Cómo se vivió en el Atlético la época del 'Se busca rival digno para el derbi': "Era difícil no darle vueltas..."

Un derbi es un derbi, siempre. Es un partido que, pase lo que pase esa temporada, se va a vivir de una manera diferente. Los medios de comunicación están más pendientes, los jugadores entrenan mejor, los aficionados en la pausa para el café charlan durante la semana, pronostican, deben, se pelean... porque el derbi que se va a jugar el domingo (o martes, o jueves, que con este calendario loco puede tocar cualquier cosa) tiene un aroma especial.

El derbi de Madrid, para el Atlético, es más especial si cabe. Porque el rival de toda la vida siempre ha tenido mejores resultados, ha ganado más ligas, más torneos, ha sido más triunfador. ¿Pero qué importa? Un derbi es un derbi y en ese momento no cuenta otra cosa. Lo que cuenta es ganar ese partido y, en la historia, el Atlético ha vencido uno de cada cuatro partidos que ha jugado contra el Real Madrid... porque esta época que se vive ahora, no es normal: esta temporada, el Atleti le ha ganado dos de los tres derbis que se han jugado (el de Copa y el de Liga, mientras que perdieron el de Supercopa).

Y para corroborar que esto no es normal no nos tenemos que ir ni a la década de 1920, 1950 o 1970. No, iremos más cerca. Tras ganarle la final de Copa de la temporada 91/92 al Real Madrid por 2-0 con goles de Schuster y Futre en el Bernabéu, comenzó una racha inaudita contra el equipo blanco. El Atlético estuvo 15 derbis sin ganar, con cinco empates y diez derrotas. Derrotas por mucho y derrotas por poco, jugando mejor o jugando peor, casi siempre con poca suerte y en todas las ocasiones con un mal resultado. Entre la 99/00 y la 12/13 muchos aficionados vivieron momentos complicados contra su eterno rival: hasta 25 encuentros consecutivos se llevó el Real Madrid, cuya afición se lanzó a la burla contra el vecino. Recordada es aquella pancarta en el Bernabéu de "Se busca rival digno para el derbi". Aquella racha la cortó Simeone y la Copa del Rey ganada en 2013 en el estadio blanco. Por eso lo que se vive ahora, los atléticos lo disfrutan más.

Durante aquellos años de sequía pasaron muchos jugadores y entrenadores. Algunos no pudieron ganar ni un derbi, otros perdieron varios y sí pudieron dar vuelta la historia. Gregorio Manzano, entrenador del equipo colchonero en dos etapas, nos atiende y es claro: "En la primera época que yo estuve, estábamos recién ascendidos y tras dos años en Segunda, estábamos reconstruyendo la plantilla. Y el Madrid tenía a los galácticos, había una diferencia deportiva importante, pero era un aliciente más, una motivación extra, era un partido diferente, era a 90 minutos y había que poner todo para ganar. Pero sí fue dura esa época, los años posteriores también, hasta que el Atlético no se ha hecho verdaderamente fuerte fue ahora, que se igualó todo más".

José Manuel Jurado jugó en dos etapas en el Atlético de Madrid y nunca pudo ganar un derbi. En cambio sí salió victorioso del Bernabéu con el Mallorca. El centrocampista gaditano es claro con lo que se vivió en esas épocas y lo diferente que es ahora: "Todo no ha sido como estos últimos años, que el Atleti le ha ganado muchísimas veces el derbi al Madrid y está a un nivel altísimo como ahora. En aquella época recuerdo que el Madrid era superior al Atlético y afrontábamos esa semana previa con muchas ganas de darle la vuelta a la tortilla".

Otros dos exjugadores del club rojiblanco, Jorge Otero y Gonzalo de los Santos, también recuerdan momentos de aquellas épocas. El uruguayo estuvo cedido una temporada y vivió el gol de Ronaldo a los pocos segundos de empezar el partido, recuerda que eran "momentos de inestabilidad, irregularidad, producto del ascenso de la temporada anterior y pasar por Segunda", mientras que Otero estuvo presente en dos encuentros contra los blancos. Recuerda cómo se vivía la semana previa: "Cuando el jugador entra al terreno de juego se olvida de todo. En la semana es difícil no darle vueltas, la gente y la prensa te lo recuerda, a nosotros nos pasaba porque llevábamos mucho tiempo sin ganarles, pero una vez que saltas al terreno de juego te olvidas un poco de eso. Quieres ganar y llevar a cabo todo el trabajo, sabes que la afición está con el equipo y ese día da un plus", comentaba a este medio.

Algo en lo que coinciden todos es que el Madrid, sin jugar bien, te ganaba. Y eso minaba la moral de todos. Jurado se acuerda muy bien de esos momentos: "Nuestra sensación era la misma siempre, era que el Madrid necesitaba muy poquito para hacerte gol, hacíamos buenos partidos, nos poníamos por delante pero al final siempre la tenían ellos, de una oportunidad de la nada, te ganaban o empataban el partido. En un derbi con gol de Torres nos empataron el partido con un gol en tres toques", recuerda el exfutbolista.

Otero y Manzano siguen en la misma línea cuando se refieren al máximo rival. Otero recuerda: "Tenían ese aura de que no juega bien pero gana, tenías que hacer las cosas muy bien, no podías despistarte, no podías cometer errores como en otros partidos, que tenían mucha repercusión, no podías equivocarte, podías estar haciendo un buen partido pero en cualquier jugada te podían ganar el partido y hacer daño, esa era la sensación que teníamos".

En lo que coinciden todos los protagonistas es que a pesar de las derrotas, los aficionados siempre daban la cara: "Nuestra motivación era la afición, yo siempre intentaba tener ese punto extra de motivación, yo lo intentaba por ese lado. Quería que la afición se llevara una doble alegría al ganarle al eterno rival", relata Manzano.

Jurado recuerda con cariño el apoyo de los rojiblancos: "La afición del Atleti siempre seguía animando, siempre ha sido increíble y ejemplar. Ellos sabían de la historia de los derbis, que el Madrid ganaba más, pero siempre animaban igualmente, nos llevaba en volandas". Y Otero cuenta lo especial que es la afición: "La del Atleti es muy especial en ese sentido, en los dos años que yo estuve los sentí cerca siempre, era increíble como estaba el Calderón. El Atleti era uno de los grandes pero quizá no estaba a la altura de Madrid y Barcelona, algo que ha cambiado con la llegada de Simeone", finaliza.