El Sevilla por fin saca las garras y se mete de lleno en la lucha por Europa a costa de la Real Sociedad

Noche de fútbol en San Sebastián. De dos históricos del fútbol español. Aunque en otro momento de su historia reciente -al menos en liga-. Real Sociedad y Sevilla regalaron un partido que estaba llamado a ser mucho más, pero que sirve para seguir definiendo la igualdad que existe en los puestos medios de la tabla.

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El balón echó a rodar y las cartas estaban ya sobre la mesa. Y muy a la vista. El Sevilla de Pimienta decidió regalarle el balón a una Real Sociedad muy diferente. Imanol rotó prácticamente a todo el once, dejándole una oportunidad a Unai Marrero única. El guardameta sumó su tercer partido en Primera División. Pero su nivel fue, claramente, de menos a más.

Y es que pese a esperar en su campo, el Sevilla tuvo algún arrebato ofensivo que alimentó el runrún del estadio. Los nervios pudieron con un Marrero que comenzó muy dubitativo. Pero los nervionenses, en una declaración más del conformismo asentado a todos los niveles en el club, no supo aprovecharlo. Apenas lo intentó. Y así se marcharon al descanso. Con unos mal con balón y sin capacidad para generar huecos... y otros dándose una y otra vez con un muro de cristal.

La segunda mitad, sin embargo, comenzó con un golazo. Con emoción. Ejuke -primera titularidad desde su lesión de octubre, en lugar de un Vargas tocado de la cadera- finalizó una buena contra comandada por Isaac y asistida por Saúl... y la mandó al fondo de la red. 0-1. Lo impensable para un Sevilla limitado. A partir de ahí, el guion fue clarísimo: dominio de la Real Sociedad. Imanol dio entrada a varios titulares para buscar, al menos, la igualada en el marcador, aunque el Sevilla mantuvo el tipo y no concedió apenas oportunidades.

Los minutos fueron pasando y la desesperación del público en San Sebastián fue palpable. Y es que la Real Sociedad amasaba balón, pero no tuvo, apenas, peligro arriba. Es más, a la vez que los de Imanol se iban apagando, el Sevilla, con únicamente dos cambios, se fue animando. De menos a más, firmando un partido más que serio para soñar por todo. Por Europa.

Y tras un descuento donde la Real apretó más que en todo el partido... el sonido del silbato del árbitro sonó. Se acabó. Victoria del Sevilla a domicilio. En San Sebastián. Para poner toda la liga patas arriba. A uno del Mallorca, el séptimo. Luchará por Europa. También una Real Sociedad -con los mismos puntos- que miró más la vuelta de octavos de Europa League que al propio partido.