LALIGA

Tuits de Villar, destituciones de Rocha y ¿dos días de Tebas?: otras inhabilitaciones rocambolescas del TAD

El presidente de LaLiga podría caer por convocar una Asamblea de urgencia dos días antes de lo permitido.

Rocha y Tebas./EFE
Rocha y Tebas. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El TAD ha abierto un expediente "muy grave" a Javier Tebas en un proceso que podría conducir incluso a su inhabilitación. Estima la denuncia de Florentino Pérez, basada en la convocatoria de la Asamblea en la que se valoró el acuerdo con CVC. De primeras podría parecer que es un asunto de extrema importancia, aunque el matiz que le ha llevado a esta situación es, en realidad, un mero formalismo. Porque el presidente de LaLiga lo que hizo fue convocar de urgencia la Asamblea en cuestión con ocho días de antelación y no con los diez que estipula la normativa. Hasta sorprende que fuera su adjunto el que la convocara oficialmente y no el propio Tebas.

¿Puede caer Javier Tebas por un detalle de este característica? ¿Por dos simples días? Lo cierto es que sí y la hemeroteca así lo avala. Porque las otras dos grandes suspensiones que han llegado desde el TAD lo han hecho, precisamente, por circunstancias así. Incluso cuando daba la impresión de que los motivos por los que podían caer los personajes en cuestión resultaban más abundantes.

Un ejemplo que avala la precisión de esta afirmación es el de Pedro Rocha. El que fuera presidente de la Federación lleva inhabilitado una semana por lo que entendieron, a priori, como tres infracciones muy graves cuando estaba al mando de la gestora de la RFEF. Concretamente, los hechos en cuestión fueron cesar a Andreu Camps, uno de los cabezas del Rubialismo; rescindir el contrato a Tomás González Cueto, que cumple el mismo patrón que el mencionado Camps; y por personar al organismo que regentaba como acusación particular en el Caso Rubiales.

Se argumentó entonces que había tomado Rocha las decisiones de forma individual, aunque a posteriori fueran aprobadas por la Gestora. La resolución definitiva concluyó en que solo la destitución de Camps era suficiente para inhabilitar al exmandatario por extralimitarse en sus funciones. Este ha solicitado medidas cautelares, argumentando, entre otras cosas, que su decisión de destituir a Camps vino avalada por la petición de Víctor Francos, entonces presidente del Consejo Superior de Deportes.

Villar, inhabilitado... por unos tuits

Ángel María Villar, aunque ya estaba suspendido, también fue destituido por el Tribunal Administrativo del Deporte por vulnerar la neutralidad en el proceso electoral mientras ejercía de presidente de la Gestora. Concretamente, vulneró el artículo 76.2.a de la Ley del Deporte, lo que se consideró como una infracción "muy grave". ¿Pero a qué se referían exactamente?

La instructora indicó: "Una vez convocadas las elecciones a la RFEF por su entonces presidente, el día 13 de febrero de 2017, éste pasó a ocupar la presidencia de la Comisión Gestora. Siendo presidente de dicha Comisión Gestora y sin cesar de la misma llevó a cabo numerosas actividades dirigidas a publicitar y promover su condición de candidato a la presidencia de la RFEF y a captar el apoyo para su candidatura".

Dicho de otra forma... publicó tuits y post en Facebook para publicitar su candidatura. Ilegal en base al reglamento, sí, aunque resulta paradójico que la inhabilitación de Villar llegara precisamente por ese supuesto. Este reclamó: "Es la sanción más grave impuesta a un presidente de Federación desde la constitución del mismo. José Ramón Lete (presidente del CSD para entonces) nunca me dio la oportunidad de explicarlo, antes de solicitar el expediente disciplinario".

Ahora, es Javier Tebas el que se encuentra entre la espada y la pared por dos días a la hora de convocar una Asamblea. Además, esa reunión resultó inútil ya que los clubes la repitieron cinco meses después. Entonces, ya se corrigieron todos los defectos de forma de la primera convocatoria. Este asunto dará mucho que hablar en los próximos días y podría suponer el fin del presidente de LaLiga. El TAD ya aplicó severas sanciones en el pasado por casos que tampoco parecieron, de primeras, especialmente graves.