Xavi jugó en la banda su propio partido en su estreno
El técnico azulgrana, que vivía su primer Clásico en el Camp Nou como entrenador, estuvo más hiperactivo que nunca.
Xavi Hernández ya sabe lo que es dirigir un Clásico en el Camp Nou. Por primera vez desde que asumió las riendas del Barça, el técnico pudo disfrutar de un envite contra el Real Madrid ante la afición culé. El egarense, que en la previa había asegurado que estos encuentros le "ponen", mostró su cara más hiperactiva en la banda, donde jugó su propio partido.
El preparador catalán había dirigido hasta la fecha seis Clásicos, todos ellos lejos del Camp Nou: tres en el Bernabéu, dos en Arabia Saudí y uno en Las Vegas, el pasado verano. A la séptima fue la vencida y el exjugador por fin pudo saborear un Barça-Real Madrid en el coliseo azulgrana, ahí donde tantas noches gloriosas vivió cuando llevaba el '6' -por ejemplo, abrió el marcador en el 5-0 al Real Madrid de José Mourinho-. Xavi, que con la victoria de este domingo registra cinco victorias y dos derrotas ante los blancos, era plenamente consciente de que su elenco se jugaba más de media Liga en el Clásico.
El técnico estuvo más activo que nunca, recorriéndose el área técnica de lado a lado. Durante la primera mitad, al catalán no le gusto nada lo que estaba viendo. Corrigió a Balde en varias ocasiones y se desesperó con algún que otro error con balón de Frenkie de Jong. Nada más adelantarse el Real Madrid, Xavi animó a los suyos aplaudiendo. Sería esa una de las pocas veces que sus pupilos recibirían su aprobación.
Balde, Busquets, Frenkie de Jong y Christensen sufrieron su enfado
Fue en la segunda mitad cuando más nervioso estuvo el técnico. Tras dos pérdidas muy cerca del propio área, Xavi 'explotó' de los nervios e hizo con los dedos el gesto del número dos mientras gritaba a Sergi Roberto y Busquets para que dejaran de jugar con fuego. Tanto le molestó esa acción que Xavi incluso llegó a empujar a su ayudante -y hermano- Òscar Hernández cuando este se acercó para comentarle algo al oído.
Christensen también sufrió la versión más impetuosa de Xavi cuando el egarense le reclamó varias veces que sacara la línea defensiva hacia delante. El danés no respondió al 'rapapolvo' del técnico, a cada minuto que pasaba más descontento con la actuación de su equipo.
Tras el tanto de Marco Asensio, de nuevo Xavi volvió a aplaudir de forma enérgica a los suyos. La jugada se revisaría en el VAR pero el entrenador azulgrana no parecía tener esperanzas. Cuando se anuló el tanto del jugador balear, el técnico ni siquiera reaccionó. Como si ya hubiera digerido el golpe, por más que este quedara invalidado.
En los últimos cinco minutos, Xavi alentó a sus jugadores tras detectar que su elenco empezaba a sufrir más de la cuenta. También él, quizá por eso se deshizo de su abrigo en el tramo final del envite. En ese tramo incluso se intensificó su 'charla' con el cuarto árbitro, con el que tuvo un diálogo constante a los largo de los 90 minutos. Ya en el añadido, con el gol de Kessié, Xavi enloqueció metiéndose dentro del terreno de juego y celebrando el tanto como si significara, ya en ese momento, un título.