Rubén Baraja pide a su vestuario 'responsabilidad' tras el expediente a Rafa Mir

Han sido días complejos para Rubén Baraja. El 'caso Rafa Mir', consecuencias legales y juicios al margen, ha supuesto un caso de indisciplina en su vestuario que ha acabado con una sanción interna y con el jugador dos partidos mínimo apartado. Mir fue apuesta personal de Baraja, de hecho no todas las voces del club veían tan claro su fichaje, de ahí que haya sido el más duro en la reunión que se ha dado hoy entre Javier Solís, Lay Hoon y el propio técnico con el delantero murciano.

Baraja ha querido dar un golpe en la mesa. Primero con Mir, pues ha sido el vallisoletano quien ha impulsado la sanción de mínimo dos partidos para su jugador una vez la entidad le trasladó que a nivel contractual no iban a cortarle. Pero segundo, el Pipo quería mandar un mensaje a su vestuario: que sea la última vez que un jugador del Valencia protagoniza un escándalo nocturno y responsabilidad en el tiempo libre de cada uno.

Y es que Baraja ha tenido una charla con su plantilla. En las horas previas al entrenamiento del lunes, Baraja pidió a sus jugadores responsabilidad con la situación que vive el club y que tenían un deber muy importante para sostener la entidad. El Pipo estaba cabreado por la situación en general y quiso dejar claro que, aunque él no es de meterse en la vida privada de sus jugadores, el que no tenga una actitud responsable fuera de su horario laboral no jugará.

Baraja no quiso puntualizar situaciones concretas porque para él, cada jugador sabe bien lo que significa ser 'responsable' con la situación que vive el club, que lleva 1 de 12 en liga y no gana desde el pasado mes de abril. No ganar no significa que sus jugadores no puedan tener vida, ni mucho menos, pero Baraja insistió: responsabilidad.

Evidentemente, El Pipo es sabedor de que muchos jugadores salen a tomar algo cuando al día siguiente hay libre, él no se opone a ello de hecho para el técnico es bueno que esto ocurra porque sin ir más lejos, esa misma noche tras empatar ante el Villarreal varios jugadores se fueron a cenar juntos, lo que deja a las claras que los malos resultados no empañan el ambiente del grupo.

Rubén ha fomentado ese ambiente de familiaridad que hay dentro del equipo, de hecho esa fue una de sus primeras medidas a inicios de la campaña pasada al percatarse que en el anterior vestuario (el de los Cavani, Lino y compañía), no había amiguismo alguno y cada jugador iba a su aire. Baraja da libertad a los suyos para cenas, tomar algo y demás cuando al día siguiente tienen libre y eso es algo que ha de quedar claro.

Pero una cosa no quita la otra. Rubén ya ha demostrado que no le pesa apostar por jóvenes si jugadores afianzados no cumplen y aunque ni mucho menos se está en esa situación como hace dos años, el entrenador ha querido volver a insistir a sus jugadores en que tengan esa implicación que el año pasado les hizo ganar tantos partidos.