El rombo de Ancelotti siembra dudas en el vestuario del Real Madrid
Algunos pesos pesados advertían desde hace semanas las lagunas que aún tiene el nuevo sistema.

El primer tropiezo del Real Madrid esta temporada, en el derbi ante el Atlético en el Metropolitano, ha escocido mucho a todos los niveles dentro de Valdebebas, por el rival y también por la forma en la que se cayó, con fallos groseros en defensa y con poca capacidad de reacción en la segunda mitad, donde los de Simeone apenas sufrieron para detener los ataques del equipo madridista.
En el vestuario las principales dudas llegan por el sistema utilizado por Ancelotti esta temporada, ese rombo que no es nuevo para el técnico italiano (lo utilizó en el Milan y en el Chelsea) pero que sí rompe por completo con lo que se ha hecho en el club blanco en las últimas temporadas. Esta táctica mejora la adaptación de Bellingham y a la vez perjudica a otros jugadores que no están todavía acostumbrados al nuevo rol.
Algunos veteranos han expresado en las últimas semanas sus dudas sobre hasta qué punto este rombo es sólido ante los rivales más exigentes. Creen que la forma ajustada en la que se ganó a rivales teóricamente inferiores como el Getafe o el Unión Berlín en el Bernabéu fueron un aviso. Más advertencia aún supuso la superioridad mostrada por la Real Sociedad en esa primera mitad donde sólo la falta de acierto de los donostiarras impidió un resultado más abultado al descanso.
El 3-1 contra el Atlético confirma las malas sensaciones que sienten algunos jugadores con esta nueva táctica. Bellingham ha mostrado un nivel superlativo (seis tantos en siete partidos), pero otros jugadores que deben ser muy importantes aún están en proceso de adaptación a su nuevo rol: llama la atención el caso de Rodrygo, con sólo un gol en siete partidos. El brasileño está mucho más vigilado por los centrales y pierde capacidad de sorpresa cuando es la referencia ofensiva.
Problema en las bandas
El nuevo sistema, de momento, es débil en los espacios que se generan en las bandas, donde los laterales deben ocupar todo el carril. Esto, sobre el papel, exige mucho a los interiores, que deben apoyar en defensa para evitar que el rival tenga superioridades fáciles en los costados, un problema que se evidenció especialmente contra el Atlético: los tres goles llegaron con centros desde la derecha. El Madrid había aprovechado el gran inicio de temporada de Carvajal (titular en los cinco primeros encuentros), pero cuando el canterano cayó lesionado todo el equipo se ha resentido.
En ataque, Rodrygo no se ha adaptado y está por ver qué versión da Vinicius cuando reaparezca, puesto que se ve obligado a alejarse en muchos momentos de la banda, su hábitat natural. Además, el sustituto de Benzema es Joselu, un delantero centro puro que vive cómodo en el área y con extremos que le den balones en zona de remate. Sus condiciones se adaptan mejor a un 4-3-3 que le permita vivir con más frecuencia dentro del área.
Debilidad en defensa
En la parcela defensiva, los jugadores sufren en la presión, porque es un sistema totalmente distinto a la hora de intentar el robo en una zona u otra. Esos desajustes se han evidenciado en los goles que ha recibido el Real Madrid esta temporada, muchos de ellos en la fase inicial de los partidos, cuando aún no había tiempo para detectar los puntos fuertes del rival.
Hay que poner todo en perspectiva y es sólo la primera derrota de la temporada en un escenario complicado, uno de los estadios en los que entra dentro de lo previsible dejarse algún punto. Lo que sí es evidente es que a Ancelotti aún le queda mucho trabajo por delante si insiste en este dibujo. Por un lado, para corregir los errores que han costado goles en este tramo inicial y por otro, para que los futbolistas que aún no se han adaptado a los nuevos mecanismos lo hagan lo antes posible.