Valverde se mueve entre el puesto que le gusta y en el que vuela

"Me afectó el Mundial, mi rendimiento no es el mismo", aseguró Fede Valverde en la previa de la semifinal contra el Al Ahly en el Mundial de Clubes. Una autocrítica que llevó al uruguayo a apretar los dientes para recuperar la deslumbrante versión que tuvo en los meses previos a marcharse a Catar y también en la recta final del curso pasado, donde fue clave para levantar esa Champions que le permite al Real Madrid estar en Marruecos disfrutando de este premio. Ese esfuerzo por reencontrarse se ve respaldado por la confianza de Ancelotti, que lo ha convertido en insustituible: es el segundo de la plantilla que más ha jugado (2.525 minutos), superado únicamente por Vinicius (2.799').

Para encontrar esa regularidad El Pajarito se apoya en su polivalencia, algo que es virtud y problema a la vez, porque sus números son mejores como extremo y prefiere actuar de interior. Él mismo explicó con naturalidad dónde se encuentra mejor: "Lo tengo que decir suave porque está el entrenador ahí y capaz que no me pone (risas). De interior es donde más cómodo me sentía y de extremo es donde más felizfui, más goles metí y más asistencias di. Trato de disfrutar en cada posición. Como siempre digo, cuando juegas en varias posiciones puedes ser una opción para el entrenador y jugar más partidos. Tengo que seguir colaborando donde sea. Me queda mucha temporada y mucha carrera en mi vida".

Ahí aparece el dilema: jugar en su proposición preferida (interior) o donde más números logra (extremo).Carletto, a quien le convence más en banda, volvió a darle ahí la titularidad contra el Al Ahly y nuevamente encontró ese idilio con la portería que necesita su técnico para no perder el carnet de entrenador (apostó que llegaría a diez goles y con el de este miércoles lleva nueve).

En Marruecos, Valverde volvió a exhibir esa poderosa zancada que le hace imparable cuando encuentra metros por delante. Hizo el segundo gol definiendo con la frialdad de un nueve, centró en varias ocasiones con la precisión de un extremo y defendió con la pasión de un lateral. Un jugador total que dio energía a los de Ancelotti en un partido trampa donde el Al Ahly exigió a los blancos hasta el punto de ponerles contra las cuerdas en más de un tramo del encuentro.

Aunque él prefiera el carril central, Valverde se va a ver desplazado a la banda en bastantes partidos de lo que queda de curso, porque la incomparecencia definitiva de Hazard (otra vez lesionado) y la invisibilidad de Mariano (Ancelotti no cuenta con él) ha dejado al técnico con sólo cuatro piezas ofensivas: Vinicius, Benzema, Rodrygo y Asensio. En el mediocampo hay más efectivos y, con cuatro competiciones aún por delante, el uruguayo está condenado a explotar su versatilidad para darle soluciones al equipo y seguir colocado en el podio de los madridistas con más minutos disputados.