ALAVÉS 0 - REAL MADRID 1

Los 34 segundos del monumental enfado de Luis García Plaza: muchas patadas, un zarandeo y adiós nevera

El técnico del Alavés enfureció tras el gol de Lucas Vázquez en el descuento, que supuso el triunfo del Real Madrid.

Luis García Plaza, enfurecido./
Luis García Plaza, enfurecido.
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Luis García Plaza ha protagonizado un monumental enfado en Mendizorroza. El técnico del Alavés saboreaba el empate de los suyos ante el Real Madrid cuando los blancos disfrutaban de un saque de esquina a favor. Lucas Vázquez remató al fondo de la red y el técnico, entonces, estalló ante una situación que no esperaba y al ver que todo el esfuerzo que habían hecho sus jugadores se echaba por tierra en cuestión de segundos.

La reacción fue la siguiente: dio patada con la izquierda a la nevera, botellas por el aire, agarrón continuado, un zarandeo, a un miembro del equipo, se quita el chaquetón, lo tira contra el suelo, se sienta en el banquillo, comienza a hacer espasmos en el asiento, grita y continúa gesticulando enérgicamente. Son 34 segundos de puro estrés y que cambian un punto valioso en una dolorosa derrota tras poner contra las cuerdas a todo un Real Madrid.

"Hay tres partidos en uno. Estamos muy bien once contra once, con situaciones para marcar aunque ellos han tenido una nada más empezar. Contra diez no hemos estado bien en ataque, no sufríamos pero no hemos estado bien. Y luego lo último, que es lo que más me enfada. A veces hay errores de fútbol, que pueden pasar y se tienen que permitir y más en un club como el Alavés, pero en la última jugada macho... Todos somos adultos y el balón tiene que acabar el partido allí (hace un gesto de lejos). Te puede rematar Rudiger, te puede rematar Bellingham, pero no te pueden rematar uno solo en el área. Estos puntos a final de temporada nos hacen mucho daño", relata el técnico en sala de prensa.

Aun así, el técnico del Alavés tiene motivos para estar satisfecho: "El año es cojonudo en todos los sentidos. Ascenso, ahora estamos fuera de descenso... No hay más que levantarse, aprender y seguir trabajando". Entonces, siguió con su relato: "No puede ser más doloroso y no puede pasar más. Somos el Alavés y cada punto es la vida. Cuando has hecho un partido genial hasta la expulsión, aunque luego no hemos estado bien con la pelota, estás en el 90 y tienes que puntuar. Al final nadie se acuerda de esto después. La realidad es que tenemos 16 puntos y hay que aprender ya. Chapó por los jugadores, pero el final del partido y cuando has estado muy bien tienes que saber sumar".

Guevara, en la misma línea, lo lamentó: "Lo de hoy es un duro golpe. El vestuario era un poema porque creo que el grupo ha hecho un gran esfuerzo, brutal, pero la sensación es de decepción, de dolor, de frustración por ver que en la última acción se te va el partido. Es una pena y es lo que hay. Lo que ha pasado al final no puede repetirse y a muchos nos ha venido muy bien".

Cerró el técnico: "Lo que más me enfada es el final. Porque hacer un esfuerzo tremendo y de físico y no sumar... Hemos hecho un partido para sumar, tendríamos que tener 20 puntos pero no lo tenemos. Nos tiene que curtir, pero tienen que aprender. Lo que más rabia me da es el esfuerzo que hacen, juegan casi siempre bien y no conseguimos lo que deberíamos conseguir. El vestuario tiene que seguir creciendo, la confianza es total. Les voy a apretar a tope pero también les voy a dar mucho cariño para seguir sumando. Ojalá tuviésemos 20 puntos... Nos ponen a prueba, pues nos ponen a prueba. La única manera es insistir, insistir, mejorar, mejorar".