Así funcionan las jerarquías en el vestuario del Barça: de 'El Padrino' Gavi al dúo inseparable de Gündogan con Lewandowski
Tras perder a tres pilares la temporada pasada, la plantilla fue identificando a sus nuevos líderes con el paso del tiempo. Tras la eliminación ante el PSG el ambiente se ha enrarecido en la caseta.

En apenas unos meses, el Barcelona se despidió de tres de los jerarcas de una de las mejores generaciones de su historia: Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba. También tuvo que dejar ir a Messi dos años atrás. El vestuario, durante los primeros meses de temporada, fue identificando a sus nuevos líderes. En Los Ángeles, durante la gira veraniega, eligió a los nuevos capitanes: Sergi Roberto, Ter Stegen, De Jong y Araujo. "Somos una familia", contaban desde el vestuario entonces.
"Antes sí que había grupos más marcados, ahora somos una piña", insistían desde dentro al comparar la evolución de los bastidores blaugrana durante los últimos años, antes de la discrepancia tras el partido de Champions entre Araujo y Gündogan, a raíz de una expulsión del primero en la vuelta contra el PSG que ha reabierto la curiosidad sobre quiénes llevan la voz cantante en el vestuario.
La realidad desde dentro es que los liderazgos se han ido construyendo de forma orgánica. Ter Stegen, que en su día chocó con Leo Messi, es una de las voces autorizadas. También Sergi Roberto, el nuevo capitán, que se encarga de trasladar al cuerpo técnico dudas y peticiones de la plantilla. Gavi, por su parte, se ha convertido en el Padrino de los más jóvenes.
Durante los primeros compases de curso, los jugadores tenían asignado un sitio a la hora de comer. Ahora, en cambio, en la ciudad deportiva todos se mezclan a medida que van llegando al comedor. Hay jugadores, evidentemente, que tienen más afinidad entre ellos. Es difícil, por ejemplo, que Gündogan se separe de Lewandowski. También es habitual ver a Ter Stegen cerca de ambos. Los tres hablan en alemán. El grupo 'internacional' lo completan Christensen y Sergi Roberto, por su manejo del inglés, aunque también se mueve con los nacionales.
Otro de los grupos principales es el de los españoles. Antes era habitual ver a Ferran Torres y Eric Garcia, cuando estaba en el equipo, saltar al campo minutos antes de empezar el entrenamiento a pelotear. Como Pedri, Marcos Alonso o Gavi, que también se mueven con ellos. El de habla francesa ha perdido componentes a raíz de las salidas de Dembélé y Kessié. Estos dos y Koundé facilitaron la adaptación de Mika Faye, que participó en la gira y únicamente se manejaba con el francés. Ahora también participa en sesiones con el primer equipo y se espera que debute antes de que finalice LaLiga.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) April 17, 2024
Desde el inicio de campaña, al vestuario se han ido incorporando Lamine, Cubarsí, Héctor Fort o Marc Guiu. Se mueven juntos y solo tienen ojos para el balón (y los móviles). Iñigo Martínez es especialmente cariñoso con ellos y tiene cierta ascendencia en el grupo, fruto de su carácter, a pesar de estar viviendo sus primeros meses en Barcelona. A la altura del vasco se sitúan Oriol Romeu o los Joaos.
Gündogan, hijo adoptivo de una cultura distinta, la del Manchester City, no ha titubeado a la hora de mandar mensajes contundentes ante los micrófonos. Lo hizo después del Clásico y señaló a Araujo tras su expulsión ante el PSG, que fue el inicio del fin. Entonces, desde el vestuario entendieron las palabras de Gündo: "Perder un Clásico tiene que enfadarte", reconocían. Las palabras del ex del City evidencian que, a pesar de no llevar brazalete, se siente con el peso suficiente como para hacer este tipo de declaraciones.
Gavi como padrino y las charlas futboleras de Lewandowski
Uno de los nombres destacados, de los que unen al grupo, es Gavi. El canterano, porque sabe lo que es vivirlo, es el nexo con los jóvenes que suben a entrenar con el primer equipo. Actúa de padrino de jugadores como Astralaga o Fermín López. Su ausencia fue un choque para todos, pero ahora vuelve a estar en la ciudad deportiva siguiendo con su recuperación. Por otro lado está Lewandowski. El polaco no soñaba con lucir el brazalete de capitán, pero eso no le priva de actuar como uno de los líderes de la plantilla.
"No era mi objetivo tras un año aquí. Pero eso evitará que deje de ser expresivo con mis compañeros. A mi edad, no tengo el ego suficiente como para sentirme ofendido de no ser uno de los capitanes", expresó en una entrevista en The Athletic. De hecho, la franqueza de Robert con sus compañeros llevó a provocar algún desencuentro con algunos compañeros durante el curso pasado. El polaco, no obstante, tiene buena relación con toda la plantilla. Tanto se le puede ver hablando de fútbol con Gündogan como con Lamine Yamal.
La prioridad de Xavi es conservar el buen ambiente
El portavoz de la plantilla es Sergi Roberto. Su labor de capitán le lleva a trasladar al cuerpo técnico las inquietudes y dudas que pueda tener la plantilla. Es el encargado, por ejemplo, de negociar los días de fiesta con el staff. "Es un grupo muy fácil de liderar, antes había carácteres muy marcados", exponen desde dentro. Futbolistas sin brazalete tenían mucha ascendencia en el vestuario. Fue el caso de Neymar, Luis Suárez o Arturo Vidal. De hecho, uno de los motivos por los que a Xavi no terminaba de convencerle el retorno del brasileño era precisamente para que el equilibrio que tiene el vestuario no sufriera el riesgo de tambalearse.
En el primer discurso de Quique Setién como entrenador del Barcelona se evidenció la dificultad que tenía liderar un vestuario de tal envergadura. Por allí habían pasado Pep Guardiola, que terminó "vacío" -en parte por lo que sucedía fuera del propio vestuario-, o el carácter de Luis Enrique. Setién quiso ir con pies de plomo al pedir a la plantilla renunciar a su día de fiesta para hacer una sesión. En lugar de imponer, consultó.
"Sé que mañana tenéis decidido el día de descanso. Os quiero proponer que tratéis de entender que necesitamos lo antes posible comunicarnos y hemos pensado que entrenaremos mañana por la tarde. Sé que a algunos les descoloca. No será lo habitual. Si no os parece mal, que espero que no, mañana por la tarde vamos a entrenar", comentó el entrenador al vestuario blaugrana.
Una estructura de poder horizontal dentro del staff
Xavi llegó a un Barcelona que lucía un decorado distinto. Y también con otra etiqueta: era una leyenda de los terrenos de juego al que le tocaba ganarse una reputación como entrenador tras una primera etapa en Qatar. Implementó en Can Barça la metodología que había comenzado a construir en Oriente Medio. Uno de sus innegociables son los juegos antes de empezar los entrenamientos.
Pero no se encarga él de hacerlos. De hecho, esta decisión responde a un reparto de poder horizontal dentro del cuerpo técnico. A Xavi le gusta delegar y los juegos que hacen piña se encarga de prepararlos Iván Torres, el preparador físico. Del mismo modo que el encargado del diseño de la estructura defensiva corre a cargo de Òscar Hernández y las jugadas a balón parado de Sergio Alegre. "Trabajo en equipo", insiste Xavi.
El entrenador del Barça tiene un despacho disponible en la ciudad deportiva, pero Xavi nunca ha sido partidario de usarlo. Comparte mesa con el resto del cuerpo técnico. Sólo lo utiliza para reuniones privadas. Koeman, por ejemplo, prefería trabajar en su zona privada.
"Creo que tenemos cuatro capitanes que harán un gran trabajo. Vamos a intentar que todo fluya. Es una situación nueva y nos tenemos que acostumbrar", comentó Ter Stegen durante la pretemporada. El Barça ha ido identificando cuáles son sus nuevos jerarcas pero ha visto cómo en los últimos días, después de la eliminación de la Champions, el ambiente se ha enrarecido tras el cruce de declaraciones entre Gündogan y Araujo...