Edgar Ié casi no hablaba español, nunca presentó a su gemelo y tenía relación con el padre de Fati: "¿Por qué iba a mandar al hermano a Rumanía?"

"Le había perdido la pista; lo último que sabía de él es que había estado en Turquía y que este año fue a la Copa de África con Guinea-Bissau, aunque no jugó mucho. Hasta hoy, que he visto la noticia", cuenta a Relevo Jean-Marie Dongou sobre el nombre de la semana, Edgar Ié, futbolista del Dinamo de Bucarest con pasado azulgrana. Durante las últimas horas se ha especulado con la posibilidad de que no estuviera jugando en el conjunto rumano, sino que su hermano gemelo, Edelino, también futbolista, lo hiciera en su lugar, suplantando de este modo la identidad de Edgar. Una historia del todo surrealista que ya ha desmentido el club bucarestino. "Ayer lo estuve hablando con Samper, que también estuvo con él en el Barça, y nos reíamos porque no nos lo creíamos. Yo pensaba que era una broma. ¿Por qué iba a mandar al hermano a Rumanía", expresa entre risas Doungou, el futbolista que más partidos jugó junto a Ié en el Barça.

Nos remontamos al 2012. El 20 de julio de aquel año, el portugués de origen guineano Edgar Ié, aun con edad juvenil, fichó por el FC Barcelona B. "Vino con otro jugador de Guinea-Bissau, Agostinho Cá", recuerda Dongou, que fue compañero de ambos en el filial azulgrana. Los dos, procedentes del Sporting de Portugal, pasaron la revisión médica y firmaron, por cuatro años, el mismo día y con una doble cláusula de rescisión idéntica: 12 millones de euros si seguían en el Barça B y 30 si tenían ficha del primer equipo.

Ambos fichajes, uno central y el otro centrocampista posicional, eran prioritarios para cubrir los ascensos al primer equipo de Marc Bartra y Jonathan dos Santos, de ahí su llegada al club catalán. El día de su presentación, Ié dijo como buenamente pudo que sus ídolos eran "Valdés, Puyol, Piqué, Daniel Alves y Xavi". Por cierto, el futbolista del Dinamo de Bucarest llegó lesionado a Barcelona y, cuatro días después de aterrizar, fue operado de una fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo que lo mantuvo en el dique seco algunos meses; no debutó con el Barça B hasta diciembre y apenas tuvo participación hasta el último tramo de su primera temporada como azulgrana.

"Sí que me acuerdo de Ié, sí", asegura Dani Nieto, que fue compañero del defensor luso en su primera temporada en la entidad. "Era muy físico y con balón se defendía bastante bien. Ten en cuenta que en el FC Barcelona todo era con pelota", comenta a Relevo el actual jugador de Unionistas de Salamanca. "Es rápido, agresivo, resuelve todas las situaciones con facilidad y tiene capacidad de anticiparse al rival", dijo de él Eusebio, entrenador del filial azulgrana, en el término de la campaña 2012-13, que Ié acabó como titular.

"Era muy buen jugador y tenía unas cualidades tremendas, pero sufría las típicas desconexiones de central africano; a menudo se confiaba demasiado. Esa falta de concentración lo mató", analiza Dongou, que recuerda que Edgar Ié "fue internacional en las categorías inferiores de Portugal". También lo fue con la absoluta, en un amistoso en 2017, pero ante la falta de oportunidades decidió aceptar la llamada de Guinea-Bissau, país con el cual disputó la última Copa de África.

En lo personal, sus excompañeros le conocen mucho menos que en lo futbolístico. "Yo era uno de los veteranos y él era muy joven, tuve muy poco trato con él. Era discreto y pasaba bastante desaparecibido", relata Dani Nieto. Dongou, que coincidió tres campañas con Ié, asegura que era "una persona muy alegre a la que le gustaba vivir bien. Un buen chaval al que le costaba relacionarse porque no dominaba el idioma". Lo confirma otro de sus compañeros de vestuario en la primera temporada: "No sé ni si sabía algo de español".

"Hablaba muy poco, sobre todo se relacionaba con el otro portugués, Agostinho Cá. Y también tenía amistad con el padre de Ansu Fati -entonces, Fati era un niño de 11 años recién llegado a la cantera- porque los tres eran de Guinea-Bissau. Entre ellos, hablaban en su lengua", descubre Dongou. Tan poco le conocían que muchos de sus compañeros ni tan siquiera tenían conocimiento de que Ié tuviera un gemelo. "Ni lo sabía, la verdad", dice Nieto. "Yo sí que tenía constancia de ello, pero no lo había visto nunca. No nos lo había presentado", complementa Dongou, el futbolista que más tiempo pasó con él en Can Barça.

A todos ellos les ha sorprendido la noticia de la posibilidad de que su gemelo estuviera suplantando su identidad en Rumanía. Una información que corrió como la pólvora porque Emanuel Rosu, uno de los periodistas más reputados de Rumanía, aseguró ayer a través de Twitter que, sin ser oficial, fuentes del Dinamo de Bucarest afirmaban que Edgar Ié había enviado a su hermano Edelino a jugar con el club rumano.

De hecho, el propio Rosu, en un tweet que ya ha borrado, expresaba que una de razones por las cuales había sospechas es porque Ié, con una dilatada trayectoria en el fútbol europeo, solo sabía portugués y no tenía capacidad de comunicarse en inglés, algo que para sus excompañeros no es para nada significativo. "Pero, ¿cómo va a saber inglés sin haber estado en ningún país anglosajón? Si estuvo tres años en España y no hablaba castellano", se indigna Dongou, convencido de que las acusaciones sobre Ié no tenían fundamento.

Edgar Ié, que disputó 48 partidos con el filial y que debutó en Copa del Rey con el primer equipo del FC Barcelona en 2014, finalmente cerró su etapa en el Barça en agosto de 2015. El club le rescindió el contrato cuando todavía le quedaba una campaña de azulgrana.

A través de su página web, el club emitió un comunicado para calificar la noticia de "calumnia, engaño y ataque canceroso" contra el Dinamo. La entidad rumana confirmó que Edgar Ié fue fichado a través de una prestigiosa agencia deportiva europea y que, en todo momento de la operación, fue todo transparente y legal. El propio jugador, a través del Twitch de Jijantes, ha desmentido los rumores: "La noticia es falsa. Nunca haría una cosa así". Según Ié, su hermano Edelino, después de su jugar en el Tluchovia polaco, está sin equipo desde el mes de enero pasado.