FC BARCELONA

El socio de Andrés Iniesta en el famoso vídeo de 'soy del Madrid a todo poder' sigue siendo su amigo: "Jorge, se acaba el balón..."

Jorge Troiteiro, que coincidió en el Barça desde los 12 a los 17 años con el de Fuentealbilla, explica sus experiencias y su camino.

Jorge Troiteiro está en la parte inferior izquierda de la imagen, mientras que Iniesta aparece en el centro abajo./ TROTEIRO
Jorge Troiteiro está en la parte inferior izquierda de la imagen, mientras que Iniesta aparece en el centro abajo. TROTEIRO
Alberto Martínez

Alberto Martínez

De Almansa a Fuentealbilla, ambos pueblos de Albacete, hay apenas 74 kilómetros de distancia a pie. Y, en 1984, nacieron dos talentos que se juntaron 12 años después en La Masia, en Barcelona, tras un espectacular torneo de Brunete que alertó a los ojeadores de todos los equipos de Primera pero que finalmente, por circunstancias de la vida, fue el club azulgrana el que se llevó el premio. Uno de esos jugadores se retira este martes después de una carrera que no hubiera imaginado ni en sus mejores sueños, con todos los títulos posibles con el club azulgrana y con la Selección, protagonista además en la final de Sudáfrica. Es Andrés Iniesta.

De hecho, hay un vídeo curioso que circula por las redes de ese Iniesta a las puertas de La Masia, con la inocencia de un niño de 12 años que responde a Pepe Gutiérrez, periodista emblemático de Antena 3, a la pregunta de cuál era su equipo favorito: "Yo era del Madrid a todo poder y aquí Jorge no sé de qué equipo era". El que estaba a su lado era su inseparable Jorge Troiteiro, que respondió: "Yo también era del Real Madrid". Detrás de la anécdota se esconde la historia de este talentoso jugador que ha podido vivir del fútbol pero lejos de los focos como Iniesta. Este martes cogerá un vuelo y estará en la despedida. Y nos presenta a otro Andrés.

Comencemos por el principio de tu historia. ¿Cómo llegas al Barça?

Soy manchego, de Almansa, porque mi padre, que era futbolista, jugaba allí. Pero a los pocos meses me vine para Mérida. Jugaba en la calle, luego con cuatro años ya me apunté a un equipo y coincidió que el Mérida ascendió a Primera y en 1995 fuimos a jugar el torneo de Canal Plus, de Brunete. Hicimos un buen torneo y me llamó el Barcelona.

¿Tan rápido? ¿Y no te conocían de antes?

Antes de ir a jugar ya mandaron informes míos a Barcelona, pero fue en el torneo cuando se hizo todo. Hablaron con mi padre, pero yo no me enteré. En Mérida había exjugadores del Barcelona que habían hablado de mí, como Urbano, Quique Martín o David Pirri, y ellos mandaron informes. En Brunete me hicieron un seguimiento y jugamos contra el Barça también. Recuerdo que me lo comunicó mi madre después de recoger las notas del colegio. Me habló de La Masia, aunque yo nunca había escuchado esa palabra. Y me dijo que si quería ir. Y fui.

Y fue allí cuando conociste a Iniesta...

Sí, yo llegué una semana antes que él. El Barça solo fichaba jugadores a partir de 14 años pero nosotros llegamos con 12. Éramos los pequeños. Y estábamos siempre juntos. Al comienzo fue un poco complicado, llorábamos mucho, éramos muy pequeños. Teníamos que dejar la familia, los amigos. Uno de Mérida y el otro de Fuentealbilla... Estaba claro que íbamos a hacer algo que podía ser nuestra vida. Pero los primeros meses lo pasábamos mal, llorábamos, tuvimos compañeros que eran nuestra familia. Y nos llamaban los enanos de La Masia.

¿Qué compañeros os ayudaron más?

Valdés, Arteta, Xavi, que iba a comer, Gerard López, Jofre, Mario Rosas... Eran los mayores y nos protegían. Nos hacían la vida más fácil. Andrés y yo dormíamos en la misma litera. Yo arriba y él abajo. Pasamos una infancia juntos. Jugábamos juntos. También nos ayudaba Joan Ferrer, que era el director de La Masia. La cocinera y Fernando, el de seguridad.

¿Hubo algún momento que recordaras de abandono, de querer dejarlo?

Tuvimos nuestros momentos. Pero no recuerdo bien las conversaciones. Sé que Andrés la primera noche lo pasó mal y se quiso ir, porque nuestros padres al final no querían que estuviéramos así. Pero después de eso, echábamos de menos como es lógico, pero pudimos llevarlo mejor. Teníamos una vida de profesional con 12 años: comíamos juntos, estudiábamos, entrenábamos... No salíamos a la calle a jugar con los amigos.

"Sé que Andrés la primera noche lo pasó mal y se quiso ir... Teníamos una vida de profesional con 12 años"

Y algunas travesuras en La Masia...

En La Masia subíamos unas escaleras y llegábamos a una planta en la que había cuatro habitaciones. Era un rellano con dos puertas. Entonces cogíamos pelotas de tenis y jugábamos allí. Estaba prohibido, pero queríamos jugar. A todas horas. Entonces subía Fernando, el de seguridad, para advertirnos. Éramos niños y necesitábamos de eso. Luego recuerdo que nos regalaron unas botas Munich, que eran blancas, pero nosotros las pintábamos de negro... A nuestra manera.

¿Y en qué momento se separan vuestros caminos?

Empezamos a jugar juntos de infantil de primer año, aunque en aquel momento yo subía al A muchas veces. La evolución fue muy buena. Teníamos las mejores herramientas para aprender, pero en juveniles yo firmo por el Atlético de Madrid y nos separamos. Eran etapas de la vida y ese año decidí cambiar, nunca sabes si aciertas o no. Si siempre hiciéramos lo correcto, nunca existirían los problemas. Tomé esa decisión porque me iba a otra gran cantera.

¿No tienes una espina clavada?

No la tengo. No todo el mundo puede vivir del fútbol, y estuve viviendo hasta que me retiré. Y ahora soy presidente de un club (Mérida Football Academy) y director general de otro (Racing Mérida City). He podido jugar en todas las categorías, he viajado a Chipre... Viví de esto.

¿Y qué pasó en el Atlético?

Coincidí el primer año con Fernando Torres, Molinero, Fernando Usero... Y fue una etapa muy bonita, pero antes de acabar mi último año de juvenil decidí volver a Mérida a Segunda B. Y jugar a nivel profesional. Estuve en grandes canteras. Me quedo con esas experiencias.

¿Y has podido mantener tu relación con Iniesta?

La relación ha sido por teléfono y whatsapp. He estado en Burgos, Melilla, Lucena, Chipre... No tuvimos oportunidad de vernos mucho. Cuando venía a Sevilla a jugar sí que iba a verlo. Pero casi todo ha sido telefónico. Al comienzo, cuando nació Valeria, dos meses después nació mi primera hija, y nos enviamos fotos. Estuve en su boda. Y estaré en su retirada, me invitó. Me dijo, 'amigo, se acaba el balón'. En los días importantes quiere que estemos los que fueron importante en su vida.

¿Cómo viste la final del Mundial de 2010?

Estaba con la familia viendo el partido y creo que no se pudo dar mejor. Es lo más grande de siempre, y era el que más se lo merecía: por las lesiones, la muerte de Jarque... Creo que no había mejor jugador que hubiera marcado el gol que él. Andrés como jugador fue increíble, y como persona. Siempre lo quieren.