El Valencia de Corberán acabó ovacionado... Pero otra vez lastrado por errores individuales: esta vez fue Hugo Guillamón
Corberán quiso quitar culpa al centrocampista, aunque la afición le silbó.
Final del partido en Mestalla. El Real Madrid asalta la casa che en un partido en el que los de Corberán apenas comparecieron en los segundos 45 minutos tras una primera parte sobresaliente. La gasolina se acabó o el equipo no dio para más o simplemente, el Real Madrid pasó el rodillo. Por unas, por otras o porque el último disparo de Rioja dio en la mismísima cruceta, el conjunto blanco se impuso por 1-2 en Mestalla... Y Mestalla sorprendió con su reacción.
La afición acabó el partido aplaudiendo a los suyos, algo sorprendente teniendo en cuenta el resultado y la situación que vive el club, pero así fue. Entre tanto aplauso, también hubo un señalado claramente por la gente: Hugo Guillamón. El joven centrocampista de la Eliana volvía a jugar tras mucho tiempo sin contar para Rubén Baraja y en apenas 20 minutos dejó dos errores que le hicieron aparecer en los dos goles.
En el primer tanto, el jugador no se entendió bien con Barrenechea y la jugada acabó en gol de Modric. Ese gol ya costó la frustración de la grada que cada vez que tocaba la pelota le dedicaba una pitada, pero lo peor fue al acabar. Minutos de descuento, Foulquier cede el balón a Guillamón (una entrega medianamente defectuosa), y, de nuevo, el centrocampista cede mal atrás para dejar solo a Bellingham ante Dimitrievski, para que el equipo blanco ganara.
Los pitos a Guillamón contrastaron con los aplausos al equipo al acabar el partido. Tanto fue así, que cuando los analistas del cuerpo técnico que se ubican en el anfiteatro bajaban a vestuarios, escucharon cómo varios aficionados les reclamaban: "Que no vuelva a jugar Hugo, por favor, que no vuelva a jugar", le espetaron a uno de los analistas.
De nuevo, como con Rubén Baraja, los errores individuales aislados lastraron al equipo. Así ocurrió ante, por ejemplo, el Valladolid cuando Mosquera erró en una salida de balón, así ocurrió ante Las Palmas cuando entre Duro y Guerra no se entendieron en un 2 contra el portero clarísimo o así ocurrió ante el Mallorca cuando Foulquier regaló el último gol del partido rompiendo un fuera de juego clarísimo. Nuevo entrenador, mismos errores individuales.
Aun así, Corberán quiso quitar peso al error de Hugo: "Si soy justo en el análisis de la jugada creo que no se debe focalizar el error en él, es una jugada que vamos a utilizar para seguir creciendo. Hugo no ha tenido ventaja ahi para sacar el balón, tenemos que trabajar el momento para trabajar mejor", espetó el entrenador.
"Yo creo que el equipo ha tenido momentos buenos, ha demostrado personalidad y carácter que para mí es importante. El Madrid hace unos días ganó un título a nivel mundial y sabemos su poderío, por momentos no hemos podido imponer nuestro juego pero estoy convencido de que si seguimos así vamos a acabar poquito a poquito imponiéndolo", dijo el técnico. El problema es que ese crecimiento 'poquito a poquito' va a tener que ser rápido, porque al Valencia se le acaba el tiempo y eso que solo estamos en el final de la primera vuelta.