El runrún del Johan Cruyff del "Barça sí, Laporta no" que frunce el ceño del presidente y es gasolina para la oposición

El Barça Atlètic se juega el ascenso a la Liga Hypermotion. El partido de ida ante el Córdoba se disputó en el Johan Cruyff ante más de 5.000 espectadores en la mejor entrada del curso. El empate a uno deja la final abierta para el choque de vuelta en el Nuevo Arcángel del próximo domingo. Laporta disfrutó con el filial, especialmente con la competitividad mostrada en la segunda mitad. El equipo de Rafa Márquez no renunció nunca al ataque y encontró el premio final con el tanto del 'Pocho' Román. Esta es la filosofía que gusta al presidente, que acabó el choque aplaudiendo desde el palco del Johan Cruyff.

A partir de ese momento, se jugó otro partido, y en este Laporta no estuvo a gusto. Según ha podido saber Relevo, el presidente azulgrana acabó "muy enfadado" el choque y así se lo hizo saber a su círculo de confianza, con quien departió al acabar el encuentro. En un par de ocasiones se pudieron escuchar gritos de "Barça sí, Laporta no" procedentes de una zona concreta del estadio, tal y como ya sucedió en el anterior partido de playoff ante el Ibiza o ante el Nàstic de Tarragona.

Laporta acepta la crítica, pero no le gusta cuando directamente se personaliza en su figura. Esta temporada, ya vivió algún capítulo similar en Montjuïc. En medio de todo el caso Xavi y en el duelo ante la Real Sociedad, la 'Grada d'Animació' gritó "Barça sí, Laporta no" y "el Barça somos nosotros" poco antes del gol de Lamine Yamal que sirvió para aplacar los ánimos. Cánticos que se repitieron en la despedida del Estadio Olímpico ante el Rayo Vallecano a pocos días de confirmarse la destitución del egarense. "Xavi, sí, Laporta, no" y gritos de "Laporta, dimissió", nuevamente del mismo sector.

Estos cánticos y el posicionamiento claro del grupo de animación del Barça aparecen en un momento delicado a nivel institucional. A la oposición ya sabida del excandidato a la presidencia del Barça e impulsor de Sí al Futur, Víctor Font, se le ha unido en las últimas horas otro grupo opositor encabezado por Joan Camprubí, nieto del presidente Agustí Montal (1969-1977) y que se presentarán en sociedad en los próximos días pensando en las elecciones de 2026, pero sin descartar un voto de censura previo.

De hecho, varios socios y socias referentes del club han tanteado en los últimos meses a personalidades importantes del barcelonismo para conocer su opinión en caso de una futura moción de censura. El no tener partidos en el Camp Nou no ayuda a que prospere teniendo en cuenta la dificultad para movilizar a la gente. En cualquier caso, Laporta está confiado en hacer una gran temporada con la llegada de Hansi Flick, pero también es consciente de que es su última oportunidad para que no salte todo por los aires.