La transformación de Take Kubo: de "estar jodido" en el Getafe y ser plan B en el Villarreal a romperla con la Real
El japonés volvió a brillar en el derbi ante el Athletic y se consagra como uno de los grandes jugadores de la temporada.

Takefusa Kubo es uno de los nombres propios en el arranque de la Liga EA Sports. Frente al Athletic volvió a ver puerta, anotando el que es su quinto gol de la temporada en las ocho jornadas que se han disputado hasta la fecha. Se marcó un baile viral, tras ya de por sí bailar sobre el césped con su habilidad y capacidad de decidir. Fue MVP. Su tanto, estando donde tenía que estar, fue el broche a otra gran actuación. Su arranque está siendo demoledor y solo han marcado más que él Morata, Bellingham o Lewandowski, que aspiran a pelear por el pichichi. En Donostia y en la Real, el internacional japonés ha encontrado su lugar y está ofreciendo su mejor versión desde que aterrizara en verano de 2019 en el Real Madrid. Pero no siempre ha sido así, no todo ha sido un camino de rosas. Todo lo contrario.
El nombre de Kubo siempre ha estado relacionado con el de la Real Sociedad prácticamente desde su llegada. Hasta en tres ocasiones dijo 'no' al interés blanquiazul. Sin embargo, y pese a que no le fueron nada bien las cosas en sus anteriores equipos, todo hace indicar que las experiencias del japonés en Son Moix, en La Cerámica y en el Coliseum fueron seguidas con fruición desde los despachos de Zubieta. El bagaje global del jugador dice que en los tres años anteriores a su llegada a Donostia, Kubo disputó un total de 104 partidos (58 como titular), acumulando un total de 5.670 minutos y anotando ocho goles. Ni mucho menos son cifras espectaculares, pero el análisis de los técnicos txuri urdin fue mucho más allá, estimando estos que las características de Kubo y el contexto en el que competiría como blanquiazul pudieran activar por fin el lanzamiento de su carrera. Dicho y hecho. En temporada y media en la Real, el blanquiazul ya ha jugado 50 partidos y ha marcado 14 goles.
Visto lo visto el tiempo le ha dado la razón a Roberto Olabe, empeñado, verano tras verano, en hacerse con los servicios de un futbolista que vivió cesiones aciagas, primero, en Villarreal, poco después en Getafe, y por último en Mallorca, aunque esta última estuvo marcada por la lesión de rodilla que se produjo cuando atravesaba por un gran momento de forma.
Mallorca, bien pero descendió; Villarreal, poco protagonismo
La primera salida de Kubo desde el Real Madrid se produjo en el verano de 2019, rumbo al recién ascendido Mallorca. El jugador aterrizó en Palma con la Liga ya empezada y le costó ganarse un sitio en el 'once' de Vicente Moreno. Tras alternar titularidades con suplencias, pisando más banquillo que césped, se ganó por fin la confianza del entrenador a comienzos de noviembre, hasta que en enero vivió una serie de partidos complicados. Su suplencia, a priori puntual, en un duelo en casa ante el Valencia se saldó con la rotunda victoria de su equipo (4-1). Tres días después, mientras, Kubo jugó los 90 minutos del varapalo copero en el campo del Zaragoza (derrota 3-1) y Moreno contó mucho menos con él durante todo el mes posterior. Aquel ostracismo se terminó con motivo de la 25ª jornada de Liga, cuando el nipón reingresó en el once para no volver a caer de él. Su aportación, eso sí, resultó insuficiente en la carrera por la permanencia, y el Mallorca volvió a descender a Segunda.
Tras una experiencia positiva en lo individual en Mallorca, el japonés apuntó a dar un paso adelante en su carrera durante el verano de 2020. Volvió a salir cedido del Real Madrid, pero esta vez con destino Villarreal, desoyendo los cánticos de sirena que le llegaron desde Donostia. Emery confeccionó prácticamente dos onces distintos, una para la Liga y otro para la Europa League, integrando Kubo en el segundo. Sin embargo, el futbolista nipón no estaba satisfecho con el protagonismo que le otorgó en líneas generales el técnico de Hondarribia.
"Era muy joven, había muchas expectativas, había hecho un buen año en Mallorca, pero aquí no se adaptó al estilo de Emery pese al talento increíble que tenía", recuerda Sergio Asenjo, que compartió vestuario con el actual jugador de la Real. "A nivel de grupo, un tipo excepcional, pero no cuajó su fútbol en ese momento en el estilo que proponía el míster", puntualiza el guardameta, siendo consciente, eso sí, de "la zurda que tenía". Desde la distancia, se alegra de que haya explotado de esa manera en la Real. Entiende que en Donostia, "ha encontrado su sitio, su estabilidad, el entorno que él necesitaba para rendir a ese nivel y me alegro mucho por él". Es más, "se lo merece", matiza el exportero del 'submarino amarillo' que lamenta el hecho de que "en Villarreal no se pudo adaptar de la mejor manera y sacar ese fútbol que tiene".
Pese al escaso protagonismo, "nunca" se le vio tocado. "Venía con mucha ilusión de jugar en Europa con nosotros y dar un salto en su carrera. No tuvo ningún problema con los compañeros, pero está claro que los jugadores somos egoístas y lo queremos jugar todo. Él disponía de pocos minutos y en el mercado de invierno salió cedido al Getafe. Cuando juegas menos de lo que te gustaría está claro que te afecta", sostiene.
"Cuando juegas menos de lo que te gustaría, está claro que te afecta"
Excompañero de Kubo en el VillarrealEn enero de 2021, Kubo aterrizó en el Getafe de José Bordalás. La continuidad del técnico a final de curso se antojaba ya complicada y el equipo ocupaba una zona baja de la tabla. Para avanzar hacia la permanencia, el entrenador alicantino intentó una revolución estilística, incorporando en invierno a Aleñá y al citado jugador japonés, renunciando incluso a su esquema fetiche, el 4-4-2, para dar cabida a jugadores más talentosos. El catalán y Kubo encontraron acomodo en un 4-2-3-1 que no terminó de resultar, hasta el punto de que Bordalás rectificó sobre la marcha. A comienzos de febrero ya había regresado al dibujo original, con un futbolista como Nyom ocupando sobre el campo una demarcación similar a la del propio Kubo. Durante los últimos tres meses de la campaña, el atacante asiático solo fue titular en cuatro encuentros.
"No tuvo mucho protagonismo, pero todos los días venía a entrenar con una sonrisa, alegre y haciendo bromas", recuerda Xabier Etxeita, compañero suyo en el conjunto azulón. "Deportivamente, no tuvo mucho protagonismo, pero se veía que era un jugador que tenía cosas diferentes" destaca, consciente también de que "el estilo de juego no le venía nada bien, pero se veía que era un jugador especial. Él sabía de sus condiciones y se le veía con confianza". Reconoce que "tuvo momentos de bajón, pero como todos. Quizá menos que otros. Él vino con la intención de tener protagonismo y cuando no consigues ese objetivo… Pero a pesar de estar jodido, siempre te intentaba sacar una sonrisa, siempre de bromas". En opinión del ahora jugador del Huesca, "Take, mentalmente hablando, era muy maduro para la edad que tenía".
"Mentalmente hablando era muy maduro para la edad que tenía"
Excompañero de Kubo en el GetafeSí le ha sorprendido "un poco" la explosión que ha experimentado el internacional japonés, aunque entiende que "se ha encontrado con un entorno que le favorece. Es un estilo que le vine muy bien a él y está en su hábitat para explotar sus mejores condiciones". También, para conseguir el éxito, le ha ayudado, en opinión de Etxeita, el hecho de "tener la cabeza muy bien amueblada".
Take Kubo is looking to continue his red hot form tomorrow in the Basque Derby against Athletic Bilbao. Let’s not forget his wonderful goal against them last season. 💫🇯🇵pic.twitter.com/KdLG63siDM
— LaLigaExtra (@LaLigaExtra) September 30, 2023
Atrás han quedado esos pequeños periodos de ostracismo y Take Kubo es una exitosa realidad, algo de lo que se está aprovechando la Real Sociedad. En Donostia, con Imanol Alguacil como entrenador, ha encontrado su lugar en el mundo. Y ahora frente al Athletic ha vuelto a mostrar todo su potencial. El japonés marcó un golazo y lo celebró por todo lo alto, con un bailecito y conquistando el Reale Arena ante el gran rival.