Valjent le estalla la pompa al Sevilla a última hora... y empuja al Mallorca a seguir soñando con Europa

Partido para soñar. Para que unos se afiancen... y otros lleguen a tiempo a la lucha por Europa, con una plaza extra que pinta a que acabará en España. Sevilla y Mallorca. García Pimienta y Jagoba -quien estuvo muy cerquita de ser el local en este partido-. Y el Ramón Sánchez-Pizjuán de fondo.

El balón echó a rodar y el respeto fue el protagonista. Excesivo por momentos, ambos equipos se 'pusieron de acuerdo' para tantearse en los primeros minutos. La posesión para el Sevilla, sí, pero sin grandes ocasiones... hasta que se enchufó Vargas. El suizo se consolidó como un atacante importantísimo para los suyos y gobernó todas las acciones de peligro. Aunque, esta vez, Lukebakio estuvo con la mira desafinada. Tuvo tres, pero ninguna fue siquiera a puerta.

Quien también tuvo varias ocasiones fue Muriqi. El pirata del Mallorca estuvo muy bien defendido por Kike Salas y Loïc Badé, sí, pero el balón, de una forma u otra, siempre le acaba cayendo en su cabeza. No estuvo fino en el último toque, pero de cabeza avisó tres veces. Quien avisó... y acertó fue Kike Salas. En la última jugada de la primera mitad, demostrando que se trata del Sevilla de los canteranos y aprovechando un balón suelto en el área, el de Morón la mandó al fondo de la red. Y Nervión estalló. Y el descanso llegó. 1-0.

Aunque el guion cambió en la segunda parte. Al Mallorca le tocó ser el que mandase con el balón. Lógico, rascar un punto en Nervión era sinónimo de seguir soñando con Europa. Y al Sevilla intentar agarrarse al resultado de la primera mitad como si de un tesoro se tratase. Los de Jagoba pusieron la sexta marcha y las ocasiones se sucedieron desde el primer minuto, cuando Asano mandó al poste un balón.

Era el primer aviso, pero ni muchísimo menos el último. Tampoco se quedó atrás el Sevilla, que tuvo en las botas de Isaac el segundo. Habría cambiado mucho la historia de acabar dentro. Porque lo que le quedaba a los nervionenses era de traca. La entrada en el campo de Robert Navarro dilapidó todo el esquema de García Pimienta y le cambió la vida a los suyos. El '27' fue protagonista en todas y cada una de las jugadas ofensivas de los suyos, y mandó en el juego.

Pero, aún así, el gol del empate no llegaba. El Mallorca lo intentaba, pero no acababa materializando las buenas ocasiones -sobre todo Larin- que le caían a sus atacantes. Y tuvo que ser un defensa, sobre la bocina e 'imitando' a Kike Salas en la primera mitad. Nyland se equivocó intentando atrapar un balón que debió despejar desde primera hora... y Valjent aprovechó que el balón se quedó muerto en el área.

Otro fallo que condena al Sevilla... y le rompe el sueño de Europa en el último minuto. Le quedarán más opciones, sí, pero se marcha con la cara del que pierde dos puntos en una noche que tocaba cumplir. Ya ha vivido demasiadas veces esto esta temporada.