FC BARCELONA

El triunfalismo de Laporta esconde un sinfín de promesas incumplidas

El presidente del Barça se mostró satisfecho por el mercado de fichajes y alabó la labor de Deco.

Laporta y Deco tras la rueda de prensa de valoración del mercado del presidente del Barça./EFE
Laporta y Deco tras la rueda de prensa de valoración del mercado del presidente del Barça. EFE
Joaquín Bacigalupo

Joaquín Bacigalupo

La satisfacción de Laporta al valorar el mercado del Barça contrastó con la imagen de un club maniatado económicamente e incapaz de satisfacer sus propias necesidades. Los elogios hacia Deco, presente en la primera fila, coparon un discurso triunfador que olvidó un sinfín de promesas incumplidas.

Luego de un baile interminable de nombres vinculados al club, apenas acabaron llegando Pau Víctor y Dani Olmo. El primero cambió Girona por Barcelona por un monto similar a los tres millones de euros, mientras que por el segundo el conjunto azulgrana abonará cerca de los 60 que tenía fijado como cláusula con el Leipzig. Las otras incorporaciones -Ansu Fati, Eric García y Pablo Torre- no tuvieron coste alguno al volver de una cesión.

Tras las expectativas generadas por el máximo mandatario del club acerca de la incorporación de Nico Williams, el presidente se limitó a decir que no hablaría de jugadores que no pertenecen al Barça. Eso sí, cuando se le consultó por Olmo no dudó en sacar pecho: "La prioridad era realizar una operación importante, la de Dani Omo, como nos pidió Deco, y se ha conseguido". El de Terrasa era la apuesta del director deportivo, la de Laporta era Nico.

Laporta se niega a hablar de Nico Williams.

"No quiero apuntarme a los derrotismos y catastrofismos de algunas proclamas que no tienen sentido"

Joan Laporta Presidente del Barça

Si bien es cierto que en la dirección deportiva, con el portugués a la cabeza, estaban convencidos de la incorporación del jugador de Terrassa, no escapa a nadie que el Barça buscó reforzarse en otras posiciones durante el mercado. La lista era precisa: un pivote, un suplente de garantías para Koundé y un extremo zurdo. No llegó ninguno.

Laporta negó que las dificultades para cumplir con los planes tuvieran algo que ver con los problemas financieros: "No es verdad que haya jugadores que no quieran venir por nuestra situación económica. Muchos saben que estamos en un proceso de culminar la recuperación económica".

El presidente repitió en diversas ocasiones que estaban "satisfechos con el mercado", pero la lista de nombres que tanteó el club para reforzar el equipo y no acabaron llegando lo deja en evidencia. Se intentó con Kimmich, Mikel Merino, Marc Pubill, Cancelo, Nico Williams o Chiesa, pero ninguno acabó vistiendo de blaugrana.

El Barça no incorporó a ningún jugador en las tres posiciones que se marcó como prioritarias cuando el verano recién asomaba, pero Laporta no quiere apuntarse "a los derrotismos y catastrofismos de algunas proclamas que no tienen sentido".

Lenglet renovado, Vitor Roque cedido y Gündogan regalado

La marcha de Lenglet al Atlético en condición de cedido es una muestra más de la mala gestión. El club se vio obligado a renovar un año más al central, hasta 2027, para así rebajar su ficha y que está cuadre dentro de las cuentas del equipo colchonero. Si bien esto supuso un alivio para la masa salarial, no se consiguió todo el espacio deseado.

Más de lo mismo con Gündogan, regalado al City para al menos liberar su ficha, o Vitor Roque, cedido al Betis tras ni siquiera estar inscrito para esta temporada. En el caso del brasileño, Laporta aseguró tener "cuatro equipos interesados en su cesión y alguno en comprarlo", pero los más de 30 millones gastados en enero obligaban a, al menos, recuperar el dinero invertido.

Laporta explica la salida de Gündogan.

Apenas las salidas de Faye, Julián Araujo, Marc Guiu y los pellizcos de Chadi Riad y Estanis Pedrola consiguieron ser útiles para paliar unas cuentas que siguen en números rojos. Así como Flick elevó el nivel de exigencia del Barça sobre el césped, quizás Laporta deba hacer lo propio en los despachos.