" capítulo en su guerra fría con Luis Enrique tras ser cambiado en el 64'; Rodrygo, mientras, puso en pie al Bernabéu y reivindicó su sitio... venga quien venga en verano.