Vinicius da al 'pause'

En el minuto 78 el Madrid sufría en casa contra el Sevilla. Un partido que parecía resuelto en la primera mitad quedó con la puerta entreabierta. Y por una rendija se coló Lamela para igualar. En el minuto 79 Asensio agarró el balón y filtró un pase raso que atravesó la columna vertebral de los de Sampaoli: Vinicius se quedaba solo ante Bono.

Vini, una nueva versión mejorada del Vinicius del último fin de semana, controló el balón y se plantó ante el portero sevillista. Paró. Pensó. Y miró. En la zona más caliente del campo, en el minuto más tenso del partido, le regaló el tanto a un Lucas Vázquez que llegaba por su banda tan recto como una torre. Un gol ganador, por una maniobra pausada de Vinicius.

Era la segunda asistencia de Vini en el encuentro. "Lo que ha hecho Vinicius en las asistencias vale mucho más que un gol. Tiene que estar muy feliz", dijo Ancelotti en rueda de prensa. En la primera parte ya habilitó a Modric con un pase genial, tras un regate vibrante y una pausa medida.

Vinicius ha pasado de pantalla. El año pasado incorporó el gol, con 22 tantos en 52 partidos, y en este ha añadido la pausa. Los datos no engañan: desde el comienzo de la temporada anterior, el crack brasileño suma 21 asistencias en todas las competiciones; no hay ningún futbolista de LaLiga que haya dado más. Y ya fue el máximo asistente del Madrid en la pasada campaña.

Este curso sus cifras ascienden a siete goles y cuatro asistencias (solo le supera Rodrygo con cinco) en 15 partidos. Y sorprende en cada cita con nuevos registros, de semana a semana. En su juego ya se atisba la pausa como un valor. Vinicius ha entendido a la perfección que su velocidad solo es imparable si sabe elegir los momentos en los que se para. Ancelotti, que le cuida a diario y le ejercita en cada rueda de prensa, se fue este sábado tan feliz como dijo que estaría el brasileño.