CELTA - REAL MADRID

Santi Cañizares revive su polémica marcha del Celta al Real Madrid: "No actué bien, pero aquel contrato solucionaba muchos problemas que tenía mi familia"

El portero repasa en Relevo su trayectoria en ambos equipos y analiza el partido de este fin de semana.

Santi Cañizares, en un partido con el Celta. /EFE
Santi Cañizares, en un partido con el Celta. EFE
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Santiago Cañizares (Madrid, 1969) comunica igual o mejor de lo que paraba los disparos de los delanteros rivales, y eso son palabras mayores. Tres fueron sus equipos durante los más de 15 años que jugó en Primera División, y dos de ellos se enfrentan este fin de semana. El exinternacional español hace repaso de cómo llegan Celta y Real Madrid a un duelo que ve opciones para ambos, pero sobre todo se sincera sobre sus etapas en uno y otro equipo. Cómo el conjunto vigués fue "trascendental" en su vida deportiva, su polémica salida rumbo al Madrid hace ahora 20 años, sus pocas oportunidades en Chamartín, sus visitas posteriormente a ambos estadios y también "un dolor que he tenido durante toda mi carrera".

¿Cómo ve el partido de este fin de semana entre Celta y Real Madrid? ¿Cómo ve a ambos equipos?

Ambos equipos están dentro de los objetivos que se han marcado para esta temporada. El Real Madrid para ganar la Liga, donde tiene todas las opciones a pesar de que no está en su mejor momento ni con su mejor juego. Y el Celta es un equipo para no pasar apuros, no los está pasando y creo que no los tendrá. Otros años se crearon más expectativas y quizás eso resultó negativo, porque el equipo no empezaba bien. Este año lo veo muy solvente como para estar en la zona cómoda y luego ya veremos si puede aspirar a algo más. Lo veo de mitad hacia arriba, no de mitad hacia abajo y seguro que no me va a dar tantos apuros como estos años.

¿Condiciona más la baja de Aspas en el Celta o la de Carvajal y quizás Militao en el Madrid?

El Madrid tiene más jugadores y está claro que las bajas siempre son importantes y trascendentes. Las bajas de Carvajal o Militao, molestan, pero tienen más jugadores que el Celta, que cuando tiene una baja importante, y en este caso es la más importante porque para mí Iago Aspas es el mejor jugador que he visto yo con la camiseta celeste, no solamente pierde un jugador de fútbol, sino también un líder y un referente. Es una lástima para el Celta y para el espectáculo. Si le preguntas al entrenador o a cualquier aficionado del Celta qué jugador querría que jugase, seguro que te dirían que Iago Aspas y luego todos los demás.

Santi Cañizares revive su polémica marcha del Celta al Real Madrid: «No actué bien, pero aquel contrato solucionaba muchos problemas que tenía mi familia»

¿Qué le parece la figura de Claudio Giráldez?

Tiene ese don que tienen todos los entrenadores de cantera. Primero, estar preparado y conocer bien su profesión, y segundo, conocer perfectamente a sus jugadores. Tiene un conocimiento absoluto de la plantilla. Creo que el Celta años anteriores ha explorado demasiado con los entrenadores, en situaciones arriesgadas con técnicos que no habían entrenado antes en la Liga. Algunos le han salido bien, pero la mayoría no. Se demuestra que esos entrenadores que estaban preparados y que conocen perfectamente a los jugadores y la idea del club, al final son los más rentables porque conocen lo que pueden hacer sobre el terreno de juego y lo que necesita cada jugador. Hay quien necesita que se le apriete, se le presione, y quien necesita calma, tranquilidad y confianza. Y Claudio conoce personalmente a cada uno de sus jugadores y eso es muy importante.

¿Y la llegada de tantos canteranos en los últimos meses?

La llegada de tantos jóvenes canteranos responde a esto, a que su entrenador los conoce, sabe perfectamente cuál es su nivel y de alguna forma los protege porque ellos saben que hay un entrenador que confía en ellos porque han mejorado con su entrenador. Esos chicos son mucho más con Claudio Giráldez que con cualquier otro entrenador.

¿Cambia mucho el Real Madrid con Courtois o sin Courtois?

Courtois es el número 1, el Messi o el Cristiano Ronaldo de los porteros. Es indiscutible en cualquier sitio, en cualquier lugar y en cualquier situación. Jugar sin Courtois es peor que jugar con Courtois, eso es una evidencia, con independencia de la calidad del recambio. En este caso, Lunin ofrece siempre una garantía y una estabilidad en la portería, pero Courtois da un plus que no lo da ningún portero.

El equipo blanco no ha empezado del todo fino. ¿Es preocupante?

Por supuesto que es preocupante, porque al final tiene que ganar siempre y no tiene tiempo para hacer experimentos. Es un equipo con muchísima presión, donde una derrota trae consigo una crisis y es evidente cuando no empieza bien y no saca adelante los partidos con solvencia, hay cierta preocupación, es normal. Está en ese periodo de cambio de rumbo después de que figuras importantes se hayan marchado y a veces cuesta. Tiene un equipo que propone mucho, donde todos los futbolistas juegan hacia delante pero donde pocos son capaces de mantener el ritmo y el control del juego. Por eso la figura de Modric ha vuelto a emerger, porque no hay jugadores con esas condiciones, sino que son verticales, excelentes, pero con ese perfil. Se echa en falta a alguien que sepa manejar el ritmo, que sea un alivio cuando hay cierta presión y le das la pelota porque la cuida mejor que nadie. Estoy hablando de Toni Kroos y la única figura ahora mismo en el Real Madrid que se pueda parecer a él es Modric, por eso está siendo más importante que en años anteriores.

Haciendo un viaje al pasado. ¿Cómo recuerda su etapa como jugador del Celta?

Una etapa muy bonita para mí, lo primero. Fue mi debut en Primera División, donde el Celta me ofreció esa posibilidad con toda la confianza de Pedro Herrera, director deportivo por aquel entonces, y de Txetxu Rojo. Para mí aquello fue maravilloso, porque además la ciudad de Vigo me acogió muy bien. Yo pasé dos años maravillosos y no he sentido nunca tanto cariño en un estadio como el que me daban en Vigo. Yo era un chico que emergía en Primera, que necesitaba confianza de su entrenador y la tenía, que necesitaba confianza de sus compañeros y la tenía, que necesitaba confianza de su afición y la tenía… Cuando cometía un error, en lugar de censurarme, criticarme y ser duro conmigo, era todo lo contrario. Era una situación muy cómoda para jugar al fútbol, pasé dos años maravillosos y tengo un recuerdo excepcional de Vigo.

Por aquel entonces, usted estaba empezando su carrera deportiva como quien dice. ¿Fueron importantes Vigo y el Celta en ella?

Diría que más que importante, Vigo y el Celta fueron trascendentales en mi carrera. Por lo que comenté de dar un salto y jugar en Primera División. Un equipo que además defendía muy bien y eso nos permitió, los dos años que yo estuve, salvarnos sin pasar apuros e incluso la segunda temporada jugar una final de la Copa del Rey. Yo pasé de ser un jugador bueno en Segunda División a ser un jugador internacional, ir a un Mundial y fichar por el Real Madrid en tan solo dos años. Fue trascendente más que importante.

Tengo una espina clavada, y es esa final de Copa que perdimos en 1994 contra el Zaragoza. No éramos favoritos, llegamos a los penaltis e incluso en la segunda parte de la prórroga tuvimos un hombre más… Confiábamos en que íbamos a ganar esa tanda de penaltis, quizás hasta con exceso. La perdimos y fue un palo muy grande porque hubiese sido el primer título en su historia y a mí me hubiese gustado dejar al Celta en lo más alto. Es un dolor que he tenido en toda mi carrera, no haber parado ningún penalti en esa tanda porque lo habíamos hecho muy bien y todo el mundo tenía la confianza de que yo lo hiciera mejor.

En 1994 cambió el Celta por el Real Madrid. ¿Cómo recuerda aquel fichaje?

No fue una decisión sencilla y estuvo muy marcada por los problemas personales que en ese momento tenía. Una familia donde no éramos ricos, donde había habido una crisis muy importante en 1991 y donde lo estábamos pasando muy mal. Yo necesitaba ese contrato que me ofreció el Real Madrid para sacar adelante a mi familia. No hice las cosas de la mejor forma, porque hice un precontrato con el Madrid aún con contrato en vigor con el Celta. Antes se podían hacer esas cosas y ahora no, pero aquel contrato solucionaba muchos de los problemas que por aquel entonces tenía mi familia.

Hubo mucho ruido en Vigo alrededor de su salida aquel verano. ¿Lo consideró injusto?

El aficionado no entendió que yo hiciera un precontrato con el Real Madrid sin contar con el club, aunque luego el Celta cobró un traspaso en forma de jugadores. El aficionado vigués no lo entendió. Yo también tuve mis diferencias con el presidente porque le pedí un dinero adelantado para poder sacar los problemas que tenía, él se negó y de alguna forma era una situación entre el presidente y yo. En cualquier caso, yo no actué bien. Lo sé, lo comprendo y he pedido perdón en muchas ocasiones.

¿Cómo fue para usted su etapa en el Real Madrid?

Agridulce. Bien, porque yo llego en el 94 con el objetivo de ganar una Copa de Europa, que llegaba muchos años sin conseguirla y así me lo manifiesta Ramón Mendoza el día que firmo mi contrato. Ese objetivo lo cumplí con ese grupo fantástico que ganó la Champions en el 98. Además, yo jugué muchos partidos de Champions esa temporada, más de la mitad, pero en el cómputo global no pude jugar todo lo que hubiese querido, no pude tener una solidez de titularidad indiscutible y por eso me marché.

Cañizares, en un partido con el Real Madrid.  EFE
Cañizares, en un partido con el Real Madrid. EFE

Después, cuando ya llegó al Valencia, ¿cómo era jugar en Balaídos y el Bernabéu?

Para mí siempre ha sido especial jugar contra los equipos donde he estado. Con el Madrid tuve la oportunidad de jugar un día en Balaídos que se presentaba difícil, porque ellos se estaban jugando el descenso y nosotros ya habíamos ganado esa Liga. Y me tocó jugar, que yo era el suplente. Perdimos 4-0 y no hubo color. Hubiese sido duro mandar al Celta a Segunda, sinceramente. Y jugar en el Bernabéu, lo mismo. Ha sido siempre especial porque encuentras unas sensaciones nunca malas, siempre buenas. Creo que el jugador debe estar agradecido a los equipos por los que pasa, con independencia de que le haya ido bien o mal, porque en todos se forma. Fueron etapas muy distintas, pero para mí el Valencia, el Celta y el Madrid en Primera División, y el Elche y Mérida en Segunda, que son los equipos en los que he jugado, son lugares donde me siento cómodo porque me siento una pequeña parte de la historia de esos clubes.

Ya para acabar y volviendo al partido de este sábado. ¿Le da opciones al Celta?

El Celta está jugando muy bien en Balaídos y ya hemos comentado que el Madrid no está en su mejor momento. LaLiga está muy abierta, por ejemplo el líder perdió y lo hizo de forma severa en Pamplona. Esto explica que todos son susceptibles de tener un tropiezo. El favorito es el Madrid, pero si gana no será de manera cómoda. El Celta está jugando con mucha confianza en este inicio del campeonato. Otros años viene con más presión y necesidad y hace que el equipo sea más rígido, pero ahora veo al Celta jugar de forma alegre y atractiva y eso le hace más peligroso. Yo creo que va a ser un bonito partido y tienen opciones los dos equipos.