Vinicius y el Valencia, una turbulenta 'relación' que va desde expulsar a los racistas de Mestalla hasta la gala del Balón de Oro
Vinicius denunció racismo en Mestalla, el Valencia echó a los culpables a las 24 horas. Seis meses después, la polémica sigue.
El polémico y reprobable gesto de racismo que sufrió Vinicius en Mestalla sigue generando reacciones casi medio año después. El jugador brasileño, víctima de lo que pasó en el terreno de juego, y el Valencia Club de Fútbol, han mantenido una dura tensión entre ellos desde que aquel episodio ocurriera. En menos de 24 horas el club ché localizó, detuvo (mediante la Policía) y sancionó de por vida a los implicados en los actos racistas. Sin embargo medio año después sigue pagando las consecuencias.
En el club de Mestalla entienden que Vinicius fue la víctima de lo ocurrido en el verde, de ahí que sacaran un comunicado condenando lo sucedido al minuto de acabar el partido. El problema, para la entidad del Turia, es todo lo que ocurrió después y las consecuencias que trajo y que a día de hoy siguen coleando.
Para empezar, las ya corregidas palabras de Ancelotti en las que acusó a todo el estadio (45.000 personas), de haber gritado 'mono' al jugador. El italiano tuvo a bien cambiar ese discurso a los tres días: "Pido disculpas, no fue todo el estadio, fue un grupo", pero el daño hacia la imagen del Valencia como entidad ya estaba causado. Se apagó el Cristo Redentor de Río de Janeiro y hasta Lula Da Silva, presidente de Brasil, salió a hablar de la situación al dar por buena la versión de que Vinicius había sido insultado de forma racista por todo un estadio.
El Valencia no solo cerró su grada por una sanción de la RFEF sin precedentes y por la que no le concedieron el derecho a apelar, sino que a efectos de imagen de marca, la situación fue empleada por su 'main sponsor' Cazoo para rescindir su contrato. La empresa británica llevaba meses intentando cortar su vinculación al club porque quería dejar de invertir en España (también rescindió con la Real Sociedad), y esta situación fue la idónea para que el club tuviera que aceptar una rescisión que en el Valencia daban por imposible hasta que sucedió lo de Vinicius.
La cosa no quedó ahí. Lo último sucedió en el juzgado, cuando Vinicius -que no aceptó las disculpas de las personas que le increparon de manera racista-, volvió a señalar que fue todo Mestalla el que le cantó 'mono'. Algo que el propio Ancelotti había desmentido previamente. El Valencia, de nuevo, se vio obligado a pedir la correción públicamente del brasileño. A los pocos días de lo sucedido, en una entrevista en L'Equipe, por primera vez insinuó el matiz de decir que fue 'un grupo' el que fue racista con él.
Y para terminar, la última polémica se ha dado en la gala del Balón de Oro, en la que la producción del programa decidió enfocar una imagen en la que aparecía el estadio de Mestalla y la camiseta del Valencia bien nítida, vinculándola a los insultos racistas que sufrió el brasileño. El club ya emitió un comunicado anoche, y unas horas después su indignación se mantiene: el daño a la imagen de marca de la entidad es total. El mensaje que emana desde la entidad che es doble. Por una parte, esperan el mismo rasero cuando haya racismo en otros campos. Y por otra, que nadie se ponga de perfil ante las actitudes de Vinicius en los estadios. Este año ya ha tenido problemas en Girona, Barcelona y Sevilla.