¿Cómo funciona la 'Grada Joven' del Valencia y cómo ha detectado el club en tiempo récord a los que insultaron a Vinicius?

El Valencia – Real Madrid quedó manchado por el incidente racista que sufrió Vinicius Jr. No importaron los gestos posteriores del jugador, tampoco que sus compañeros de equipo le hubieran pedido que se calmara durante casi todo el partido, y tampoco que Mestalla al unísono nunca le faltara de manera racista. Lo que hicieron unos pocos aficionados del Valencia manchó un encuentro que hasta ese momento estaba brillando por su tensión con juego limpio.

¿Y quiénes fueron los racistas? Es la pregunta que se hicieron Valencia, LaLiga y el Real Madrid nada más acabar el partido. El club che, junto con LaLiga, localizaron en tiempo récord a dos de los responsables de los insultos y gestos racistas. Uno de ellos, que está comprobado al 100% su identidad, será expulsado de por vida tal y como ha confirmado el club. El segundo, está también detectado pero aún falta por contrastar por completo que realizó los insultos. Será también expulsado cuando se confirme.

La localización de los responsables, hasta el momento, ha sido relativamente sencilla porque su ubicación estaba clara, la grada joven. Y si su detección fue rápida ha sido porque eran pocos. A uno de ello se el expulsó del campo durante el partido.

El Valencia Club de Fútbol tiene una grada joven en la que se anima, pero Mestalla como tal ya no tiene una grada de 'ultras' como sí tuvo a principios de este siglo y finales del anterior. El club 'liquidó' esa animación en 2019 a raíz de diversos insultos racistas por parte de cuatro elementos aislados en el Emirates Stadium. Esos aficionados fueron localizados y expulsados, pero a raíz de esa situación, el expresidente Anil Murthy vetó de la gestión de la animación a los diferentes grupos ultras que militaban en la grada e interpuso un límite de edad (25 años), para poder acceder a la misma.

Desde entonces, en el club siempre han esgrimido el mismo argumento: "Es una grada joven de animación, no una grada de animación como tal". Dicho de otra forma, ese espacio de Mestalla aspira a ser un lugar donde la gente joven pueda pasarlo bien animando, no un lugar de encuentro de los diferentes grupos radicales que durante años sí militaron en Mestalla. Pese a todo lo dicho, para acceder a dicha zona del estadio hay muchos requisitos. No se pueden sacar entradas, el abonado en la grada da todos sus datos al club para facilitar el reconocimiento, hay cámaras que enfocan constantemente a la misma y el acceso se hace con huella dactilar e incluso por biometría facial.

El Valencia, pues, acabó con los 'cabecillas' de dichos grupos y con la inserción en Mestalla como tal de los más radicales. Sin embargo, el club no puede restringir el acceso a personas que no tengan antecedentes penales y que no hayan tenido polémicas previas en los estadios, como tampoco puede prever que esas personas acaben esgrimiendo insultos racistas. De hecho, a esa zona siguen accediendo diferentes integrantes de los grupos mencionados que cumplen con el requisito de edad y no tienen antecedentes penales. Entran de manera individual, aislada y sin tener poder en la gestión de la grada, pero el club argumenta que no puede vetar a una persona física si cumple todos los requisitos mencionados y por muchas vinculaciones que tenga, no haya infringido la ley y se comporte bien en el estadio, algo que hasta la fecha siempre ha sucedido. Lo que sí puede hacer el club, y de hecho ya está haciendo, es castigar a esas personas aisladas que sí cruzan la línea.

Esta temporada, el Valencia aumentó el límite de edad para acceder a la grada de animación, de los 25 a los 30 años. Y por otra parte, permitió la entrada de aficionados veteranos que ayudaran a coordinar, personas completamente identificadas, que el club tiene registradas y que coordinan la grada sin tener ningún tipo de antecedentes penales ni de polémicas en los estadios. Durante toda la temporada la animación se ha mantenido sin incidentes, pero este domingo en el club eran conscientes de que varios aficionados cruzaron la línea roja. Afortunadamente, gracias a los medios de prevención que aplica la entidad, la localización de los mismos no ha sido compleja (en tiempo "récord'' argumentan desde LaLiga), y el castigo será el máximo.

Vinicius sufrió también insultos racistas de un sector de la afición cuando llegó al estadio. De nuevo, se trató de un grupo aislado, pero de nuevo la víctima fue Vinicius sin matices alguno. Pese a no ser un cántico al unísono, precisamente ese grito de 'Vinicius eres un mono' fue cantado por el sector radical de la afición che, de hecho muchos de los que en el recibimiento le gritaron eso al brasileño, tienen vetada la entrada a Mestalla por el severo control que aplica el club.