Tchouameni da un paso al frente en sus horas más bajas: "Es el más educado de todos"

En el tramo más quemante de la temporada, en los peores días para Aurelien Tchouameni como jugador del Real Madrid, el centrocampista francés ha emergido como una certeza para el equipo de Carlo Ancelotti. Uno de los intocables para el entrenador italiano en su once, ya sea en el medio o en el centro de la defensa.

"Eso es ADN Real Madrid", cuentan por los pasillos de Valdebebas. Tchouameni llegaba discutidísimo a las semanas más complicadas del curso merengue, y ha dado un paso al frente. Primero, en el duelo copero en Butarque contra el Leganés, jugando de pivote. Después, como zaguero ante Atlético de Madrid, Manchester City y Osasuna.

Cuatro actuaciones soberbias del futbolista galo, que elevan de nuevo su estatus dentro de la plantilla y le devuelven a la titularidad indiscutible. En sus horas con menos confianza, con el vaivén de sus cambios de posición y sin la pizca de suerte que siempre es necesaria para convencer. Se ha repuesto. Eso dice mucho de él.

Tchouameni tuvo que lidiar con los pitos del Bernabéu en el partido de Copa del Rey contra el Celta. La afición no termina de cogerle cariño, por su manera de jugar un tanto inexpresiva, como si fuera sobrado, y en realidad no tanto. Y las dudas empezaron a compartirse tanto en la grada como en el palco. Sin embargo, en el cuerpo técnico siempre han confiado en él. Según reconocía Ancelotti en sus círculos más cercanos, Tchouameni es el único jugador de su centro del campo que le permite conservar el sitio, en su ansiada búsqueda por el equilibrio.

El paso al frente de Tchouameni se explica desde su carácter. Dentro de la caseta merengue destacan su capacidad de trabajo y mentalidad, muy americana, con el propósito de mejorar cada día y no dejarse alterar por factores externos, como las críticas o el ruido acerca de su figura.

"Es el jugador más educado de toda la plantilla", comentan fuentes muy bien situadas en el Real Madrid, sin que se les pregunte directamente por el francés. Un tipo culto, formado e inquieto, que también hace sus 'pinitos' fuera del fútbol, como su reconocido talento para tocar el piano.

Justo esta semana trascendió su historia con Diakhaby, el central del Valencia con el que chocó de manera fortuita en Mestalla la campaña pasada. La acción terminó con la gravísima lesión del defensa che y Diakhaby ha reconocido que durante sus meses de baja Tchouameni se ha preocupado de forma recurrente por su estado de salud.

Ahora, un nuevo reto para el francés. Este miércoles jugará de inicio contra el Manchester City aunque hay incertidumbre sobre su demarcación. Si Rüdiger vuelve al once, Tchouameni podría regresar al centro del campo y partir como pivote, o mantener su puesto atrás. Ya le avisó Ancelotti tras la eliminatoria de Copa contra el Leganés: "Que no esté muy contento por haber jugado en el medio…", insinuando que le quedan muchos partidos de central.