CELTA

La segunda juventud de Marcos Alonso en el Celta empezó con un WhatsApp de Iago Aspas, siguió con una tensa espera y se forjó entre chavales: "Es como un canterano más"

El ex de Real Madrid, Barcelona o Chelsea está siendo uno de los jugadores más destacados del equipo.

Marcos Alonso celebra la victoria en el último partido del Celta. /RC CELTA
Marcos Alonso celebra la victoria en el último partido del Celta. RC CELTA
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Celta atraviesa su mejor momento de la temporada. Acumula seis partidos sin perder en los que ha conseguido catorce puntos, la tercera mejor racha en ese tramo. Su buen hacer le ha aupado al octavo puesto de la clasificación que, ahora mismo, daría derecho a disputar la próxima Conference. Muchos son los nombres propios de un equipo en el que lo más importante es el colectivo, tal y como ha dejado claro en muchas ocasiones Claudio Giráldez. Sin embargo, en las últimas semanas uno se ha erigido sobre el resto: Marcos Alonso.

El veterano zaguero llegó con el mercado a punto de cerrar el pasado verano. Fueron semanas de negociación que culminaron mucho antes, pero Alonso tuvo que tirar de paciencia, ya que el club no disponía de espacio salarial para firmarle. En cuanto salió Unai Núñez, entró el, y fue el 28 de agosto. Varias semanas antes se habían iniciado los contactos entre las partes y el primer paso no lo dieron ni él ni Marco Garcés, director deportivo del Celta.

"La primera noticia que tengo del Celta es un mensaje de Iago, con quien tengo una buena amistad desde hace mucho tiempo", reconoció el central en una entrevista reciente concedida a Faro de Vigo. Tras ver con buenos ojos esta posibilidad, ya que su prioridad era seguir en España, llegaron las llamadas de Giráldez y el propio Garcés. Todo quedó perfilado a mediados de agosto y se firmó tiempo después.

Su debut llegó el 15 de septiembre ante el Valladolid, cuando disputó el último cuarto de hora del partido. Una semana después saltó al campo en el minuto cinco por una lesión de Mingueza y desde entonces siempre ha sido titular, jugándolo absolutamente todo salvo los duelos ante Athletic (lesión) y Valencia (sanción).

Marcos Alonso no solo ha sorprendido por su elevado nivel deportivo, sino también por su actitud. Formado en la cantera del Real Madrid, jugó buena parte de su carrera deportiva en el Chelsea y también pasó por Fiorentina o Barcelona, entre otros. Pero desde su llegada a Vigo ha querido dejar claro que su currículo no implica nada y desde dentro del vestuario destacan la humildad con la que trató a todo el mundo ya el primer día. Si hay que recoger balones o echar una mano con el material que toque, él es uno más. Una acción que debe ser normal, pero que no ocurre ni en todos los vestuarios ni con todos los futbolistas.

También han llamado mucho la atención sus compañías. El ex del Barça se ha hecho muy amigo de los jóvenes canteranos del primer equipo y es habitual verle bromear con Hugo Sotelo, Sergio Carreira, Hugo Álvarez y compañía. También con Cervi. A los jugadores formados en A Madroa no solo les aconseja, sino que hace vida con ellos y sin ir más lejos, esta misma semana los acompañó en el partido que disputó el filial en Balaídos el miércoles ante el Lugo.

Aunque no se ha anunciado, Alonso ya ha conseguido cumplir con los partidos que figuraban en su contrato para seguir al menos una temporada más en Vigo. Ahora mismo es pieza clave en el Celta y ya suma tres goles con la camiseta celeste. Lo hace desde un perfil bajo y siendo también uno de los jugadores que más simpatías despierta entre los trabajadores. "Es como un canterano más", deslizan desde el club. Sin duda, una actitud que le ha hecho ganarse el cariño de todos en la ciudad olívica.