¿Por qué querer proteger a Busquets no le sienta bien al Barça?
El FC Barcelona ha vuelto a sufrir mucho para ganar un partido en un encuentro que ha dejado a De Jong como escudero de Busquets.

Hay tantas realidades como ojos. Mientras para Xavi Hernández, Sergio Busquets sigue siendo un tesoro vivo y colorido, para muchos el de Badia es ya una reliquia, algo que contiene todo su valor en un pasado glorioso. El Barça convive entre lo que los partidos le empeñan que es y lo que cree ser, en un juego de espejos constante. Y para que nadie descubra que el tesoro de Xavi es en realidad una reliquia, que si uno se le acerca mucho puede romperse en mil pedazos, el egarense ha decidido colocarle un marco que lo proteja: Frenkie De Jong.
Ante el Atlético de Madrid en el Wanda, el técnico azulgrana volvió a una fórmula que probó por primera vez ante el Athletic Club en uno de los mejores partidos del equipo este curso. Situar a Pedri como falso extremo para tener a cuatro centrocampistas y a De Jong cerca de Busquets para que su recorrido tenga que ser el mínimo. Si bien es cierto que ante el Athletic funcionó, el Barça parece ser un equipo que sufre de la síndrome de Benjamin Button: empiezan siempre con experiencia a y a medida que pasan los minutos y suman en el marcador se empequeñecen, perdiendo todo lo adquirido. ¿Por qué?
Hay muchas miradas en esta pregunta. La primera es que Xavi tiene dos cosas claras, innegociables: su Barça será el de Busquets y Dembélé. La irregularidad del segundo limitan enormemente el crecimiento en el día a día del equipo, mientras que la constante necesidad de sobreprotección del primero impiden que ciertos jugadores puedan ver todo su potencial saciado. Con estas dos premisas, el Barça juega sabiendo que Busquets necesitará socios cerca para avanzar, y jugadores que dupliquen esfuerzos para retroceder, lo que con el paso de los minutos tiende a generar un estado de rigidez en las piezas que deja al sistema cojo arriba.
Y es que aquí va uno de los grandes puntos. Este Barça ha vuelto a demostrar en el Wanda que lo que le está dejando líder a estas horas es su enorme solidez (el equipo menos goleado de las 5 grandes ligas) y su pegada. Lo que pasa entre una portería y la otra es un poco como una adolescencia problemática, una etapa que pinta divertida pero termina no siéndolo, y uno llega a la adultez sin saber muy bien cómo. Durante muchos tramos, el Barça parece incapaz de imponer su guion, sin la posibilidad de hacer de Busquets el jugador sobre el que construir, se empieza a agrietar un sistema que no encuentra puntos de apoyo.
Los rivales están empezando a descubrir que si van a por el partido, el Barça empieza a preguntarse si lo que ha aprendido en clase le sirve para el examen. Si hay presiones altas, a los de Xavi les cuesta un mundo. Ante el Atlético, la ausencia de Lewandwoski dejó sin carta ganadora el juego directo, y el centro del campo fue incapaz de someter a un rival que presionaba exponiéndose mucho. Las áreas, otrora el punto que mataron al Barça, están siendo el sostén de un equipo que sigue buscando su discurso entre tanto ruido.
Busquets es el tesoro de Xavi. La fórmula de la Coca Cola. El problema es que todo el mundo conoce la receta y para poder seguir teniendo éxito, Xavi sacrifica otros ingredientes en pos de mantener algo que le plantea nuevas dudas. Sergio tiene muchas papeletas de irse a Estados Unidos en unos meses y el Barça parece seguir negando lo que ya todos ven. Seguir vendiendo la misma receta como única cuando todos la conocen. Frenkie De Jong ya ha demostrado tener cosas que este Barça necesita. ¿Lo veremos la próxima jornada?