Siete meses después de un penalti inolvidable: Villalibre sufre porque nada ha cambiado
El delantero rojiblanco se está reivindicando en Copa y ya suma cinco tantos, pero no logra tener la continuidad soñada en Bilbao.

Asier Villalibre se convirtió en héroe y leyenda del Alavés el 17 de junio de 2023. Siete meses después, la Copa le hará reencontrarse con sus compañeros en San Mamés en una situación muy diferente a la que vivieron en el Ciutat de Valencia, pero siendo una cita muy especial para un futbolista único y que tiene el cariño de las dos aficiones que soñarán con la clasificación a los cuartos de final. El gran final de su cesión en Vitoria le elevó a los altares y llenó de argumentos al conjunto vasco para contar con él como futbolista de la plantilla pero el tiempo le ha devuelto al mismo punto de partida, alejado del campo, disipando esa confianza con la que regresó de su erasmus alavés.
El Búfalo, el futbolista llamado a ser el 'nueve' del Athletic Club desde hace años, no consigue encontrar el ecosistema para triunfar. Hace un año, ante la falta de minutos con Ernesto Valverde, el propio jugador quiso probar suerte en Vitoria para dar un salto en su confianza y volverse a sentir futbolista. Incluso en una entrevista con Relevo dijo no sentirse parte de los éxitos de aquel Athletic del curso pasado. Entonces, el club escuchó sus peticiones pese a que Valverde era partidario de que siguiese en el club, sabedor de que no tendría otro futbolista como recambio.
Y allí, en las conversaciones por su cesión, se produjo una situación que contrasta con la actualidad: el club le renovó hasta 2025, trasladándole al jugador la confianza de que su cesión en Vitoria era un paréntesis para convertirse en el delantero del futuro de este equipo. Villalibre, incluso sorprendido como él mismo reconoció, aceptó y recogió el guante. Sus cinco goles en la segunda vuelta con los babazorros le convirtieron en leyenda en Vitoria, sobre todo por ese inolvidable penalti en el Ciutat de Valencia que llenó el tanque de confianza del futbolista para regresar a Bilbao a luchar por la titularidad.
Lo demuestra que en todo el mercado veraniego, el propio jugador no quisiese escuchar ofertas. Se volvió a hablar del Alavés y de otros equipos interesados en su fichaje, pero fue Asier quien no quiso saber nada. Su único objetivo era aprovechar la ola buena y, por fin, dar un golpe sobre la mesa como jugador del primer equipo. También la entidad veía con buenos ojos su continuidad y en ningún momento se planteó una nueva cesión, pese a que en esa demarcación lucían Gorka Guruzeta, un renovado Raúl García y, además, un Javier Martón que llegó libre de la cantera de la Real y que estuvo hasta el último día de la pretemporada disputando minutos de los amistosos de preparación.
Hoy, siete meses después de aquel penalti del ascenso, Villalibre está en la misma situación. Un contexto muy complicado para el delantero, que ha tenido que asumir que nada ha cambiado. Hace un año, el de Gernika había disputado 200 minutos antes de salir cedido, repartidos entre LaLiga y la Copa del Rey. Hoy, suma 368 gracias sobre todo a los 171 que ha jugado en la competición copera, donde es el máximo goleador con cuatro tantos. Sorprende, eso sí, que no fuese incluido como titular en el estreno de la competición ante el Rubí, un golpe duro para su confianza.
En el estadio del modesto conjunto catalán actuó en punta Raúl García. El navarro ha disputado 273 minutos, participado en once encuentros por doce del Búfalo (nueve de LaLiga). Raúl, salvo sorpresa, está en su última temporada con los rojiblancos, lo que abre un interrogante de cara al futuro del ex delantero del Alavés. Javier Martón, además, ha sufrido una grave lesión de peroné, por lo que será interesante ver cómo afronta el club el futuro de sus atacantes, toda vez que Guruzeta parte ya con el cartel de titularísimo tras su excelente temporada. Cabe recordar que Villalibre mantiene contrato hasta 2025 y que en el presente mercado ha preferido seguir en Bilbao.
"Soy un jugador del Athletic y pienso seguir aquí trabajando día a día", dijo tras anotar dos goles ante el Cayón. "No ha cambiado nada, lo dejé claro ya y mi mentalidad no ha cambiado", insistió tras otros dos tantos al Eibar en la última ronda copera. "Personalmente es un golpe de confianza, en Copa tienes esa presión de aprovechar los minutos y me voy contento a casa por pasar y por los dos goles", valoró, a la espera de saber si Valverde vuelve a confiar en él ante el Alavés, sin duda el partido más especial que puede jugar.
En lo personal, está sufriendo por la falta de oportunidad y, sobre todo, porque afrontaba este curso como el de su consolidación en el club. "Después de haber salido, de venir de otra manera... Siempre sientes que las cosas pueden cambiar; este año para mí era importante seguir aquí y no cambiar otra vez a mitad de año. Es lo que voy a hacer, seguir luchando por tener más minutos", ha declarado en una entrevista con ElCorreo, en la que admite que está siendo un año duro.
Un gran ratio de goles
Pese a la falta de confianza y el haber tenido continuidad únicamente en la Copa, Villalibre está demostrando tener un gran olfato goleador. Lo dicen los números de esta temporada, quizá la gran diferencia respecto a la pasada ya que antes de marcharse al Alavés no había visto puerta de rojiblanco en sus escasas oportunidades. Ahora sí las ha aprovechado, abriendo su cuenta goleadora en la jornada 3 ante el Betis en sus primeros minutos (16) y, sobre todo, en sus dos únicas titularidades coperas. Dos dobletes que le permiten sumar cinco tantos y ser el tercer máximo artillero del equipo solo superado por Iñaki Williams y Gorka Guruzeta, ambos con ocho dianas.
El ratio goleador del Búfalo es espectacular. Sus cinco goles en 368 minutos significan celebrar uno cada 73,6, algo que nadie puede decir en la plantilla. Es cierto que cuatro de ellos han sido ante rivales de menor categoría, pero también lo es que han sido sus únicas titularidades y oportunidades de demostrar su nivel. Hoy, ante el Alavés, podría tener una nueva oportunidad para demostrar que su olfato está en todo lo alto. Sería la mejor noticia para él, pero también para un Athletic que necesita tener a todos sus futbolistas enchufados si quiere soñar con hacer grandes cosas este curso. Y, por qué no, para que nadie olvide que Asier Villalibre es desde hace mucho el jugador llamado a ser el nueve del Athletic.