REAL MADRID

Ventajas y riesgos de la política de fichajes y renovaciones de los jóvenes en el Real Madrid

El club blanco ha cambiado su estrategia en los últimos años por una de mayor riesgo, pero más económica.

Camavinga y Rodrygo celebran un gol del Real Madrid./Getty
Camavinga y Rodrygo celebran un gol del Real Madrid. Getty
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

La política de fichajes del Real Madrid ha cambiado radicalmente en cuestión de una década. De la época de los Galácticos, con inversiones multimillonarias cada verano en los mejores jugadores del mundo a la apuesta en jóvenes con proyección de mejora en lo deportivo y en lo económico. Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Arda Güler, Incluso Bellingham o Tchouameni, veinteañeros que supusieron un gasto mayor pero a los que el Madrid consideraba les quedaba margen de crecimiento en todos los sentidos. Todos ellos acompañados de veteranos que llegan en condiciones económicas favorables, libres o un año antes de terminar su contrato (Rüdiger, Alaba, Courtois...). Pero esta táctica, que se repite una y otra vez verano tras verano, no es infalible.

Es una cuestión de riesgo y cada caso es diferente al anterior. No poder fichar a varias estrellas en el mismo verano obliga a buscar alternativas. El análisis del futbolista, a través de numerosos informes mide la inversión a la que puede llegar el club. En este sentido, los ojeadores toman un papel protagonista. El Madrid cuenta con el buen ojo de Juni Calafat y su equipo, cuyo bagaje demuestra cierta fiabilidad en sus elecciones. En su mano está esa primera criba. Quedarse con los nombres más importantes para, después, empezar un proceso largo de análisis, en el cual se profundiza en el estudio.

Para asegurar el tiro, es habitual que el propio Calafat se ponga en contacto con los entornos, pregunte en los clubes de origen y examine no sólo lo futbolístico, sino también lo personal. Será el encargado de decidir si se ficha o no a un jugador y de comunicárselo a la directiva después, quienes siempre tienen la última palabra. En esa labor se presupone la confidencialidad. "Juni es muy bueno y, muy importante, trabaja siempre en silencio", asegura un agente que ha tratado con el hispano-brasileño. Su papel resultó fundamental en fichajes como los de Endrick, Camavinga, Bellingham o Arda Güler.

Endrick, con Palmeiras.
Endrick, con Palmeiras.

Una vez el Madrid toma la decisión de firmar a un jugador, se lanza a por él con todo. En el caso de los jóvenes, los primeros contratos suelen ser de seis años y con un salario atractivo, aunque no excesivo. El futbolista debe priorizar el proyecto deportivo del club blanco por encima de lo económico.

Tras firmar, el club decide la mejor forma de evolucionar el nivel del futbolista: en el primer equipo, en el filial, cedido en otro equipo... El jugador cuenta con seis años en los que demostrar si puede llegar a formar parte de la plantilla del Real Madrid. Ganarse el derecho a una renovación y a un gran contrato que les vincule al club blanco durante los mejores años de su carrera.

Ventajas y riesgos de la política de fichajes y renovaciones de los jóvenes en el Real Madrid

Con estas renovaciones el club se anticipa al mercado. Consciente de que cuenta en sus filas con un talento aprovechable y que ha superado el valor de mercado que se pagó por su fichaje, les demuestra cariño ofreciéndoles una ampliación sin siquiera pedirla. Les aumenta el salario y la cláusula, dos gestos para fidelizarlos y espantar a posibles compradores. De esta forma, evita que caigan en la tentación del dinero árabe o de la Premier. Vinicius, Rodrygo, Militao, Camavinga y Valverde ya han firmado la suya. La del uruguayo es la segunda en apenas tres años.

Jugadores que no dan la talla y entrenadores que frenan la evolución

Pero esta política tiene el principal riesgo de no acertar con la inversión. Al tratarse de jugadores jóvenes y sin contrastar, la exposición a un error aumenta. Atas a un jugador al club al que después resulta difícil encontrarle salida. Reinier, Odriozola o Vallejo (llegó a renovar), son los casos más evidentes de los últimos años. Futbolistas que nunca llegaron a rendir tal y como proyectaban sus informes. Estos fallos pasan desapercibidos mientras más aciertos haya o si el equipo consigue títulos.

Otro punto a tener en cuenta es que estos fichajes, por norma general, responden a las necesidades del club y no del entrenador. Se puede dar que un técnico no confíe o no necesite a uno de los futbolistas que le han traído. Sucedió con Lopetegui y Vinicius, Zidane y Militao (hasta la lesión de Varane y Ramos), o en la actualidad con Brahim y Ancelotti. Esto puede frenar más de la cuenta la evolución y trastocar los planes de la directiva.

Ancelotti: «Estamos contentos con Brahim».

Esta política viene motivada por la situación económica de club, golpeado por la pandemia, centrado en la construcción del nuevo estadio y lejos de los ingresos de los equipo de la Premier League o de los clubes estado. Una forma de competir que da resultado con varios títulos y ha transformado al Madrid en un sitio ideal en el que cultivar al talento joven.