Vitor Roque empezó la temporada hace mes y medio: "Quiere dar un golpe sobre la mesa"
El brasileño desconectó unos días al acabar el curso y pronto volvió a entrenarse para llegar al punto físicamente a su cita con Flick.

La llegada de Vitor Roque a Barcelona generó polémica desde antes de que tomara el avión. En primer lugar, porque el traspaso podría irse a los 60 millones de euros estando el club económicamente en una situación límite. Y en segundo, por una cuestión de tiempos. Algunos consideraban que traerlo en el mercado en invierno, en un contexto de necesidad deportiva, sería un "suicidio deportivo". Acabó la temporada con dos goles en 350 minutos disputados.
Ahora empieza desde cero. Aunque con asterisco, pues es uno de los futbolistas que el club debe inscribir, pendiente de cerrar operaciones y generar fair play. Nuevo entrenador, nueva vida. Eso pensó Vitor Roque. Al cerrar el curso, pasó algunos días en Brasil. Incluso se dejó ver por la que fue su casa, la cancha de Athlético Paranaense. Luego, unos días en la Costa Brava y vuelta al ruedo.
Roque se presentará el próximo miércoles en la Ciutat Esportiva llevando ya algo más de cinco semanas de preparación. No ha parado en verano. Otro de los condicionantes en que pocos repararon cuando llegó en enero a Barcelona fue que acababa de recuperarse de una importante lesión de tobillo que le tuvo dos meses ko. Incluso llegó a publicarse que al fichar estaba algo pasado de peso. Sabía que este verano era y será clave y ha trabajado para llegar a la pretemporada a punto y con el objetivo de gustar a Hansi Flick.
Mentalidad, ética de trabajo y horas de gimnasio
Durante estas cinco semanas, Roque ha incidido en el trabajo de fuerza explosiva para potenciar la característica arrancada en sus desmarques, la gasolina del movimiento que más repite. Estos son unos ejercicios que conllevan mucha carga y que son arriesgados de ir haciendo durante la temporada, cuando el volumen de los partidos es elevado.
Vitor tiene a su familia en Barcelona y eso le ha permitido que la adaptación sea algo más llevadera. Además, se casó antes de mudarse. En lo futbolístico, los que le conocen bien destacan lo amueblada que tiene la cabeza pese a su edad. "Luego los balones le entrarán o no, que es lo importante, pero tiene mentalidad para ser uno de los mejores jugadores del mundo", comentan. Todavía con el puzle de la plantilla por resolver, lo que es seguro es que no tendrá la competencia de Marc Guiu.
El brasileño está haciendo la pretemporada que no tuvo en enero. Cuando llegó, tuvo que ponerse a tono, adaptarse a una nueva cultura y un nuevo fútbol. Durante los primeros meses alucinó con el elevado ritmo de juego, muy lejos del de la liga brasileña. Aseguran que su "cultura de trabajo" es muy positiva y que comenzará las sesiones muy motivado: "Cree que es el momento de dar un golpe sobre la mesa".