VALENCIA CF

Rubén Baraja no quiere la "excusa" de Peter Lim

En el Benito Villamarín quedó al descubierto la pésima planificación de Lim, pero Baraja se centra en lo suyo: su equipo ha encajado el 40% de los goles a balón parado.

Baraja en el Villamarín. /EFE.
Baraja en el Villamarín. EFE.
Nacho Sanchis

Nacho Sanchis

El Valencia cuajó en el Benito Villamarín uno de los peores partidos en la 'era Baraja'. Un duelo que se saldó con un doloroso 3-0 contra un Betis que no dio la sensación de que pisara el acelerador en ningún momento. La realidad que le tocó vivir al equipo che, con solo 12 jugadores de campo del primer equipo convocados, fue un claro ejemplo de la pésima gestión del máximo accionista, Peter Lim, al permitir que 'su' equipo se plantara en un partido de LaLiga con tan pocos futbolistas de la primera plantilla. Sin embargo, Baraja no buscó excusas y miró a su plantel al término del partido y no a los despachos.

"Esta es nuestra realidad, pero nosotros hemos ayudado mucho a que el Betis nos pase por encima. No hemos ido al 200%, tenemos mil excusas pero jugando así no ganaremos porque no hemos estado al nivel", dijo el técnico al término del partido. Las palabras del entrenador no se deben tomar a la ligera porque engloban un mensaje que lleva mandando a los suyos desde el inicio de la pretemporada: Peter Lim no va a servir como excusa.

El entrenador es plenamente consciente de la realidad que tiene el Valencia actual, pero también sabe que ese señalamiento al presidente, el gran culpable de esta situación, sirvió de excusa a algunos jugadores la temporada pasada para relajarse y no asumir la responsabilidad que les correspondía en la lucha por la permanencia. Por ello el entrenador fue claro con sus futbolistas en una de las charlas de pretemporada y les quiso dejar claro que les iba a exigir lo máximo, independientemente del equipo que configurara Lim al cierre del mercado.

Baraja sobre la exigencia de su equipo. Relevo/LaLiga

Ante el Betis, el Valencia perdió por una diferencia de más de un gol por tercera vez en los 25 partidos que ha entrenado Rubén Baraja, quien se marchó con la sensación de que, si bien la victoria era casi imposible, su equipo no compitió como sí lo ha hecho en otras ocasiones en las que también contaba con bajas. Baraja nunca va a poner en el ojo del huracán a sus jugadores con frases que pongan en duda su nivel, porque es consciente de que a sus predecesores eso les costó perder al vestuario (cuando Bordalás dijo "no nos da" al término de un Valencia-Barcelona, a sus jugadores no les sentó nada bien). Por ello se centra en pedirles que, pese a todas las dificultades que tienen (la mayoría impuestas por Peter Lim), se mantengan siempre en partido.

El balón parado, causante del 40% de los goles encajados

Una de las razones por las que Baraja se marchó muy enfadado de Sevilla fue porque su equipo volvió a conceder goles a balón parado, dos concretamente. La sensación que quedó en el cuerpo técnico es la de que el equipo estaba resistiendo bien al Betis durante toda la primera parte, hasta que al filo del descanso llegó el tanto que ya hizo imposible sumar un resultado positivo.

El Valencia contaba con Javi Guerra (1,87), Pepelu (1,85), Diakhaby (1,92), Cenk (1,90), Paulista (1,87), Mosquera (1,91) y Yaremchuk (1,91) y aun así encajó dos tantos a pelota parada. Desde que llegó el vallisoletano al banquillo su equipo ha encajado 29 goles y 10 de ellos han sido a balón parado. Esta campaña, de estos últimos, un total de cuatro. Este aspecto dejó especial mosqueo en el entrenador, que trabaja en Paterna más de la cuenta esta faceta y consideraba que hasta la fecha su equipo no lo había hecho mal (dos goles en siete partidos hasta ayer). Pero en el Villamarín todo se desmoronó.