RACISMO CONTRA VINICIUS

Compañeros, club y rivales arroparon a Vinicius en Mestalla

El brasileño recibió apoyo total de compañeros y rivales cuando se cruzó la frontera de los ataques racistas.

Vinicius, en Mestalla./REUTERS
Vinicius, en Mestalla. REUTERS
Sergio Santos
Nacho Sanchis

Sergio Santos y Nacho Sanchis

Todo el ruido generado alrededor de Vinicius tuvo un denominador común en el césped: apoyo total al brasileño por parte de compañeros y rivales. Se vivieron momentos de mucha tensión, con expulsión incluida del madridista tras una tangana con los valencianistas, pero todo quedó en un segundo plano cuando se cruzó la línea de los ataques racistas.

Uno de los jugadores del Valencia que más se interesó por Vini fue Gayá, el capitán, que tras lo sucedido con los aficionados que le insultaron se acercó a él, le mostró comprensión y charló con él. También Cömert se dirigió a los seguidores para pedirles que detuvieran su comportamiento, puesto que con el Valencia por delante en el marcador estaban perjudicando a su propio equipo. Tras el pitido final, en el túnel de vestuarios, existió cordialidad total entre los jugadores de ambos equipos, puesto que la plantilla del Valencia entendía que se había cruzado una línea roja que nadie puede tolerar.

Esto nada tiene que ver con los piques deportivos y con el rifirrafe que terminó con el madridista expulsado. Aquello fue fruto de la tensión que se vive en cualquier partido de fútbol donde hay tanto en juego (el Valencia estaba en una situación crítica). Que salten chispas es algo propio del deporte y de esa ley no escrita entre futbolistas de que lo que sucede en el césped, queda en el césped. Caso distinto es cuando se traspasan las líneas de lo deportivo: ante ataques racistas, todos se pusieron del lado de Vinicius y exigen que se tomen las medidas oportunas. El propio Justin Kluivert le apoyó públicamente: "Pedimos disculpas a Vinicius de parte de todo el Valencia, no podemos consentir insultos racistas".

Respaldo absoluto del Real Madrid

En el bando madridista, como es obvio, el apoyo fue y es total. Desde hace tiempo, los veteranos del Real Madrid tratan de hablar con Vinicius para que no entre en provocaciones que puedan bajar su rendimiento. Pero una vez más, eso se centra en lo deportivo: rivales que le 'pican' o tratan de sacarle del partido siempre dentro del reglamento. En el momento en el que el asunto se traslada al racismo, el apoyo al brasileño es incondicional. Ahí no existe conversación posible y la tolerancia es cero.

En el vestuario, varios de los pesos pesados del equipo se acercaron a hablar con Vinicius, que estaba abatido por todo lo sucedido. Le arroparon, le mostraron su comprensión y le hicieron ver que tenía el apoyo de toda la institución, desde los jugadores hasta la directiva. Sus compañeros hicieron lo que estaba en su mano, con cariño en privado y repulsa pública a lo sucedido a través de las redes sociales. Desde el club, igual, con una denuncia ante la Fiscalía General del Estado.

La línea es la misma entre todos los actores principales del fútbol: tolerancia cero. Ante un ataque racista, todo lo demás queda fuera del debate. Patadas, piques, regates… Eso son asuntos que siempre han estado presentes en el deporte y lo estarán. Sin embargo, esto es otro tema distinto, algo que, tal y como anunció el Real Madrid en su comunicado, "constituye un ataque directo al modelo de convivencia" y por eso la consigna es arropar incondicionalmente a Vinicius para que se sienta protegido.