¿Quién vive en la Masia del Barcelona?
La residencia acoge a las joyas de la cantera del Barça, pero no a todas.

Se habla mucho de la Masia como concepto para definir al canterano que debuta en el primer equipo del Fútbol Club Barcelona. Pero... ¿todos los jugadores que llegan del formativo del Barça han vivido en la residencia? No, ni mucho menos. Es más, algunos de ellos no la han pisado nunca.
Para poner un ejemplo reciente, en el partido de Champions ante el Viktoria Plzen, Xavi se llevó a cuatro jugadores del Barça Atlètic: Álvaro Sanz, Álex Valle, Marc Casadó e Ilias Akhomach. Ellos sirven para comprobar los diferentes futbolistas que pueden jugar en el fútbol base del Barça y que no siguen el mismo camino. Por ejemplo, Álvaro llegó procedente del Real Zaragoza en edad cadete y sí que residió en la Masia. Valle y Casadó lo hicieron en su etapa de juvenil mientras que Ilias no ha dormido nunca en la Masia, a pesar de jugar en el Barça desde el fútbol siete. ¿Por qué esas diferencias? Vamos a ello.
Históricamente, en el Centro de Formación Oriol Tort, más conocido como La Masia, viven los chicos que llegan de diferentes partes de España. Los más jóvenes tienen 12 años y se encuentran en su segundo año de alevín, como Gavi o Ansu, aunque en alguna ocasión se ha hecho alguna excepción. Ahí entran las categorías alevín, infantil y cadete. El resto de la plantilla, que son de diferentes puntos de Catalunya, viven con sus familias y se desplazan en taxis para realizar los entrenamientos.

Compaginar entrenamientos y escuela
En juveniles la cosa cambia. La mayoría de los jugadores sí que residen en la Masia. El motivo es que los entrenamientos, desde la etapa de Pep Segura, se realizan por la mañana. Eso provoca que no puedan asistir a la escuela como el resto de chicos de su edad. En el club azulgrana, conscientes de ello, habilitaron el Bachillerato dentro de la Masia, por lo que entrenan por la mañana y van a clase por la tarde. Todo dentro de las instalaciones de la CE Joan Gamper. También tienen la posibilidad de finalizar la ESO, si han repetido curso. Por su parte, los residentes en etapa cadete o inferior, acuden al colegio Lleó XIII, en Barcelona, al que se desplazan en un autobús del club.

Como hemos dicho, en juveniles ocurre con la mayoría de jugadores, pero no todos. Por poner un ejemplo, Ilias, que es de Hostalets de Pierola, durante el día hacía vida en la Masia, pero por la noche regresaba a su casa. Eso se les permite a los jugadores que viven cerca de Sant Joan Despí y que tienen la posibilidad de ir y venir cada día. En cambio, Álex Valle y Marc Casadó, al no tener esa condición, vivían a tiempo completo en la residencia. Eso sí, en el tercer año de juvenil se les da la opción de ir a vivir en pisos cercanos a la CE Joan Gamper, algo que es obligatorio cuando pasan al Barça Atlètic. Es decir, ni Jutglà, ni Araujo, ni Abde, por decir tres nombres, han residido en la Masia. Solo acudían para desayunar y, en algunos casos, para comer.
Las chicas ya tienen su espacio
Lucia Corrales, Berta Doltra, Judit Pujols, Ona Baradad, Laura Coronado, Meritxell Font, Martina Fernandez, Claudia Riumalló y Alba Caño. Estas jugadoras pasarán a la historia como las primeras residentes femeninas de la Masia. Ocurrió en agosto del 2021, cuando el club habilitó la tercera planta de la residencia para el fútbol femenino, apuesta del Barcelona desde hace años.

Durante el pasado verano, más chicas se han unido a ellas, como la perla recién incorporada Vicky López, y hacen vida en las instalaciones. Igual que con los chicos, disponen de las mismas facilidades, tanto a la hora de convivir, como en la de estudiar.
Instalaciones a la altura del club
6.000 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas. 11 millones de euros de coste. Una duración de 19 meses para construirla. De diciembre de 2009 a julio de 2011. Desde esa fecha, la Masia no se había remodelado. En 2019, diez años después de su creación, la residencia fue actualizada a los nuevos tiempos y goza de una imagen espectacular, que tiene como misión otorgar a los deportistas las máximas facilidades para desarrollarse.
A su entrada se encuentra un cuadro de Messi, Iniesta y Xavi con el Balón de Oro. Si avanzas, se pueden ver las fotografías de todos los residentes más un cuadro enorme del once del primer equipo en Levante, con todos los jugadores con pasado en el fútbol base del Barcelona. Después hay una sala de juegos (futbolines y ping pong), más un sofá y una televisión. Luego, el comedor donde se desayuna, almuerza y cena. Uno de los grandes cambios ha sido en esa faceta, donde se ha cambiado el equipo de catering y las nutricionistas del primer equipo dictan la comida de los deportistas.

El sitio más especial es el llamado 'lugar del canterano'. Ahí se puede ver la camiseta del debut de Ansu Fati, Gavi, Jana Fernández, entre otros. Jóvenes que han pasado por la categorías inferiores y han llegado al primer equipo.

Un día en la Masia
Los chicos y chicas que llegan al formativo en edad infantil y cadete, cuando vuelven del colegio al mediodía, se preparan para entrenar por la tarde. Antes o después del entrenamiento, tienen la opción de hacer repaso de catalán, inglés o realizar los deberes que tengan. También disponen de tutores y psicólogos, que están siempre cerca de ellos para cualquier duda. Andréi Xepkin, ex jugador de balonmano, es uno de los encargados de supervisar que todo esté bajo control.
Desde el club se realizan charlas que puedan servir para la formación del deportista. Escritores, ex futbolistas, entrenadores, actores. Todo el que tenga una historia de vida que cumpla con los valores que se quieren dar.
En definitiva, la Masia trata de acompañar al futbolista en su día a día. Alejados de sus familias, los chicos y chicas se refugian entre ellos y entre los profesionales que les acompañan. No todo son sonrisas. Hay muchas lágrimas entre esas paredes, pero todo con un objetivo: convertirse en futbolista profesional.