REAL MADRID
Destripando el desembarco de Zidane en el Real Madrid Castilla: "Nadie tenía su número, nosotros poníamos el nuestro en la pizarra y se comunicaba..."
El técnico francés asumió las riendas del primer filial en verano de 2014, hace justo una década.
A los pocos meses de conquistar la ansiada Décima, en Lisboa, frente al Atlético de Madrid y después de una remontada épica, con gol en el tiempo añadido, el Real Madrid anunció otro bombazo, esta vez en junio de 2014: Zinedine Zidane se convirtió en el elegido para asumir las riendas del Castilla. Aterrizó en el filial después de ser el segundo de a bordo de Ancelotti en la temporada 13-14 y su llegada supuso "un soplo de aire fresco" para una plantilla repleta de talento y nombres propios.
"Es una persona tranquila en las distancias cortas", reconoce Cristian Benavente, que coincidió con el técnico francés en el Castilla, en la temporada 13-14. La llegada de Zidane al Castilla llegó cargada de polémica: recibió críticas que hablaban de "falta de nivel" y 'tapón' para entrenadores "mejor preparados" y formados en la casa. Sin embargo, el vestuario agradeció la contratación de un entrenador más enfocado "en la gestión de grupo". Para Dani Suárez, central formado en La Fábrica, "era un gran entrenador que además se preocupaba mucho por sus jugadores". Durante su etapa en el filial, asesoró a los futbolistas "con clínicas de su confianza" para tratarse lesiones y molestias musculares.
En su primera (y única) temporada en Segunda B, el Castilla de Zidane finalizó el curso en sexta posición, después de completar una temporada notable que sirvió como puesta a punto y etapa de cocción para un Zidane que, en enero de 2016, se hizo cargo del primer equipo tras la destitución de Rafa Benítez. "Se le notaba que estaba preparado y los resultados no sorprenden", explica Rubén Belima, a quien dirigió en el Castilla.
Privacidad, consejos... y visitas de leyendas
Pese a ser la primera vez de Zidane en los banquillos en solitario, después de curtirse en el cuerpo técnico de Ancelotti la temporada anterior, culminada por la Décima, "transmitía las cosas de manera diferentes", como el propio Cristian Benavente recordó en una entrevista a Relevo en diciembre de 2023. En su etapa en el Castilla siempre fue una persona cercana, pero también reservada: "Nosotros no teníamos su número. Cada uno de nosotros apuntaba el suyo en la pizarra del vestuario para que se comunicase con nosotros si pasaba algo".
Mientras Zidane dirigía al Castilla en la temporada 13-14, Dani Suárez, uno de los defensores del equipo, perdió a su abuela. "Cuando mi abuela falleció, teníamos entrenamiento. Se lo dije rápido a Zidane, pero no entendió lo que quería decirle. Le vi muy frío, pero me fui. De camino a Aranjuez, al tanatorio, me llamó un número privado. Era él y me dijo que lo sentía, que no sabía que había pasado eso, que le perdonase, que estaba nervioso y estresado. Es de agradecer que llamase cuando fue consciente de lo que había pasado".
Con su vida privada era "reservado" y compartía "lo justo con nosotros", pero organizó varias actividades con la plantilla para "hacer grupo y que estuviésemos unidos durante la temporada". Además, los consejos, tanto colectivos como individuales, pronto se convirtieron en su seña de identidad, al igual que algunas anécdotas ("nos contaba poco, era calladito") que recordaba de su etapa como futbolista.
Otra de las señas de identidad de Zidane eran las visitas de leyendas blancas que organizó durante tramos aislados de la temporada. Todos ellos recuerdan la mañana en la que Ronaldo Nazario apareció en el vestuario del Castilla de sorpresa, sin que nadie se lo esperase: "Son muy amigos y ese día llegó primero uno y después el otro para ver el entrenamiento, como algo muy normal, pero, claro, para nosotros no es normal. Estábamos todos como locos pidiéndole fotos, estuvo como 20 minutos con eso". Además, "se enteraba de todo, pero sabía muy bien qué tenía que decir y qué no".
En mayo de 2021, más de siete años después de su llegada al Real Madrid, comunicó su decisión de abandonar el club blanco con una emotiva carta. Desde entonces, y pese a los rumores que le sitúan, ocasionalmente, en la Premier League, Bundesliga e incluso al frente de la selección francesa, no ha vuelto a sentarse en un banquillo.