Saúl deja atrás los males y apunta a un mejor futuro en el Sevilla: "No lo estaba pasando bien"

Como si de una losa invisible se tratase. Esa fue la presión que se quitó de encima Saúl Ñíguez con un gol que fue la primera piedra de la remontada del Sevilla en Montilivi. El ilicitano, que cuajó un partido de menos a más y acabó dando hasta la asistencia del tanto de la victoria, rompió con las críticas que ya le acechaban y, sobre todo, con un temor que le sigue desde que se rompió por primera vez en su carrera.

El 24 de septiembre de 2024 no fue un día cualquiera para Saúl. Aquella noche el centrocampista salió en camilla del Ramón Sánchez-Pizjuán con una sensación que jamás había notado. Se rompió por primera vez. Una lesión muscular que prolongó un mal inicio en el Sevilla, plagado de sanciones por tarjetas rojas -se perdió hasta tres partidos-. Y su vuelta tampoco ha sido sencilla.

Volvió a jugar en diciembre, pero el temor por esa desconocida situación le ha trabado a Saúl... hasta que Montilivi se puso en su camino. Su actuación no fue de sobresaliente, ni mucho menos, pero un gol y una asistencia salieron de sus botas para completar una remontada trascendental. Y tras el partido... se abrió en los micrófonos de DAZN.

"Muy feliz por volver a marcar. No lo estaba pasando bien tras la lesión. He tenido molestias que me han impedido jugar cómodo y con confianza. No lo estoy pasando bien y espero que esto sea un punto de inflexión. Que los dolores se olviden y pueda dar lo mejor de mí para ayudar al equipo", argumentó.

Y es que a Saúl no se le ha visto, en absoluto, en plenas condiciones sobre el césped. "Sí, tengo molestias. Estoy haciendo un sobresfuerzo siempre para olvidarlas. Juegas con cierto miedo y dolores. Hay que saber gestionar esos momentos para ayudar al equipo. Es el momento de ser egoísta y pensar en recuperarme para ayudar al equipo", prosiguió.

El Sevilla necesita a Saúl, a quien se le ha atribuido el papel de líder desde el primer día... pero que no estaba cumpliendo con las exigencias. Su importancia es total. De hecho, pese a que su partido en Montilivi fue positivo, Lokonga y Sow se encargaron de llevar la voz cantante en el centro del campo, algo que está reservado para el ilicitano.

Sin embargo, gracias a este plus emocional, ahora mira a un futuro en el que espera que todo vaya a mejor. Porque su equipo se lo pide a gritos. Porque él tiene que dar ese paso al frente. Por todos los esfuerzos del pasado.