El Take Kubo prometido ya está aquí
El jugador nipón ha participado en cuatro goles en las primeras cuatro jornadas de Liga.

No se puede decir que sea ahora, pero sí que es ahora cuando más fuerza tiene. Takefusa Kubo lleva tiempo demostrando a qué camino pertenece, uno en el que el propio futbolista irá determinando con su evolución el siguiente paso a seguir en su trayectoria. Este inicio de temporada, Kubo está siendo uno de los mejores futbolistas de LaLiga, y desde luego de los más productivos.
La Real Sociedad de Imanol Alguacil es uno de los equipos más ricos de LaLiga en cuanto a propuesta, matices y adaptabilidad al rival. Pero tiene una particularidad. Es un equipo que tiende a juntar a muchísimos jugadores por dentro, bien sea con el uso del rombo (más difícil sin la presencia de David Silva) o con un 4-3-3 en el que sus teóricas bandas se sienten más cómodas dentro. Takefusa Kubo ha ido creciendo en ese ecosistema, ganando enteros para asumir más responsabilidad y notoriedad en el entramado coral de la Real Sociedad.
En este inicio de curso, que está siendo espectacular por lo numérico, hay una pregunta que es lógica plantearse. ¿Tanto ha cambiado Kubo? La realidad es que, si se analizan las cifras, no ha habido tal progresión, sino que el nipón lo que ha logrado es pasar de amenazar, a morder. Y que la estadística avanzada muestra que su rendimiento inicial en el último gesto es difícilmente sostenible en el tiempo.
De entre todos los futbolistas de LaLiga, Kubo es el segundo (solo por detrás de Bellingham) que más diferencia tiene entre lo generado y lo que termina produciendo. La diferencia entre lo primero y lo segundo es de 0,79, una cifra que muestra que Kubo está marcando o asistiendo mucho más de lo que debería según la estadística avanzada. De hecho, si se tiene en cuenta las asistencias y goles esperados sumados, que muestra el nivel de producción de ocasiones, Kubo es el número 14 de LaLiga. ¿Qué significa esto?

Analizando los datos, Kubo está produciendo menos regates, pases hacia área rival y asistencias y goles esperados sumados que el curso pasado. La Real, que no ha empezado bien el curso, está jugando peor que la pasada temporada. Con menos fluidez. De ahí que Takefusa esté siendo, en términos estadísticos, menos productivo para su equipo, pero a cambio le está regalando a Imanol Alguacil muchísima mayor eficiencia en el gesto final.
Para Kubo, que está experimentando unas cotas de acierto desconocidas en su trayectoria, el reto no es tanto mantenerlo, pues es muy complicado y probablemente se vaya reduciendo a lo largo de las jornadas, sino tratar de ser amenaza de forma más consistente independientemente del acierto que tenga en un momento concreto. Que sus recepciones lleven siempre implícito un retroceso del rival, algo que Kubo ha logrado de forma más recurrente, pero no tanto como para suponer ese salto para una Real Sociedad que deberá reaprender a competir sin David Silva y con un ataque por explorar. A Kubo no se le podrá exigir que mantenga esas cifras, pero sí que su agilidad se siga conjugando con la agresividad que viene desarrollando de cara a puerta.