Abelardo da sentido a la vieja entrevista de Luis Enrique que se vuelve viral cada dos por tres: "Será para mí una experiencia única, pero muy dura"

A Luis Enrique Martínez, como jugador y entrenador, se le asocia con el Barça, el PSG, la Selección española, la Roma, el Celta de Vigo, el Real Madrid y, en el principio de todo, con el Sporting de Gijón, club de su tierra, en el que se crio y que le catapultó como futbolista. Ahí empezó todo.

A finales de 2004, tras una temporada en la que siguió siendo importante en el vestuario de Frank Rijkaard, pero menos en el césped, el futbolista asturiano decidió colgar las botas a los 34 años. Lo hizo como siempre, a su manera. No existía Twitch, estaban por entonces de moda las páginas web personales. En la suya, nada de convocar a sus tan queridos medios de comunicación, Luis Enrique exponía su sentir.

"A finales de julio, y después de pensar mucho sobre mi futuro y mis preferencias, solo veía dos opciones: el Sporting de Gijón o retirarme", escribió en su comunicado, una vez que ya se conocía que no renovaría como jugador del club blaugrana. Sopesó la opción de retirarse como futbolista en el Sporting, pero en lo que él consideró un ejercicio de responsabilidad, lo desestimó. "El único que sabe realmente cómo estoy soy yo. No me veo compitiendo. Le haría un flaco favor al Sporting", concluyó, después de revelar que no escuchó ofertas de Francia, Inglaterra, Japón, México y Qatar.

A partir de ese momento comenzó la nueva etapa profesional de Lucho, la de entrenador, que le ha llevado a conquistar una Champions League (2015), dos Ligas españolas (2015 y 2016), dos francesas (2024 y 2025), tres Copas del Rey (2015, 2016 y 2017), una Supercopa de España (2016), una de Europa (2015) y un Mundial de Clubes (2015).

Cuatro temporadas después de abandonar el rol de futbolista, se subió oficialmente al de entrenador, cogiendo al filial del Barça en 2008. Algo después, en una entrevista en 2013, siendo entrenador del Celta, Luis Enrique mostró un indicio de un pequeño pesar porque ese primer paso en los banquillos no hubiese tenido lugar en El Molinón: "Hubiera sido el primer equipo que entrenase, pero no me llamó nadie, no pensaron que a lo mejor era el adecuado… y me llamó el Barça", explicó a la TPA asturiana en su día.

Rotundo en sus aseveraciones, como es él, en esa misma entrevista dejó claro que algún día entrenaría al Sporting. "Estoy seguro de que lo voy a entrenar, pero no sé cuándo", explicaba por entonces el ahora entrenador del PSG, que tiene al equipo francés ya campeón matemático de la Liga, en la final de Copa que disputará el 24 de mayo ante el Stade Reims, y en semifinales de Champions contra el Arsenal.

Esta idea la ha recuperado su excompañero y amigo, 'Pitu' Abelardo, con el que compartió Mareo, el Sporting, la Selección y el Barça. "Luis es muy sportinguista. Podría entrenar perfectamente al Sporting. Y no sería por un tema económico, porque él no lo necesita, la verdad. Sería un tema sentimental. Claro que sí. Aunque fuera en Segunda B", comentó a en una charla con Senen, creador de contenido asturiano. "Si viniera y me pide ayuda, estaría encantado. Sí, sí, sí", se ilusionó incluso Abelardo.

Su compañero de andanzas, que asegura que en una época durmió más con Luis Enrique que con su mujer, abre en dicha charla otro melón en la carrera del técnico del PSG. Antes de aterrizar en Gijón, desvela otras metas que podrían interesar a Lucho.

"Creo que no sería ahora todavía, porque está en un momento a un nivel en el que le falta entrenar aún en la Premier. Sería el sucesor típico de Guardiola en el City. Le podría llamar la atención un club como el Athletic, o la opción que tuvo del Atlético de Madrid y al final se fue a la Roma. Pero yo creo que podría volver a entrenar al Sporting, también en Segunda. No ahora, pero sí dentro de unos años".

A pesar de todas las experiencias que acumula ya en competiciones ligueras, continentales e incluso en Mundiales, Luis Enrique tendría un reto enorme en el Sporting. Ya en 2013, lo intuía. "Va a ser totalmente diferente a cualquier otro equipo", explicó en su día, refiriéndose a la vinculación sentimental tan grande que le une con el club de su vida.

"Es un riesgo que no sé cuándo me interesa correr. Cuando sea reconocido, para que nadie diga que voy a Mareo porque no sé qué, o en una época relativamente cercana en el tiempo...", reflexionaba entonces, cuando su carrera apenas daba sus primeros pasos.

Definitivamente, tras Roma, Celta, Barça, Selección y PSG, cuando llegue el Sporting será tras una trayectoria muy reconocida. "Será para mí una experiencia única e inolvidable para mí, pero muy difícil. Sucederá seguro".