A tope de energía en la 'zona Real Madrid'

Las piezas empiezan a encajarle a Carlo Ancelotti cuando lo pide el tablero. El Real Madrid demostró en Cádiz (0-2) que se acerca a la zona decisiva de la temporada en un momento físico brillante y que llega hambriento a la pelea por los títulos. Casualidad, dirán algunos; causalidad, pensarán otros. Lo cierto es que el italiano ha refrescado la rotación, ha enchufado a su unidad B y tiene a sus futbolistas clave (Benzema, Vinicius, Rodrygo...) en modo arrollador. Con la entrada de la Champions y el olor a sangre, el Madrid ha vuelto a transformarse un año más.

Después de un mes de enero para olvidar, en el que dilapidó sus opciones en LaLiga, el regreso de la música europea reactivó a los blancos, con la goleada en Anfield como punto de inflexión. Aquel día el Madrid trituró a los reds con los cuestionados veteranos sobre el campo. Ahora son ellos quienes parecen la mejor garantía. "¿Datos? El dato que tenemos es que un jugador de 35 años (Benzema) jugó un partido fantástico el miércoles por la noche contra el Chelsea y tres días después repitió con otro partido fantástico. Karim está fresco y es la señal de que estamos muy bien físicamente", dijo Carletto en el Nuevo Mirandilla. Su '9', otro que ha tenido que despejar dudas, es el paradigma de la recuperación.

Después de jugar los 90 minutos en Champions, Benzema repitió y disputó el partido completo en Cádiz. Le faltó el gol, pero se topó dos veces con los palos y brilló como en Liverpool o en el Camp Nou. Se ha enchufado cuando su equipo más lo necesita. A Modric tampoco hay quien lo pare, y la dosificación (solo jugó 10' en el Mirandilla) le viene como un guante. Kroos se quedó en casa y agradece el descenso al pivote, donde recorre menos kilómetros y dirige igual de bien. Ancelotti les ha regulado y Pintus ha vuelto a acertar.

Su manido 'método' parece un tópico vacío, pero la regulación de cargas del preparador físico acostumbra a funcionar. El italiano siempre ha diseñado una planificación enfocada a llegar pletóricos al tramo donde se deciden los trofeos. Los futbolistas le conceden una gran importancia en las gestas de la temporada pasada. Hace un año, los blancos también se presentaron con ciertas dudas a estas alturas (con la derrota en París se tocó fondo) y en las remontadas ante PSG, Chelsea y City arrollaron por fútbol y por físico. Se mostraron exultantes en todos los tramos finales, hasta en las prórrogas, y avasallaron a sus rivales a través de la "energía" que no se cansa de mencionar Carletto. Modric se acordó de su fiel confidente nada más remontar ante los de Guardiola. "En la cima, ¡método Pintus!".

En esta ocasión, la sensación es que el Madrid ha vuelto a calcar el guion. Desde febrero, más de un tercio de sus goles en LaLiga (ocho de 23) se han producido en el último cuarto de hora de partido. En la Copa atosigó a un Barça sin respuestas hasta el pitido final y en la Champions pasó por encima de Liverpool y Chelsea en los tres partidos. Los blues no respiraron en el Bernabéu, y el tanto de Benzema para derrotar al cuadro de Klopp en Chamartín también llegó en el ocaso del choque.

En este revivir destacan los de siempre, pero también los futbolistas que ha logrado recuperar Ancelotti a partir de enero. Dos casos destacan por encima del resto: Asensio y Ceballos. El balear, que empezó la temporada apartado entre rumores de traspaso, se ha reivindicado hasta el punto de empezar a reclamar un hueco en los días grandes. Promedia un gol o asistencia cada ¡88 minutos! y en Cádiz volvió a marcar. Ceballos, sin peso en el inicio del curso, también sobresalió y representa una alternativa de garantías para dar descanso a Modric o Kroos.

Ellos, con un Camavinga excelente le pongan donde le pongan y un Rodrygo en estado de gracia, han sido el impulso extra que también necesitaba el equipo a estas alturas. El regreso de Alaba ha supuesto otra bendición. Ancelotti ya tiene a la pareja (el austríaco y Militao) que le dio la gloria en la 21-22 y puede rotar con Rüdiger y Nacho para gestionar los descansos. Todos llegan sanos salvo Mendy y con la confianza a tope.

Lejos de ser un problema, la acumulación de partidos está resultando un aliciente, como reconoció Courtois tras el encuentro en Cádiz. "El míster quiere que estemos frescos. Nos faltan la final de Copa y los cuartos de Champions. Los otros dos, Barça y Atleti, no lo tienen. Esa continuidad de jugar cada tres días nos hace estar muy bien físicamente". Entre el método y la mística, el Madrid vuelve a ser el Madrid cuando más lo necesita.