El shock de pasar del lujo de Valdebebas al barrio de Vallecas: "En ningún otro club verás a su presidente llevar los petos en bolsas de Caldos Aneto"
Las diferencias en las instalaciones e infraestructura son evidentes, aunque "la emocional" es la más significativa: "Es que es un equipo de barrio".

A 17 kilómetros de la ciudad deportiva del Real Madrid, donde residen y se forman miles de canteranos, Vallecas se prepara para un mes frenético. Y no sólo por los partidos que acogerá, con su equipo metido de lleno en la pelea por los puestos europeos, sino por las anheladas y necesarias obras. Tal y como informó Relevo, el feudo rayista sufrirá una profunda remodelación: instalación de once puertas antipánico y saneado de entrevigados, fisurados, grietas, muros y cerrajería. Las reformas comenzarán de manera inmediata y se alargarán hasta septiembre de 2025, ya en la próxima temporada.
Este domingo (16:15), Real Madrid y Rayo Vallecano se ven las caras en el Santiago Bernabéu en un partido trampa para los blancos, todavía con la resaca del Euroderbi (2-1). En los últimos años, varios futbolistas formados en La Fábrica han vestido ambas camisetas y recuerdan el shock que supuso pasar de los "lujos y todo tipo de facilidades" de Valdebebas a la "humildad y sencillez" del barrio de Vallecas. "Yo venía de la parte humilde, porque estaba del Lucena de Segunda B, pero es que la ciudad deportiva del Madrid es como un hotel de cinco estrellas: gimnasio, zona de aguas... Todo", anticipa Quini, que militó en el Castilla durante dos temporadas y ahora viste la casaca del Atromitos de Atenas.
En su caso, resalta la "humildad y sencillez" de Vallecas, aunque también le tocó vivir cambios importantes en la confección de la plantilla y vestuarios: "En el Castilla era todo gente joven que estaba entre los 17 y los 23 y en el Rayo, gente que ya tenía carrera hecha en Primera". Allí estuvo un total de tres temporadas, desde 2014 hasta 2017, y coincidió con Tomás Mejías, también con pasado en la cantera del Real Madrid. El portero, previo paso por el Middlesbrough, aterrizó en el equipo de la 'franja' en calidad de cedido. "El trato es lo que hace diferente al Rayo Vallecano y a su gente", señala, pese a estar únicamente seis meses en la disciplina rayista.
"El estadio del Rayo Vallecano se caía a trozos, los vestuarios eran superviejos..."
FutbolistasAmbos vivieron en primera persona y disfrutaron de las instalaciones de Valdebebas: "La ciudad deportiva del Real Madrid es una burbuja. Es parecido a lo que te encuentras al fútbol profesional pero sigue siendo superior, porque te tratan los mejores en todo, las zonas de trabajo son inmejorables y eso, al final, no lo vuelves a encontrar en casi ningún otro equipo". El propio Tomás Mejías, que reconoce que la situación cuando aterrizó en Vallecas "no era la mejor porque el equipo venía de hacer una mala primera vuelta en la que cesaron a Baraja y llegó Míchel", añade: "Se nota que son clubes diferentes también en el día a día, porque puedes hablar con el presidente o con el director deportivo, con gente de la cúpula, en cualquier momento".
"Veías la cantidad de gente que estaba en Valdebebas, con muchísimas personas trabajando cada día en todo, y luego vas al Rayo y te cruzas a dos o tres... Es todo como mucho más familiar, más cercano", recuerda Quini. Mejías también echa la vista atrás: "En la época en la que yo estuve en el Madrid, te regalaban dos camisetas y en el Rayo, también club de Primera, te decían que tenías que pagar 40 ó 50 euros mínimo cada una". El portero, que militó en el Cartagena la pasada campaña, también recuerda la estrecha relación que jugadores como "Trashorras, Javi Guerra o Amaya, que eran los capitanes y llevaban mucho tiempo allí" tenían con los aficionados más fieles.

Sin embargo, y relegando las diferencias en términos de "instalaciones e infraestructuras", también en la ciudad deportiva ("está abandonada"), Vallecas despierta un "sentido de pertenencia que no existe en ningún otro club del mundo" por motivos que sus propios aficionados y exfutbolistas relatan: "En ningún otro club verás a su presidente llegar al entrenamiento con los petos de los jugadores en bolsas de Caldos Aneto. Y tampoco verás a alguien como Lola [una conocida aficionada del Rayo Vallecano], que lleva tortilla de patata después de los entrenamientos para los jugadores... Pasas a pertenecer a un equipo de barrio en todos los sentidos".
La parte emocional
Los que han 'mamado' el Rayo Vallecano desde pequeños, aunque son conscientes de que el club necesita una serie de mejoras y "prestar más atención a la ciudad deportiva", subrayan, sobre todo, el shock emocional, mucho más importante y profundo que lo meramente estético o relativo a las instalaciones del club: "De verdad, que lo que veo muy significativo es pertenecer a un barrio... Es que en la élite es imposible. O sea, es como si, no sé, el Puerta Bonita [de Carabanchel] estuviera jugando en Primera División".
Además de Lola, también ha habido otras "personas de club" que han ayudado a la hora de hacer del Rayo Vallecano una familia y un club "muy humilde". En octubre de 2023, Óscar Trejo renunció a la capitanía de la 'Franja' y pasó a lucir 'JP' en su equipación como muestra de cariño a Juan Pedro Navarro, trabajador del club que falleció hace unos años. "Yo conocí a Juan Pedro, que en su momento era el que te hacía la ficha, con 12 años y ahora tengo muchos más, lo mismo con José Luis Martín, que ahora es el encargado de mantenimiento... Y, claro, te preguntas '¿habrá algún club así?', porque esto lo tienen que estudiar en Oxford o Cambridge. Para el jugador que llega, al no verse en ningún otro sitio, el primer shock es ese, estar en un equipo de barrio, pero de barrio de verdad", reflexiona un exfutbolista del Rayo.
Perfiles bajos... y todo lo contrario
La mayoría de jugadores que han vestido ambas camisetas lo han hecho con "perfil bajo". Además de Quini y Tomás Mejías, Luca Zidane, Álvaro Medrán, Borja García, RDT, De Frutos o Fran García también han pasado por ambos clubes, todos ellos con el rol de jugadores prometedores ("sí, es una fórmula que se ha repetido mucho y que está visto que funciona...") recién salidos de la 'burbuja' que supone La Fábrica.
No obstante, y pese a ser una hoja de ruta cada vez más habitual porque "muchos canteranos del Madrid no se quieren ir de aquí, de Madrid", también ha habido estrellas como Hugo Sánchez o James Rodríguez que han defendido los colores de Real Madrid y Rayo Vallecano. Para los propios aficionados de la 'Franja', resulta complicado explicarlo: "Hay otros que vienen de la élite y que se impregnan de lo que es el Rayo, que les gusta. Otro ejemplo es Falcao, que ha estado mucho aquí. No sabes identificar bien qué es, pero algo hay... Paco Jémez, por ejemplo, se hizo vallecano. Es difícil de explicar".