REAL MADRID

El secreto físico del Real Madrid va mucho más allá de Pintus

Con un calendario tan apretado, el preparador físico depende en un porcentaje muy alto de la responsabilidad individual de cada jugador.

Valverde, Modric y Kroos, el primer día de pretemporada./RealMadrid
Valverde, Modric y Kroos, el primer día de pretemporada. RealMadrid
Sergio Santos

Sergio Santos

El nombre de Antonio Pintus (61 años) y sus métodos suelen saltar a los titulares temporada tras temporada cada vez que el Real Madrid realiza alguna exhibición en algún gran encuentro. El preparador físico italiano, con el que están encantados en Valdebebas, tiene parte de culpa en el buen momento de forma del equipo... pero no toda. La superioridad mostrada por los de Ancelotti en la Supercopa de España contra sus dos principales rivales en España (Atlético y Barcelona) o la capacidad para remontar in extremis al Almería en el último minuto del pasado encuentro liguero va mucho más allá de los procedimientos, técnicas y estrategias del preparador italiano.

El Madrid, durante las pruebas físicas con máscaras de hipoxia. EFE

¿Por qué? En los equipos grandes, con partidos cada tres días casi por costumbre, la labor del encargado de la preparación física depende en un altísimo porcentaje de la responsabilidad individual de los futbolistas. Vayamos a un ejemplo práctico, para entenderlo mejor. Brahim Díaz, que apenas contaba para Ancelotti a principio de curso, estuvo tres partidos seguidos en noviembre (Braga, Barcelona y Rayo) sin jugar ni un solo minuto. Después de eso fue titular en dos encuentros consecutivos (Braga y Valencia) rindiendo a gran nivel.

En situaciones así, analicemos lo que supone una semana con partido de Champions fuera de casa un martes para un jugador que no cuenta con minutos. Si se juega el sábado, eso es un día perdido: está en el banquillo y no disputa ningún minuto. El domingo, el grupo se divide entre titulares y suplentes. El lunes se viaja, se hace un entrenamiento suave y el martes, otra vez partido (con viaje posterior) y el miércoles, entrenamiento por la mañana tras haber llegado de madrugada (eso implica carga leve). Es decir, desde el sábado al miércoles (cinco días) un jugador que no haya disputado un solo minuto en esos dos partidos sólo habrá completado, a nivel grupal, un entrenamiento de intensidad alta y lo habrá hecho con los titulares al margen, es decir, con muchos canteranos presentes.

Dos rutinas distintas... y un mismo objetivo

Mientras un suplente debe intentar mantenerse al ritmo de los titulares (con trabajo en solitario en muchos momentos), la mayor preocupación de los que hayan disputado enteros esos dos partidos será la de recuperar su cuerpo del cansancio y las molestias. Dos realidades totalmente opuestas, pero con el mismo objetivo: estar al 100% en caso de que Ancelotti los quiera de titulares en el siguiente partido.

Esta rutina es habitual en el Real Madrid y el margen de maniobra del preparador físico queda muy reducido, más allá de analizar los datos de esfuerzo de cada futbolista, hablar con ellos individualmente y tratar de que realicen un trabajo personalizado que les tenga a punto. Por tanto, Pintus depende mucho de lo que cada jugador haga en su tiempo libre, tanto de preparación individualizada como de alimentación y horas de descanso. Cuando tiene más libertad para hacer trabajo físico grupal es durante las pretemporadas (los días en UCLA son oro para Pintus), pero después depende mucho de la voluntad de cada futbolista para seguir sus recomendaciones y las de sus asesores personales. La mayoría, por no decir todos, son un ejemplo en esto.

Entrenadores personales, nutricionistas...

En este sentido, muchos jugadores del Real Madrid cuentan con entrenadores personales con los que ponerse a punto de manera individualizada. Algunos lo hacen en gimnasios instalados en sus propios domicilios y otros acuden a Valdebebas en horas distintas a las de los entrenamientos para hacer trabajo extra en las instalaciones blancas. La cosa no queda ahí: cada vez son más los que recurren a un nutricionista personal, igual que fisioterapeutas privados con los que hacer trabajo extra de recuperación.

Todos estos profesionales externos están bien considerados en Valdebebas porque ayudan a aumentar el rendimiento. De hecho, lo normal es que exista una comunicación fluida entre el personal del Real Madrid y los profesionales personales con los que cuenta cada jugador. Los domicilios de los futbolistas, en muchos casos, se han convertido en un culto al cuidado de su físico: suplementos alimenticios, gimnasios, neveras llenas de productos saludables... Todo se mide al detalle, en algunos casos hasta el colchón en el que descansan. También sucede lo mismo con los servicios de fisioterapia complementarios,

El comedor de Valdebebas, clave

Otro factor clave en el físico de los futbolistas es la alimentación. En este sentido, el Real Madrid (igual que casi todos los clubes profesionales) lo pone muy fácil gracias a los cocineros de Valdebebas. Lo positivo de este servicio en el club blanco es que los jugadores están encantados con la variedad y calidad de los productos que les ofrecen: suelen llevarse tuppers a casa para la comida... e incluso para la cena. Existe una gran variedad de primeros y segundos platos (carne, pescado, verduras, cremas...), opciones de sobra para que cada uno pueda adaptarlas a las dietas que les marcan los nutricionistas y a sus propios gustos, siempre respetando los productos que más benefician a un deportista.

Con esto se ha logrado que los jugadores elijan el servicio de comida del club por un doble motivo: por seguir la dieta y porque realmente les apetece. No lo ven como una obligación, sino que es la opción más fácil para seguir con lo marcado para el día y además con algo que les gusta. Es importante la variedad, porque los métodos de cada uno son muy distintos: algunos han eliminado la carne (en su totalidad o sólo la roja), otros practican el ayuno intermitente... Para cualquier hábito existen opciones.

Todos estos pequeños detalles están detrás del éxito del Real Madrid, que ha logrado juntar a un grupo de jugadores que son muy profesionales en sus horas en Valdebebas, pero también en sus momentos de ocio. Sólo así se explica el excelente momento físico que atraviesa el equipo, porque la realidad es que el apretadísimo calendario deja poco margen de trabajo grupal para el equipo de preparación física liderado por Antonio Pintus.

El Madrid, de hecho, maneja estadísticas que confirman que, por todo esto, el equipo está como una moto, presiona mejor que nunca en campo contrario (sobre todo tras eliminar el rombo después del Metropolitano), recupera antes que la temporada pasada y recorre más kilómetros totales que rivales que, históricamente -por su forma de jugar- siempre les superaba en esa faceta (Osasuna, por ejemplo). El cambio en el once de Bellingham por Benzema también favorece esta metamorfosis. Pero, sobre todo, el nivel individual y la responsabilidad en el trabajo de cada futbolista.

La eliminación en Copa fue un golpe duro, aunque el equipo aguantó bien una nueva prórroga. A la vez, ahora lo ven una ventaja, porque tendrán varias semanas con tiempo para hacer entrenamientos de alta intensidad, esos en los que Pintus sí que puede hacer uso de su metodología con todos los jugadores a la vez.