Williot le cambia la cara al Celta para una remontada que deja muy tocado al Betis

El Celta ha hecho una apuesta por el corazón con Claudio Giráldez, y esa pléyade de canteranos que Balaídos siente como suyos, y eso le valió para firmar una remontada que vale su peso en oro. Al carácter de la casa se añadieron el capitán, Fran Beltrán, y un sueco que llegó muy jovencito, Williot Swedberg, para sumarse a la causa y liderar una remontada que se celebró por todo lo alto y que dejó muy tocado al Betis de Manuel Pellegrini. Ni el 0-2 inicial le valió a los verdiblancos para traerse algún punto de vuelta y sí muchas dudas. Los goles de Beltrán, Javi Rodríguez y de Williot le dieron la vuelta al partido y una victoria al Celta que la necesitaba para seguir creyendo en su apuesta por la juventud.

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Fue un partido espectacular. Un continuo ida y vuelta que se convirtió en una montaña rusa de sensaciones. Si el Betis se las prometía felices tras la primera media hora de partido, con los goles de Antony y Diego Llorente, más los remates al larguero de Bakambu y Jesús Rodríguez, el Celta supo agarrarse al partido y reaccionar desde los cambios a la hora de partido. El desenlace final, con el centro de Carreira y el remate de Williot, que contó con la ayuda de Ángel Ortiz, le puso el colofón a un partido que recupera la sonrisa para el Celta y deja al Betis sumido en la desconfianza.ç

Aunque la primera ocasión del partido fue céltica, con un remate de Pablo Durán que despejó Adrián con el pie, el arranque del encuentro ofreció la sensación de que al Betis se le hacía muy fácil llegar hasta las inmediaciones de Guaita. La presión alta de los verdiblancos se le atragantaba a los locales, que fueron una máquina de regalar balones. Para marcar la diferencia, además, apareció Antony. Un golpeo espectacular del brasileño con la zurda le valió al Betis el 0-1.

El gol no frenó a los heliopolitanos y sí acentuó las dudas del Celta, que, volvió a encajar otro gol tras un saque de esquina, uno de sus puntos débiles. El lanzamiento de Isco lo prolongó Marc Roca y Diego Llorente remachó en boca de gol. El 0-2 dejó aturdido a los de Claudio Giráldez, que se mantuvieron en el partido con algo de fortuna. Bakambu, tras otro saque de esquina, remató de cabeza al larguero; apenas un minuto después, el canterano Jesús Rodríguez también mandaba un derechazo al travesaño.

El partido parecía controlado para el Betis, aunque el Celta, con un Mingueza que se puso en plan líder, se mantuvo de pie y queriendo competir pese a lo que señalaba el marcador. Adueñándose de la pelota, sobre todo en el inicio del segundo tiempo, el Celta fue ganando peso en el duelo. Las entradas de Fer López y Williot Swedberg, que superaron a Johnny Cardoso y Altimira, le dieron un añadido a los de Giráldez, que en apenas tres minutos encendieron Balaídos. Primero, con un golazo de Fran Beltrán desde la frontal, tras dejada de Hugo Álvarez; y luego sellando el empate tras una excelente combinación entre Fer López, Hugo Álvarez y Pablo Durán, que acabó culminando Javi Rodríguez sobre la línea de gol.

El 2-2, con todavía 24 minutos por delante, convirtió el duelo en una ruleta rusa. El Betis, que se había visto vencedor antes de tiempo, quemó las naves con Abde y Lo Celso, y el marroquí rozó el gol con un venenoso lanzamiento desde la frontal del área. Pero el aire del partido ya había virado. A lomos de Williot, el Celta enganchó un contragolpe para decidir el duelo. El pase de Carreira desde la derecha encontró al sueco en la frontal y el remate, desviado por Ortiz, acabó en la portería de Adrián. Sí, la remontada del Celta había llegado y Balaídos festejó por todo lo alto el triunfo de ese equipo que lidera Claudio Giráldez y que siente como suyo.