Zubimendi se doctoró en el Camp Nou pero se aleja del Barça

La Real Sociedad acabó con su racha negativa en el Camp Nou, consiguió tres puntos clave en la lucha por la Champions League y, de paso, dejó varios mensajes en Barcelona para alejar a Martín Zubimendi de las 'garras' del cuadro culé. Lo dijo Imanol Alguacil en rueda de prensa, afirmando que el centrocampista seguirá la temporada que viene en la Real Sociedad, y lo demostró el futbolista sobre el campo demostrando la ambición de querer jugar la Champions con el club de su vida.

Un mensaje contundente que no fue improvisado, si no que en el club están convencidos de que este verano podrán mantener al jugador en casa. ¿Puede asegurar que Zubimendi seguirá jugando en la Real la próxima temporada? "Sí, porque sé lo que piensa y sé lo que quiere. Y no tengo dudas de que Martin quiere jugar la Champions con nosotros el año que viene", respondió el entrenador en la misma sala de prensa en la que hace unos meses defendió el orgullo de la Real ante una pregunta en también sobre el mediocentro.

"¿Cree que está capacitado para jugar en un grande de los grandes como el Barcelona?", le preguntaron entonces. "Perdona, con todos los respetos, pero es que para mí la Real Sociedad es el equipo más grande", dijo el técnico. Si entonces la afición txuri-urdin le aplaudió la contundencia, esta vez volvió a ser el mejor portavoz realista para proteger a la última gran perla de Zubieta.

"Tiene contrato con nosotros, quiere seguir con nosotros, creo que está en el mejor sitio para seguir creciendo... Y él quiere estar con nosotros. No hay nada más que decir", completó Imanol Alguacil ayer en la conferencia de prensa posterior al partido, con varias preguntas sobre el jugador preferido del Barça para suplir a Busquets.

En el campo, Zubimendi se doctoró. Una nueva exhibición tanto defensiva como ofensivamente. Lógico que Xavi Hernández esté enamorado de él y sea el refuerzo que pide para sustituir a Busquets. Robó, atrajo rivales para iniciar las jugadas y, además, demostró esa valentía que muchas veces tiene para soltarse e incluso asistir a Sorloth. Se doctoró, una vez más, en el Camp Nou y junto a la Real dio un golpe sobre la mesa que, paradójicamente, le aleja más del Barça.

"Le he agradecido que siempre ha tenido buenas palabras para mi. Nos llevamos muy bien, estábamos hablando del partido", comentó ya entrada la madrugada Sergio Busquets sobre el que muchos señalan como su sucesor.

Martin Zubimendi renovó esta misma temporada, ampliando sus años de contrato pero manteniendo su cláusula en 60 millones. Una operación que deja dos mensajes. El primero, que el centrocampista a largo plazo está cómodo con una cláusula que hoy en día puede ser pagable por los grandes conjuntos del continente, aunque no esté pensando en salir, y, la otra, que la Real no rebajará esa cantidad.

En ese sentido, la posible clasificación realista a la Champions League es una piedra más en el sueño del Barça, o en el de cualquier equipo, para hacerse con Zubimendi. Es una competición que hace especial ilusión al centrocampista y poderla jugar con su equipo, en un contexto en el que es importante y en un proyecto que no deja de crecer, le hace no tener prisa por aceptar las ofertas que tiene y tendrá sobre la mesa.

Al club le permite tener aún más solvencia económica. La Real es uno de los clubes más saneados de LaLiga, más aún tras la importante venta de Alexander Isak al Newcastle la temporada pasada, pero una clasificación a la Champions le daría aún más poder. No tiene necesidades económicas y en la entidad están convencidos de que con este grupo pueden seguir dando pasos adelante y acercarse cada vez más a los mejores equipos tanto de España como de Europa.

En público y en privado, el mensaje es el mismo. Ven a Zubimendi en la Real la próxima temporada y la única condición para que eso no suceda será que algún club deposite los 60 millones de su cláusula y consiga convencer al guipuzcoano para salir del equipo de su vida. De lo que ya nadie duda es de que Zubimendi está listo para jugar en un grande de los grandes. Por ejemplo, en una Real de Champions.