Julio Salinas: "El Barça no gana jugando mal; el Real Madrid, sí"

Una entrevista con Julio Salinas Fernández te revitaliza y te agota al mismo tiempo. Pero ante un Barça-Athletic, seis años en cada club, es de lo mejor que uno puede echarse a la cara. Julito, como todavía le llaman en casa y muchos de sus amigos y conocidos, no especula, no medita las respuestas. Julito dice lo que piensa y lo que siente a borbotones. No le importa ser políticamente incorrecto porque lo que quiere es ser honestamente cabal con sus creencias. Su vitalidad es arrolladora. Habla de fútbol, y de todo, como una catarata. Con pasión. Tiene 60 años porque lo dice su carné de identidad, pero su flequillo sobre la frente, su melenilla posterior y su fibra le hacen aparentar bastantes menos.

Es tan del Athletic y tan del Barça que ahora habita entre Bilbao y la Ciudad Condal, como si quisiera repartir su grado de cariño hacia cada club. Alejado un poco más del trabajo en los medios de comunicación "porque no hay dinero, casi quieren que pague yo por comentar partidos", ahora dedica un poco más de tiempo a sus empresas y a la familia.

¿Cómo un todoterreno del fútbol como usted puede vivir sin la cercanía del balón?

¡Que sigo viendo fútbol, hombre; que sigo viendo! Lo que pasa es que no veo tanto como antes, que tenía que comentar todos los partidos. Hay tres formas para que un futbolista retirado siga ligado al fútbol: entrenador, secretario técnico y comentarista. Si no me llaman de ninguna de las tres, ¿qué voy a hacer? Bueno, estoy en la Radio, pero no en la Televisión. Tengo que seguir viviendo. Me dedico más a mí mismo y para los míos. Hago deporte, viajo...

Pensaba que usted nunca había querido ser ni entrenador, ni director deportivo.

La verdad es que nunca me apeteció y ahora menos. Pero soy entrenador. Hice el curso con esta panda de técnicos modernos: Luis Enrique, Guardiola, Paco Jémez, Djukic... Es curioso, nunca me han llamado de un club para entrenar. También puede ser que pensaran o piensen que no tengo el carné. Me llama también la atención que tampoco me han llamado ni como gancho electoral en unas elecciones. El clásico candidato que se acuerda de ti por lo que representas. Nunca. Tampoco me ofrecí, esa es la verdad. Ser entrenador nunca entró en mis planes. Tiene unas exigencias que no me compensan. Hay que seguir viajando y yo ya viajé bastante como jugador. Se sufre una barbaridad. Veo a mi hermano Patxi, o al mismo Guardiola, y no les envidio para nada. Viven las 24 horas para el fútbol. Ya las viví cuando fui futbolista. Estiré bien mi carrera hasta los 38 años. Me veía más como director deportivo, que se dice ahora, porque sí me considero un buen gestor, al menos de mis empresas, pero tampoco me han llamado.

Hablemos de fútbol. Estamos ante un Barcelona-Athletic. Papá se enfrenta a Mamá. Sus dos clubes del alma. ¿Con quién va?

La gente siempre me dice que no me mojo. ¡Que no me mojo yo, figúrate! No sé por qué no pueden creerse que soy de los dos. Nací en Bilbao y jugué en el club de mi vida, en el que crecí como futbolista y persona. Luego, después de pasar por el Atlético de Gil y Gil, que no es tampoco cualquier cosa, llegué al Barcelona y me hice del Barcelona porque fue el equipo en el que más triunfé. Allí nacieron mis hijos. Lo que se me conoce fue por mi etapa allí y por eso me da lo mismo quién gane el domingo o cada vez que se enfrenten. Solo cuando llega una final de Copa voy descaradamente con el Athletic porque necesita más los títulos. La Copa para nosotros siempre fue la Copa, la gabarra, la historia y significa mucho más que para el Barça. Pero en partidos normales que gane quien más lo necesite.

¿Y en este quién lo necesita más?

Los dos están arriba. El Barça lo necesita para recuperarse de los dos batacazos que sufrió contra el Madrid y contra el Inter, aunque la victoria contra el Villarreal fue ya un buen bálsamo. Y el Athletic necesita la victoria para mantener el espectacular comienzo de temporada que lleva, a pesar de perder contra el Atlético el sábado pasado.

Después de las derrotas del Barça en San Siro y en el Bernabéu le escuché unas declaraciones en las que decía claramente que el gran responsable de lo sucedido había sido Xavi.

Son importantes los titulares de la Prensa que se ponen. Es cierto que me preguntaron y dije que el máximo responsable había sido Xavi, pero no lo dije por culparle a él directamente de las derrotas. Lo dije porque el entrenador es siempre el máximo responsable, para bien y para mal, del juego de su equipo. El entrenador es quien hace la alineación, quien decide cómo se juega... Lo mismo que el máximo responsable de la gestión del club es el presidente. También es verdad que en esos partidos hubo errores individuales muy graves, de principiantes, de Piqué, de Busquets, de Eric García... Estoy convencido de que Xavi sabe un huevo de fútbol y además entiende mejor que nadie el juego, y más concretamente el juego del Barça. El propio Xavi dijo el otro día que el máximo responsable era él. Pretendía quitar presión a los jugadores. Eso es lo que yo quería decir. En el momento que llegó, era el mejor entrenador que podía tener el Barça, era el único candidato a técnico que nos unía a todos. Nadie le discutió. Para mí es el entrenador perfecto y lo que tenemos que pensar es que el Barça es todavía un proyecto de equipo al que las lesiones le han afectado en un momento tan importante como el que acaba de pasar.

Vivimos en pleno debate sobre los estilos. El del Real Madrid de Ancelotti; el del Athletic de Valverde; el del Atlético de Simeone... Para Xavi es más importante jugar bien que ganar, o algo parecido vino a decir hace unos días. Si a usted alguno de sus entrenadores le hubiera dicho algo parecido en sus tiempos de futbolista, ¿qué hubiera pensado?

No soy tonto. Cuando Xavi dice que prefiere perder antes de ganar jugando mal, lo dice metafóricamente. Se dice, pero no se piensa. Nadie, ni Xavi, quiere perder. Ni jugando mal, ni jugando bien. Todos, incluido también Xavi, queremos ganar siempre. Lo que él pretende transmitir es que intenta conseguir el resultado a través del juego. Por regla general cuando juegas bien, ganas y cuando juegas mal, pierdes. Todos buscamos ganar. Si te ponen sobre la mesa dos alternativas: una, tu equipo juega como los ángeles y pierde la Champions y otra, tu equipo juega una mierda y gana la Champions... ¿Qué eliges? Pues ganar la Champions. Pero el aficionado de ese equipo siempre preferirá que la victoria llegue desde el buen juego.

¿No cree que, en tiempos tan globales como los que vivimos, en el Barcelona hay demasiada obsesión con el estilo, con las señas de identidad, con mantener una única manera de entender el fútbol...?

El Barça siempre que gana la Champions, suele ganar también la Liga. O al revés. ¿Por qué? Porque juega bien y cuando el Barça juega bien, históricamente, gana. El Barça no gana jugando mal. Ni antes, ni ahora. Lo hemos visto en los últimos partidos, aunque se dio la excepción del día del Celta, que ganó sin merecerlo. Pero fue eso, una excepción. Los resultados son los que marcan las críticas. No termino de entender las críticas a Busquets y Piqué. Están siendo desproporcionadas. Estos dos jugadores necesitan un respeto por todo lo que han representado para el club. Han tenido errores, y hasta graves, pero no se les puede tratar de esa manera.

El primero que puso a estos jugadores, y otros, en el disparadero fue el presidente del club, Joan Laporta.

Sí, los palos les están llegando desde todos los lados. Se puede discutir si ya no son jugadores para el Barça; podemos discutir si cobran mucho para su rendimiento; podemos discutir todo lo que nos dé la gana, pero están siendo críticas desaforadas y se está cayendo en un menosprecio fuera de lugar. Su comportamiento y su rendimiento durante muchos años ha sido ejemplar, pero parece que solo vale el presente y el pasado no le importa a nadie. Eso no significa que este Barça no tenga defectos.

¿Cómo cuáles?

Tiene lagunas durante los partidos, tienen que mejorar muchísimo en muchos aspectos del juego... Eso lo sabemos, pero tampoco estoy de acuerdo, por ejemplo, que fuera tan inferior al Real Madrid en el Bernabéu. A mí el Madrid tampoco me transmitió absolutamente nada. Aprovechó que es un equipo que ya está hecho y el Barça, no. El Madrid es un equipo que sabe jugar mal y ganar; es un equipo que con poco marca goles; un equipo que aprovecha muy bien los errores del rival... Pero aun así, el Barça pudo empatar. Tampoco vi un Madrid tan espectacular. Lo que pasa es que una de sus virtudes es ganar sin hacer mucho más que el contrario. Y luego está lo de los arbitrajes...

¿También se queja de los árbitros? Se ha puesto usted la camiseta...

Es mi opinión. El primero que exige al Barça soy yo. Con las palancas ha hecho un equipazo, pero tiene que mejorar, eso lo sabemos. Pero también hay que decir que los arbitrajes nos han matado. No se pueden permitir arbitrajes como el del Inter. Aquello fue un robo. Nos quitaron un gol legal y la mano de Dumfries fue clarísima. No son excusas, pero ese arbitraje marca la posible eliminación del equipo en la Champions. ¿Que fue penalti el pisotón de Eric García en el Bernabéu? Pues sí, es un pisotón, pero es un penalti de interpretación y cada árbitro interpreta esas jugadas de una manera distinta.

Antes de liarse con los árbitros estábamos hablando del pensamiento futbolístico único del Barça. De jugar siempre el 1-4-3-3... De insistir con los extremos, cuando el partido pide un centrocampista más. ¿No le da envidia cómo Ancelotti domina más registros y en un mismo partido su equipo desarrolla estilos diferentes?

Yo también pensaba que en el Bernabéu iba a jugar Gavi y Xavi iba a jugar con cuatro centrocampistas, como hace Ancelotti con Valverde, pero eso no significa que Xavi no esté capacitado. Cada uno tenemos una idea de fútbol. El Barça tiene un estilo y ese sí que no se puede cambiar. Luego cada uno pensara si es mejor jugar con extremos, con interiores... Uno de los aspectos en los que el equipo debe mejorar es en las llegadas a portería de los centrocampistas. No llegan. No tienen gol. Y eso es peligroso cuando además tienes dos extremos que tampoco marcan. Ni Dembélé ni Raphinha son goleadores. ¡Menos mal que se está saliendo Lewandowski! En mi época, con Cruyff, jugábamos con extremos, pero los centrocampistas, Bakero, Amor, Txiki... llegaban y marcaban. En el Real Madrid, por ejemplo, sus centrocampistas llegan: Valverde, Modric, Kroos...

Menos mal que encuentra alguna virtud en el Real Madrid.

Claro que las tiene. Es un acierto la entrada de Valverde; tiene a un delantero centro, Benzema, que está en racha; tiene un Vinicius que desequilibra por su banda; un Modric y un Kroos tocados por una varita mágica, con una calidad impresionante y que rinden siempre cada vez que juegan y a pesar de la edad que tienen. Con los jugadores cada uno tenemos nuestros gustos. Es como en la selección española, todos tenemos un seleccionador dentro. Unos piensan que Aspas debería jugar siempre, otros no... Es como cuando Clemente me llevaba a mí en contra de todo y de todos. Pues eso pasa ahora con Luis Enrique

Ha abierto un buen melón. ¿Usted cree que Luis Enrique debería llamar a Aspas para el Mundial?

Yo le llevaría, claro que lo llevaría, pero el que elige decide lo que le gusta. Se puede pensar de todo. Dónde vas con esos porteros; dónde vas con esos centrales... pero es el seleccionador quien tiene el privilegio de elegir. Para mí, Iñigo Martínez sería titular indiscutible en el centro de la defensa. Lo mismo que Morata arriba. Es el delantero centro indiscutible. Lo tiene todo. Ha jugado en muchos equipos importantes. Y eso no se regala. Con Morata no se ha hecho justicia. Tenemos buenos delanteros, Borja Iglesias, Joselu, Raúl de Tomás... pero ninguno llega al nivel de Morata. No es lo mismo jugar en un equipo grande que en uno más pequeño. La responsabilidad, la madurez... No se ha valorado bien su carrera. Nadie le ha regalado nada. Se han pagado por él cantidades importantes y eso es por algo. A su lado contaría también con Gerard Moreno, me gusta. Son distintos. Sobre Aspas creo que rendiría mejor con un delantero al lado, por ejemplo, Morata.

¿Luis Enrique le recuerda a Clemente?

Sí. Tiene mucho en común. Es un carácter parecido. Si no los conoces bien te pueden parecer lo que no son. Es como Stoichkov, que parece un ogro, y luego es un pedazo de pan. Sé que Luis Enrique, para los medios de comunicación, es desagradable, pero si le conoces es distinto. Le critican porque no lleva jugadores del Madrid. ¿A quién va a llevar si salvo Carvajal son todos extranjeros? Se le critica por sus contestaciones, por su forma de ser, o por si lleva a fulano en lugar de Aspas, pero nunca se le critica por su fútbol. Tenemos que tener en cuenta que esta Selección no es la de Del Bosque, que tenía un equipazo con unos jugadores ya consagrados donde solo faltaba nacionalizar a Messi. Tenías al mejor en cada puesto. Era un equipo perfecto. Ahora, no tienes esos jugadores. Ahora tienes hombres, no nombres. Buenos jugadores, pero muchos no son ni conocidos. A veces ni te suenan. Y con esa Selección, que puede parecer mediocre, o que está fuera de los favoritismos, ha conseguido dos finales de la Nations League y las semifinales de la Eurocopa, donde mereció estar en la final. Lo más importante es que Luis Enrique ha creado un equipo que cree en él y donde los jugadores van a muerte con él. Para mí, el mejor entrenador que existe ahora mismo es Guardiola. Y el segundo es Luis Enrique. Hice el curso con los dos y conozco su preparación. Cuando escuchas lo que los jugadores dicen sobre ellos, sabes que son distintos.

No hemos hablado nada del Athletic.

Me gusta este equipo de Valverde, creo que ha dado con las piezas y ha encontrado la tecla buena. La entrada de Niko en la derecha ha sido muy importante. Siempre dije, hace dos años, que iba a ser mejor que su hermano. Le conozco bien desde juveniles, había estado con mi hermano Patxi en el Baskonia. Ha sabido llevar bien el proceso y su salto ha sido espectacular hasta llegar a la Selección. Tiene uno contra uno, tiene gol. Sancet también ha mejorado mucho. Berenguer llega bien desde la banda y tiene gol. También tiene una defensa difícil de superar, con un gran portero. Este Athletic está hecho para jugar en Europa, aunque sea la Europa League. Es una competición que para nosotros ya es mucho. Y luego debemos pensar en la Copa. Tuvimos la mala suerte de que en todas las finales pasadas nos tuviéramos que enfrentar al Barça de Messi y era imposible ganar. Perder la del año pasado sí que fue un mazazo importante.