SEVILLA FC

Sampaoli, en el foco del desastre

En la grada y en el propio club se cuestionan algunas de las decisiones tomadas por el técnico argentino.

Jorge Sampaoli da instrucciones ante Osasuna./EFE
Jorge Sampaoli da instrucciones ante Osasuna. EFE
Alonso Rivero

Alonso Rivero

Después de un año duro, los últimos resultados en casa trajeron cierta ilusión a Nervión, cortada de raíz por la derrota ante Osasuna. El vestuario estaba tocado, algunos miembros importantes del club también. Tal y como estaba la liga se apreciaba que con una victoria ayer la inercia sería favorable para incentivar al grupo con la pelea europea. Un objetivo difícil pero más sano mentalmente para un club que no está acostumbrado a luchar por la quema.

La derrota de anoche ha abierto una herida importante en el Sevilla. O más bien la ha reabierto, porque nunca llegó a cicatrizar. La grada ya mostró durante esta temporada que tenía claro que los culpables estaban en los despachos. La mala planificación en verano por parte de la dirección deportiva o la pasividad en la toma de decisiones por parte del consejo, incrementaron las críticas incluso con manifestaciones en los aledaños del Ramón Sánchez-Pizjuán.

Ahora parece que también se ha perdido la fe en Jorge Sampaoli, el único que había salido indemne de esta caótica situación deportiva. Sus movimientos desde el banquillo son difícilmente explicables aún teniendo en cuenta las innumerables bajas en algunas posiciones. La última fue la de ayer. La entrada de Alex Telles y Gonzalo Montiel para sacar del campo a Fernando y Jesús Navas, desorganizan a una defensa ya de por sí debilitada, cuando el gol de En-Nesyri había metido de nuevo en el partido a los andaluces.

Otra de las decisiones que se cuestionan internamente es la insistencia del de Casilda en la utilización de un falso '9'. Ante el PSV en competición europea y ante el Rayo Vallecano en Liga, los sevillistas empezaron a perder protagonismo en ataque y por lo tanto a sufrir más en defensa cuando Sampaoli decidió reemplazar la figura de su ariete por un jugador de banda en esa parcela del campo. O el planteamiento ante el Barcelona, con una racanería ofensiva que sorprendió a propios y extraños.

La imagen ofrecida con los enormes papeles con instrucciones tácticas tampoco ayuda a transmitir la sensación que desde el césped, los jugadores tienen claro cuál es el plan a seguir. Y mucho menos cuando ante Osasuna, el propio Acuña arrebata el folio a Oliver Torres para lanzarlo al suelo. Sampaoli pierde crédito ante una grada que ya no sabe a qué agarrarse para no sufrir demasiado en una temporada aciaga.