Saúl aplaza una decisión sobre su futuro pero sí da pistas: "Se nota que estoy contento en el Sevilla"

La victoria en San Sebastián ha cambiado la percepción exterior sobre el Sevilla. Si internamente en el vestuario sí se valoraba el trabajo que se venía realizando, el equipo necesitaba un espaldarazo para mirar con más optimismo al futuro. También en casos particulares como el de Saúl Ñíguez, que recaló como uno de los líderes para el nuevo proyecto y a quien le ha costado adquirir regularidad. "Espero que mi mejor momento aún esté por llegar", ha dicho el ilicitano, cuyo futuro en la entidad de Nervión todavía está en el aire.

Saúl llegó el pasado verano como cedido desde el Atlético de Madrid, aunque con una intención de asentarse en el Sevilla si todas las partes quedaban satisfechas. A falta de poco más de dos meses para acabar la temporada, ni Saúl ni el Sevilla han valorado todavía esa posibilidad de continuar, aunque el futbolista sí ha dado pistas. "No he hablado con nadie y, además, no depende del 100% de mí. Lógicamente creo que se nota que estoy contento en el club, estoy muy agradecido por todo el cariño que me brindan. Me siento muy querido dentro del vestuario, dentro del club, dentro de la afición, e intentar dar lo mejor de mí, que será lo mejor para el Sevilla", ha señalado el centrocampista.

Los buenos resultados del equipo y también la aportación de Saúl, máximo asistente del equipo con seis pases de gol y también entre los mejores de LaLiga, provocan que el panorama sea ahora distinto. "Estoy jugando a veces en posiciones un poco más adelantadas, que no eran tan habituales en mi carrera, y puedo estar más cerca de dar más pases de gol. Es una faceta que quería mejorar, la estoy mejorando, pero ahora no puedo perder la de llegador, que al final es una cosa que me identifica, y últimamente no estoy teniendo mucha fortuna de cara al gol", ha indicado el centrocampista, que espera que el equipo también ofrezca una mejor versión como local: "Cada día creo que el equipo está mejor, tiene más una identidad propia. Cada vez se identifica más con lo que hace y es bueno que este año, en el 2025, estamos haciendo las cosas bien. Fuera de casa estamos teniendo muy buenos resultados, en casa un poquito menos. Creo que tenemos que intentar centrarnos y cambiar un poco también la dinámica delante de nuestra gente, con nuestra gente, para poder darle esas alegrías".

Desde su llegada al Sevilla, Saúl se convirtió en uno de los referentes del vestuario y también en uno de los capitanes. "Eso fue una decisión del club y de los compañeros. Al final de ver un poco quién tiene más experiencia dentro del fútbol. Al final te pones a ver los datos y creo que seré el primero de todos mis compañeros con más partidos. Y creo que es importante también darle esa seña de identidad a la gente joven", ha indicado el excolchonero, que pone el acento en esa juventud de la plantilla: "Nuestro equipo es muy joven y ponerle a lo mejor esa responsabilidad en estos momentos o en el momento que yo llegué, que era un momento muy difícil para el Sevilla, era complicado. Me lo propusieron y ya senté con mucho orgullo, con muchas ganas de llevar el brazalete. Esta vez me está tocando llevarlo ahora por temas circunstanciales, porque al final no están ni Suso ni Marcao, pero con mucho orgullo, con mucha ilusión de poder llevar el brazalete de capitán de un Sevilla Fútbol Club".

Esa experiencia de Saúl también le sirve para gestionar situaciones complicadas e intentar ayudar a esos compañeros más novatos, que quizá puedan sufrir más presión de la afición. "Lógicamente hay mucha presión en el ambiente, en la realidad, pero creo que al final tenemos que verlo como algo positivo. Intentamos siempre transmitir que nosotros somos el Sevilla, un club histórico. Cada vez que venía a jugar a ese estadio, ha sido una vaya presión, entonces lo único que tenemos que hacer es desde el campo intentar transmitirle a la gente esa ambición, esas ganas, y que se sientan identificados", ha dicho el ilicitano, que incluso ha reconocido que al equipo le ha pesado esa presión como local: "Cada vez que jugamos en casa nos cuesta más, los últimos minutos los gestionamos peor y nos ponemos mucho más nerviosos. Espero que este fin de semana sea un punto de inflexión para todos, y que seamos uno, y que en estos momentos, que pueden ser muy ilusionantes, nos ayuden a dar ese siguiente paso".