Valencia y Getafe, entre 'palos' para Rubén Baraja, visiones de José Bordalás y el apoyo de Quique Sánchez Flores

Rubén Baraja vuelve a Getafe. O lo que es lo mismo, Rubén Baraja vuelve a un lugar donde todavía no ha ganado, donde siempre que ha ido ha vuelto con palos en la espalda y donde su equipo ni siquiera ha podido marcar en los dos años que ha jugado allí.

El Valencia CF sufrió una dura derrota en la 22/23, en el que fue el partido inaugural de Rubén. Con un Valencia más ahogado si cabe que el actual, los che cedieron un 1-0 en los últimos minutos que amargaba el debut de su entrenador. En la 23/24 la cosa no fue muy diferente. Tras un partido infumable, de nuevo en los últimos minutos, un gol de Mayoral sentenciaba un partido que acabó con Javi Guerra y Paulista expulsados.

Baraja ha recibido palos cada vez que ha visitado Getafe, de ahí que esté dispuesto a salir con un 5-4-1 para tratar de, al menos, sumar un punto como sea. Aunque realmente el equipo necesita más por puras matemáticas: un punto no le sacaría ni del descenso ni de ser el farolillo rojo, posición que actualmente ocupan y que aunque haya sorprendido a muchos... No sorprende a José Bordalás.

El entrenador alicantino lo vio venir en 2022, cuando le despidieron del club. Por aquel entonces, en su círculo cercano ya trasladaba que Peter Lim estaba jugando con fuego y que un año se quemaría. Esa frase la hizo pública en 2023 en una gala de premios al señalar lo siguiente. "Percibía en mi etapa allí que era peligroso. Estábamos en una dinámica diferente a lo que debe ser el Valencia y, desafortunadamente, está pasando lo que veíamos o pensamos que podía ocurrir", expresaba el año en el que los che casi bajan a Segunda División.

Esa premonición hoy está cerca de ser una realidad y de la misma forma que el actual técnico hizo un vaticinio, el extécnico azulón, Quique Sánchez Flores, lanzó un capote en aquella temporada que bien se podría aplicar a hoy en día. "Tienen que cambiar las cosas, estoy 100% agradecido a los valencianos. Es una situación difícil, como jugador pasé por el descenso y fue un trauma, hicimos algo muy importante de volver al año siguiente, pero fue un trauma, un trauma. Ojalá los valencianistas se pongan muy del lado de los jugadores porque son muy jóvenes y van a tener una responsabilidad muy importante", espetaba el técnico.

Así que entre palos, premoniciones y un discurso, el de Quique, que es aplicable a la actualidad, el Valencia CF afronta una cita en la que necesitan salir del pozo. El Getafe no es precisamente el rival idóneo para que un equipo bloqueado mentalmente salga del agujero, pero a los che no les queda otra tras desperdiciar las oportunidades ante Las Palmas y Leganés.