SD HUESCA

Álvaro, portero de récord e influencer de moda: "En la portería y al vestir me gusta sentirme protagonista"

El meta del Huesca habla del derbi con el Zaragoza, su marca de imbatibilidad y cómo su afición por la ropa le mejora en el terreno de juego.

Álvaro Fernández, en el Espanyol-Huesca disputado esta temporada. /Getty
Álvaro Fernández, en el Espanyol-Huesca disputado esta temporada. Getty
Mario Ornat

Mario Ornat

En el fútbol, el portero siempre representó un elemento de disonancia: es el único autorizado a jugar con las manos, se viste con un color diferente a todos los demás y, a menudo, se comporta de manera poco convencional. Esta generalización no describe a Álvaro Fernández, desde luego. El portero del Huesca entiende el protagonismo como actitud, no como vanidad: un modo de autoafirmación necesario cuando uno vive solo ante el peligro, como les pasa a los guardametas. Y admite una nítida correspondencia entre la forma de estar bajo los palos y su declarada afición por la moda a la hora de vestir. Esa distintiva personalidad aún subraya de forma más marcada el perfil de Álvaro, uno de los más firmes candidatos a ser el meta menos goleado de la temporada en Segunda.

Álvaro vive un momento espectacular. Regresó al Alcoraz después de pasar por el Brentford inglés y vivir una experiencia tan intensa como enriquecedora con el Espanyol: lejos de amilanarse frente a los errores, los cambios en la portería y la decepción deportiva, Álvaro procesó su experiencia en el equipo perico en términos de crecimiento. El Huesca se ha beneficiado. Su simbiosis con el rendimiento defensivo general ha convertido al equipo de Antonio Hidalgo en un muro articulado. Ha dejado 17 porterías a cero, batió el récord de imbatibilidad del club y enganchó hasta 11 encuentros sin derrota. Aun así, todavía debe asegurar la salvación. Y el choque de rivalidad directa contra el Zaragoza asoma como clave en ese objetivo. Un partido de exigencia mayor para dos equipos al borde del precipicio.

Álvaro vive un momento espectacular, acompañado por el Huesca y corroborado con el récord de imbatibilidad. ¿Quién podía imaginar esto hace unos meses?

Lo importante es resaltar que todo se está dando en consonancia con el equipo. Muchas veces nuestra temporada como porteros va muy acorde con lo que hace el equipo, por la posición en la que jugamos. Si tu equipo concede mucho, lo lógico es que tu temporada no sea muy buena; pero en un conjunto como el Huesca, con jugadores magníficos y que defiende de manera increíble, hace que concedamos muy poco y que lo que me tiran lo pare prácticamente todo. Por eso encajamos tan pocos goles y llevamos tantas porterías a cero. Por supuesto, me doy valor a mí mismo, pero el mérito es de todo el equipo: si yo me llevo halagos es porque mis compañeros están haciendo un trabajo maravilloso.

Batió el récord de Toni Doblas y le prometió elevarlo todo lo posible...

795 minutos ha sido la marca final. Una pena haber encajado en Albacete porque, después, con el Leganés volvimos a dejar la portería a cero. Al final, tarde o temprano tienes que recibir un gol, es lo lógico en el fútbol. Pero hay que darle mucha importancia a la portería a cero contra el Leganés: primero porque es el líder, tiene unos jugadores maravillosos y mucha pegada arriba; y además, después de haber visto la racha rota contra el Albacete, que nos podría haber afectado un poco, demostramos lo contrario: hemos vuelto a ser muy solventes y apenas concedimos disparos sobre nuestra portería. Eso habla del brillante trabajo del equipo.

Algo que llama la atención de la recuperación del Huesca con Antonio Hidalgo es el crecimiento progresivo, sostenido en el tiempo.

Yo destaco dos cosas de Antonio Hidalgo: primero, cuando llegó, la forma en que recuperó a muchos jugadores a nivel mental. Había futbolistas ya saturados a principio de temporada, tal vez porque la pasada no acabó de buena manera y a muchos les pasó factura. La llegada de Antonio fue aire fresco, una nueva mentalidad y eso a muchos les vino muy bien. Y segundo: que a pesar de bajar el nivel y perder algunos partidos, después lo hemos vuelto a elevar. Antonio sabe que la plantilla es joven, que los jugadores necesitamos ese impulso mental y anímico constante. Y él no se cansa de hacerlo en cada partido: como él mismo dice, yendo al límite. Para aquellos a los que les costaba mantener la regularidad por estar más bajos anímicamente, está dando resultado. Nos pincha todo el rato para que estemos en nuestro máximo.

Al margen de lo mental, ¿qué teclas concretas ha tocado Hidalgo para que el equipo defienda tan bien sin poner el autobús cada partido?

Hemos trabajado muy bien las diferentes fases en defensa, tanto en bloque alto, como en bloque medio y bajo. Y también la defensa cerca del área. Es verdad que donde más cómodos nos sentimos es en bloque bajo con ese 5-4-1 que solemos dibujar, con carrileros por fuera y mucha gente por dentro. Eso hace casi imposible atacarnos y de ahí que recibamos tan pocas ocasiones de gol. Pero luego, cuando vamos hacia delante, también somos muy fuertes. Tenemos gente arriba que aprieta mucho, hace muchas ayudas. Y aunque tengamos que mejorar el número de goles, que es un déficit, los números son brillantes en lo defensivo. Antonio Hidalgo nos ha dado un sistema muy asociable ya a la SD Huesca: 5-4-1 en defensa que se convierte en 3-5-2 en ataque. Y tenemos las ideas muy claras.

"Tenemos que mejorar en ataque, pero los números son brillantes en lo defensivo"

Álvaro Fernández

Cualquier equipo con problemas para producir goles tiene clara la ecuación: reducir los encajados. Pero otra cosa es lograrlo con tanto éxito.

En Segunda División pasan las temporadas, el fútbol cada vez es más exigente, más igualado por arriba y por abajo. Y habrá jugadores buenísimos... Pero al final las claves siempre son las mismas: mantener la portería cero y aprovechar las dos o tres oportunidades que tengas. El Huesca es un claro ejemplo: 17 porterías a cero en 35 partidos es casi el 50%, una animalada. Es verdad que ha habido empates a cero con ocasiones para llevarnos el partido. Con el Leganés merecimos la victoria, por ejemplo. Es el único problema, pero no sólo por los de arriba: igual los de atrás tenemos que generar más situaciones de superioridad numérica, de buenas líneas de pase, de buenos pases filtrados. Está claro que si la cifra goleadora fuera un poquito más alta, el Huesca estaría hablando de objetivos distintos a la salvación.

Hablaba antes de los jugadores con una mochila anímica del año pasado. Usted pasó una temporada complicada en el Espanyol y decidió regresar a un Huesca con incertidumbre y muchas salidas. ¿Cómo se planteó el año?

No fue fácil tomar la decisión en verano. Venía de un año difícil en Barcelona, tenía la opción de volver a jugar en Primera División, pero veía complicado participar y opté por quedarme en Huesca: bajar una categoría, sabiendo que podía ser un año de mucha regularidad, de jugar muchos partidos y volver a coger confianza. Me muevo por emociones y sentido común y mi cabeza me decía que tenía que jugar. Me gusta estar en el verde, sentirme protagonista y eso pasa por jugar todos los partidos, como está ocurriendo. Lo demás ya dependería de mí mismo y de mostrar mi nivel. Está saliendo todo muy bien. Ahora es fácil decir que la decisión ha sido buena, pero ocho o nueve meses atrás tuve que sentarme con mi familia y decidir. Nunca me arrepiento de las decisiones que tomo, en este caso ha salido cara y estoy muy feliz.

¿Qué enseñanzas le dejó un año tan difícil e intenso en el Espanyol?

A nivel deportivo me ha enseñado muchísimos matices. Por ejemplo, ahora no estoy cometiendo errores y eso lo aprendí la temporada pasada: no arriesgar tanto con el balón en los pies, cuándo salir a por los centros o cuando meter o no meter una mano pensando que el balón va fuera. Esos momentos ahora los leo muy bien. Y a nivel mental, sobre todo, jugar con un club como el Espanyol, con semejante afición y con esa presión constante, es lo que te da la adrenalina y la gasolina. Lo he sabido gestionar y me ha dado mucha fuerza mental y la posibilidad de tenerlo en la recámara en un club como el Huesca, con menos presión, o para cuando vuelva a otro equipo en el que esa presión sea mayor.

Un portero, y más en esas circunstancias, necesita autoafirmarse de forma constante. Usted es muy aficionado a la moda, tiene un estilo muy personal de vestir. ¿Es eso también un modo de autoafirmación? ¿Hay alguna conexión entre la actitud en el campo y esa personalidad?

Sí, la manera de vestir dice mucho de tu personalidad. Me gusta mucho la moda, me fijo en muchos jugadores y modelos, gente influyente en la manera de vestir, y en mi caso va de la mano con mi forma de ser. Soy una persona que confía mucho en sí misma, con mucha seguridad, me gusta ser protagonista… y no tengo ningún problema en decirlo. A la hora de vestir soy igual. Ves la ropa que uso y los looks que me pongo y la gente puede pensar: vaya tío más extravagante. Pero es mi forma de ser: me gusta vestir así, diferente a los demás, y soy alguien educado, que respeta a todo el mundo que me hace bien. En la portería soy igual, con personalidad y eso me beneficia como futbolista. Voy a seguir así porque es bueno para mí como persona y para mi equipo.

The Real Shark… ¿de dónde sale ese apelativo?

Tiene miga, tiene miga. Ya llevo años con lo del Tiburón, desde que estaba en el Extremadura me lo decían. Y como había otros jugadores con ese sobrenombre, alguien me empezó a decir en broma: "Álvaro es el tiburón de verdad". Así que ya empecé con lo de The Real Shark y se fue quedando. Me gusta. Es un mote curioso, nadie lo usa así que… para delante.

"Es un mote curioso, nadie lo usa"

Álvaro Fernández

Contra el Zaragoza tendrá enfrente a otro Tiburón: Iván Azón…

Va a ser un partido precioso. El derbi aragonés siempre es muy emocionante y para las dos aficiones es muy importante. Creo que también para la suya, aunque vayan un poco más de tapados. El primer duelo nos lo llevamos nosotros muy merecidamente en La Romareda. Ahora mismo ojalá nos sirva para salvarnos matemáticamente lo antes posible, pero son ese tipo de partidos que marcan el devenir de la temporada. Estamos en una racha buenísima, el partido es el sábado a las nueve de la noche, una hora buenísima para que El Alcoraz vibre, y enfrente un gran equipo con un nuevo entrenador, que ha mejorado muchísimo.

El partido de ida lo ganó el Huesca en La Romareda y sentenció a Fran Escribá. ¿Qué cambios ha apreciado en este tiempo y sobre todo con Víctor Fernández?

Sobre todo veo que con Víctor ya generan más ocasiones de gol. Es un equipo más protagonista con el balón, su entrenador lo dice públicamente: que tienen que llevar la batuta de los partidos. Desde que ha llegado él, siempre están dentro del partido y eso en Segunda es muy importante. Y también creo que ha recuperado jugadores a nivel mental o que no estaban en su mejor momento. Víctor les ha subido el nivel. Es un entrenador con una enorme influencia en Zaragoza, lo demuestra que por cuarta vez esté entrenando allí, un técnico que siente el Zaragoza y eso seguramente lo está transmitiendo a sus jugadores. Ese sentimiento de pertenencia te ayuda mucho mentalmente y te hace creer en lo que dice el entrenador. Va a ser un Zaragoza mejorado y tenemos que estar muy alerta. Será un choque igualado que se decida en los pequeños detalles.

En la otra portería estará Edgar Badía, otro meta con mucha personalidad y que se ha hecho titular llegando en enero. ¿Cómo lo analiza?

Me parece un muy buen portero. En Primera División ha hecho temporadas de mucho nivel. Es verdad que ha estado en equipos, sobre todo en el Elche, con los que ha sufrido, ha recibido muchos disparos a su portería, pero ha tenido paradas de mucho mérito. Ahora con el Zaragoza ha conseguido reencontrarse con la titularidad. Y además compitiendo con Cristian Álvarez, que ha estado lesionado pero es una institución en Zaragoza. Todo eso dice mucho de él, de su personalidad para ponerse bajo los palos de una portería con mucha presión. Está haciendo muy buenos partidos. Me parece un portero muy reactivo, siempre bien colocado bajo los palos. No tiene mucha envergadura pero cuando sale lo suele hacer de manera contundente. Con los pies sabe identificar cuándo tiene que jugar en corto o largo… Me parece muy bueno.

Y frente a usted un delantero como Bakis, en un año difícil. ¿Es mejor o peor que la amenaza no venga tanto del nueve como de otros jugadores?

Es verdad que no está teniendo una temporada tan buena como esperaba después del año pasado, pero con los goleadores las cosas son así. A veces la gente no entiende por qué no actuamos de manera regular en los partidos, pero es que el fútbol se mueve por emociones, por momentos, por situaciones personales, por situaciones colectivas. Hay muchas incógnitas que rodean a los futbolistas y que hacen que, sin saber cómo, unas veces estés muy bien y otras no te salgan las cosas. Respecto a Bakis, sabemos que los delanteros no están y de pronto abren la lata y entonces todo cambia. Ojalá no sea contra nosotros. Sólo hay que ver sus registros del año pasado y ves que es un jugador muy peligroso al que habrá que estar muy atentos.

Once partidos acumuló el Huesca sin perder y aun así el peligro por abajo no está del todo conjurado. ¿Cuánto cuesta salvarse en Segunda?

Ni nosotros ni ninguno de los 11 o 12 equipos que estamos abajo nos podemos equivocar pensando que por hacer una buena racha o ganar dos partidos ya estás más tranquilo. Es verdad, tenemos un colchón, pero esto siempre es igual: la salvación va a estar en 46, 48 o 50 puntos. A veces los equipos de abajo no suman y parece que por eso ya te vas a salvar. Pero siempre hay un momento en la temporada donde empiezan a ganar partidos y todo se empieza a juntar. Es lo que está pasando ahora. En la misma jornada gana el Villarreal B, gana el Andorra, ganan el Amorebieta y el Alcorcón. Esto es la Segunda División, todos aprietan muchísimo. Sabemos que con seis u ocho puntos más estaremos tranquilos y hay que llegar a esos números ganando donde sea, el derbi, lo que sea. No hay que matarse: los números de la salvación son los que son siempre.

¿Apuesta que alguno de los de abajo se salva y mete a otro em el pozo?

No me podría mojar al cien por cien pero, fíjate… te diría que el Amorebieta. Por mucho que sea de los que más tapado va o por ser un club de presupuesto más humilde al que la gente no tiene en consideración, va a estar peleando hasta el final y lo veo muy candidato a salvar la categoría.

Imaginemos el final de toda esta historia: el Huesca salvado y Álvaro, Trofeo Zamora. ¿Lo piensa?

Sí, lo tengo en la cabeza. No tengo miedo a decirlo. Es un premio individual que me haría muchísima ilusión lograr por primera vez en mi carrera y estoy cerca. Hay más porteros que se pueden meter en la pelea, pero los candidatos más serios somos Diego Conde y yo. Es un premio individual que va de la mano de todo el equipo: si tu portero opta al Zamora significa que has encajado pocos goles. Sería un magnífico premio final a la temporada que he realizado y una forma de reivindicarse. He trabajado mucho para conseguir todo lo que estoy logrando ahora.